Análisis: Doorways The Underworld (PC - 2014)

Doorways: The Underworld es una aventura de terror en primera persona con una historia compleja y una profunda atmósfera. Se desafiará al jugador con un juego de ritmo rápido y efectos visuales impresionantes ¡Prepárate para sumergirte en una experiencia psicológica aterradora. "El Inframundo" es el tercer capítulo de Doorways donde vuelves a jugar como Thomas Foster, un agente especial que realiza seguimientos a psicópatas. Esta vez te preguntarás ¿Quién es ella? ¿Qué es este lugar y cómo has llegado aquí?

Calificación:

Desarrolladora: Saibot Studios

Distribuidora: Saibot Studios

Lanzamiento: 17 de septiembre de 2014

Plataforma: PC (Windows, Mac, Linux - Compatible con OculusRift)

Análisis basado en una copia digital del juego para Steam, facilitada por el equipo de Saibot Studios

Doorways regresa para proponernos una nueva introspección a la mente de un asesino. Esta vez descenderemos hasta los confines más oscuros del inframundo para conocer los crímenes de una doctora no muy cuerda.

Para los que no jugaron los episodios anteriores, les comento que tal vez no sea necesario que lo hagan si es que quieren meterse de ello en esta nueva entrega. A ellos les comento que en todos los episodios de Doorways encarnamos a Thomas Foster, un agente especial con una misión poco convencional. Así es, Thomas irrumpe en la mente de los criminales más enfermos y sádicos que puedes imaginar y se encarga de descubrir sus motivos y, de alguna forma, detenerlos. En El Inframundo nos enfrentamos a una mente muy perversa, a un villano que, hasta el momento, es el más temible que nos presentó esta saga de juegos ¿Crees estar listo para el descenso definitivo?

Al igual que sucede con los episodios anteriores de Doorways, esta tercera parte se vale de Unity Engine para dar vida a los terrores que nos tiene preparados. Claro que eso no significa que su apartado visual sea idéntico al visto en los dos primeros episodios, de hecho, El Inframundo luce muchísimo mejor. Presenta escenarios mucho más ambiciosos y complejos cuyo nivel de detalle es considerablemente superior. Lo mismo sucede con los modelados de personajes y enemigos. En este episodio nos topamos con más "compañeros" de inframundo, humanos y no tanto, por lo que agradezco que Saibot Studios haya puesto gran empeño en modelarlos... ¡Modelarlos y diseñarlos! el diseño de enemigos es sumamente perturbador lo que lo convierte en un deleite para las mentes que apreciamos el lado más distorsionado de la belleza.

También tengo el agrado de comunicar que la experiencia de juego es más variada esta vez. Los puzzles siguen estando presentes, pero como novedad ahora debemos enfrentar más situaciones terroríficas y explorar niveles mucho más complejos. También se agregan mecánicas de juego bastante personales después de su primera mitad que aportan un aire fresco a la experiencia en el momento justo: cuando sentiste que se ponía repetitivo ¡Wow! Doorways da un giro interesante.

A nivel argumental es lo suficientemente absorbente como para que no perdamos el interés en leer las notas que hay desperdigadas por el lugar que, justamente, son el elemento narrativo central del juego. Las cinemáticas son mínimas y se reducen a flashbacks sin dialogo cuyo propósito principal es shockear al jugador y a su vez informarlo sobre sucesos cruciales del pasado de la historia para comprenderla mejor. Pero, como ya he dicho, leer las notas será vital para comprender qué está sucediendo. Esta es una forma de narrar que a muchos jugadores no les atrae, lo cual es entendible puesto que leer puede ser tedioso, pero por suerte aquí los textos son cortos, concisos y atrapantes; en un par de párrafos te trasmiten sin muchas vueltas el terrible horror que esconde el trasfondo de este título.

Algo similar sucede con la atmósfera. A pesar de que las texturas no son de lo mejor que existe, los filtros visuales y el uso de las luces y el sonido logran recrear un clima que difícilmente no logre que te sientas incómodo. De hecho, El Inframundo es un episodio muchísimo más tenebroso que los dos anteriores y gran parte de ese merito se lo debe a su poder atmosférico. Quiero dar especial crédito, de todas formas, al actor de voz Sam A. Mowry, quien da vida a Thomas en inglés y realiza un trabajo impresionante, tal como hizo en Amnesia The Dark Descent. Es todo un placer masoquista y tenebroso escuchar su voz.

Por lo demás, el apartado técnico cumple muy bien. Se agradece la existencia de un menú de opciones avanzadas que permite personalizar bastante la calidad gráfica, un detalle que suele estar muy ausente en los lanzamientos indies. De todas formas, hay que destacar que quizás no sea necesario manotear mucho dicho menú puesto que el juego está muy bien optimizado al punto que creo que cualquier gamer con una PC de gama media-alta podrá jugarlo aprovechando todo su esplendor visual. Finalmente, aclaro que posee soporte para Oculus Rift y para el joystick de Microsoft, y viene con textos y voces en inglés y español.

Palabras finales

Doorways The Underworld probablemente no sea un videojuego de terror novedoso o revolucionario, pero si es un buen ejemplo de cómo se deben combinar de forma correcta ciertas mecánicas bastante usadas para lograr un compendio tan entretenido como terrorífico y desafiante. Este tercer episodio es un paso hacia adelante en lo que respecta a los trabajos anteriores de Saibot Studios. Esperamos que continúen su viaje de esta forma, superándose a sí mismos con cada juego que publiquen. Aprovechen que está de oferta en Steam a 25% de descuento hasta el 24 de septiembre.

Lo bueno:

-Atmósfera inquietante.
-Variedad de uso de estrategias para causar temor (no todo es jump scares)
-Apartado sonoro impecable.

Lo malo:

-Bastante pobre a nivel texturas.
-Casi todo lo que tiene para ofrecer ya lo hemos visto.

Nota Final:

7.5

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ESCRITO POR Florencia Orsetti

Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.