Análisis: Blackbay Asylum (PC - 2014)

Hay muchos juegos que nos generan nostalgia y nos hacen rememorar esos viejos tiempos cuando, aun jóvenes, solíamos disfrutar de horas y horas de interminables aventuras. Y hay otros, que nos generan nostalgia, porque sus graficas, su contexto y su desarrollo están realmente ajenos a los tiempos que corren. Y hay momentos donde nada tienen que ver las herramientas que utilicemos: es, netamente, la imaginación que le brindamos. De esa forma, en Blackbay Asylum, nos vamos a encontrar con algunos de los diseños de personajes más espantosos que se puedan imaginar, con un diseño gráfico realmente inexistente y un concepto visual bastante pobre. Pero… detrás de todo eso, hay algo. Hay algo que no sabemos qué es y que nos llama la atención.

Calificación:



Desarrolladora: Tad Productions AB
Distribuidora: Kiss Ltd.
Lanzamiento: 1 de agosto de 2014
Plataforma: PC (Windows)


Análisis basado en una copia digital del juego para Steam, facilitada por el equipo de Kiss Ltd.

Hay muchos juegos que nos generan nostalgia y nos hacen rememorar esos viejos tiempos cuando, aun jóvenes, solíamos disfrutar de horas y horas de interminables aventuras. Y hay otros, que nos generan nostalgia, porque sus graficas, su contexto y su desarrollo están realmente ajenos a los tiempos que corren. Y hay momentos donde nada tienen que ver las herramientas que utilicemos: es, netamente, la imaginación que le brindamos. De esa forma, en Blackbay Asylum, nos vamos a encontrar con algunos de los diseños de personajes más espantosos que se puedan imaginar, con un diseño gráfico realmente inexistente y un concepto visual bastante pobre. Pero… detrás de todo eso, hay algo. Hay algo que no sabemos qué es y que nos llama la atención.



Y así como casi todo entra por los ojos, el primer error de este juego es ser visualmente horroroso. Pero tiene detalles que, al menos a los que amamos el género del terror, saben deleitarnos. Quizás sea un poco la historia, o la cantidad de sangre derramada por cada nivel. Quizás sea lo gutural de las escenas, o el tratamiento gore que vemos en todo momento. Quizás sean los enemigos, algunos detalles de las locaciones, o cómo el juego va transformándose hasta llegar a ser algo que seguramente todos queríamos ver. La verdad, no lo sé, pero sentí que en algún punto estaba jugando con algún gran exponente de PS2 que en su momento se me pasó por alto. Y a partir de ese instante, pude disfrutar un poco más las cosas.


En el juego, personificamos a un terrible asesino serial con el cerebro del tamaño de una hormiga, por lo que toda la magia queda en nuestras manos. El personaje es tosco en sus movimientos, pero la verdad es que en algún punto no se vuelve nada molesto recorrer los pasillos del asilo mental con una vista desde arriba, bastante básica, al principio. A medida que avanzamos, vemos que podemos interactuar con muchos de los elementos presentes, o al menos, al señalarlos, el personaje nos da su opinión de los mismos. Muchas veces son pistas, otras tantas, irreverencias absolutas. Lo extraño, entonces, es que toda la violencia visceral con la que nos encontramos no la causamos nosotros, sino que algo peor que nosotros. Y lo único que tenemos que hacer, es escapar de ese lugar sin hacernos demasiadas preguntas.

El juego, mas allá de lo que aparenta, es una aventura llena de puzzles de distintas dificultades. En algunos momentos, nos vamos a encontrar con algunos desafíos que requieren un poco de comprensión de los hechos, de búsqueda y de relacionar elementos. Pero otros tantos, quizás los más difíciles, son simplemente el resultado de probar, equivocarnos, y volver a probar, de una forma constante y monótona, hasta que sin mayor explicación, descubrimos la solución de un puzzle que nos puede llegar a volver locos. En este aspecto, el manejo de la frustración no tiene un buen equilibro con el gameplay y puede ser motivo de cerrar el juego para muchos.




Pero para otros, para los que tienen más paciencia, hay varios regalos. El hecho de leer en cierto momento del comienzo la palabra “Innsmouth” les llevará la mente hasta la literatura del genial Lovecraft, pero seguramente a los pocos minutos de juego, entre tanta comicidad y brutalidad perderán la esperanza de que lo que tienen entre manos tenga algo que ver con el universo de este gran autor. Y lejos de hacer algún spoiler, todo comienza a tornarse extraño en cierto momento del juego y la historia comienza a tener un sentido mucho más cercano a nuestros originales pensamientos y esperanzas. Y las cosas cambian tanto, que incluso cambia la perspectiva de juego. Mientras en un comienzo tenemos una vista desde arriba, como ya mencioné en algún momento, con el paso del tiempo y en diversos capítulos el juego pasa a tener una vista en primera persona, con la comodidad de que los controles no cambian demasiado y este hecho pasa a ser un factor más que interesante, que no influye de forma negativa en el trayecto del juego sino que aparece para darle una dinámica mucho más activa. Y cuando estamos jugando de esta forma, es cuando mejor podemos disfrutar de todo ese gore y ese perverso estilo visual del que ya hable en otros párrafos.



Palabras finales Creo, a fin de cuentas, que lo que ofrece Blackbay Asylum es un equilibrio de cosas buenas y cosas malas que están a la vista de todos. Así como los diseños o las voces son dignas del olvido, los puzzles y el gore explicito son para destacar. La simpleza de algunos puzzles se ve contrastada por la dificultad de otros. Y detalle más, detalle menos, todo el juego es así, equilibrado. La comicidad impuesta por el personaje principal y su no-sorpresa por la brutalidad con la que se encuentra es un detalle bastante importante, que le da una calidez justa a la dinámica del juego. La historia, que empieza quizás un tanto plana pero que con el correr de los minutos va tomando una forma realmente increíble, es otro punto a destacar. Los diez niveles que componen el juego seguramente atrapen a los más experimentados unos pocos días, y a aquellos menos audaces, una semana o un poco más. Es un juego corto, pero que se cree poderoso. Es una experiencia divertida, pero no esperen mucho más de lo que deberían esperar: quizás así, puedan sorprenderse.

Lo bueno:
-Lo variada que es su propuesta jugable.
-El humor que maneja.


Lo malo:
-Apartado gráfico apestoso.
-Voice acting.

Nota Final:
7

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ESCRITO POR Lucas Robledo

Game Designer y Producer. Redactor mercenario. Cinefilo conflictivo. Casi músico y muy poco de ilustrador. Gamer de la vieja escuela. Aficionado al terror, a los comics y a la literatura.

1 Gritos :

  1. En lo personal no me gusta el gore, pero me gustan las historias de terror, cuando las relatan me genera un placer que recorre mi médula y mi imaginación se impacta, por eso creo que me gustan los relatos y las historias que intentan llevar las ideas a un plano más visual. En fin, no creo que me guste el título solo por ofrecer gore, pero por lo variable de su jugabilidad me parece bastante genial, haciendo que sientas el cambio en las dimensiones del título como la interacción que tienes.

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