Análisis: Serious Sam´s Bogus Detour — festín de sangre y disparos

Anunciado en E3 2017, ya está entre nosotros la nueva aventura de Serious Sam, con más disparos y sangre que nunca, y con una nueva perspectiva isométrica.

Calificación:


Desarrollador: Crackshell, Croteam
Distribuidora: Devolver Digital

Lanzamiento: 20 de Junio de 2017
Plataforma: PC


Análisis basado en una copia digital del juego para Steam facilitada por Devolver Digital

Si me pidieran que arme un Top 5 de los antihéroes más maleducados, gamberros e hijos de su buena madre, sin lugar a dudas que Sam “El Serio” ocuparía un puesto en el podio junto a Duke Nukem y Lo Wang. Desde su primera aparición, este bravo guerrero que ha salvado el planeta Tierra en reiteradas ocasiones, se ha ganado a fuerza de insultos, bravuconerías y de dejar tras de sí un tendal de criaturas mutiladas, un lugar especial en el corazón de los fanáticos de los FPS.

No obstante, tener un personaje con carisma muchas veces no alcanza y Croteam parecía estar consciente de ello. Serious Sam es mucho más que un “tipo mal hablado”, es un shooter que sigue los lineamientos impuestos por Doom o Quake, pero que a su vez lo adereza con mucha sangre y cantidades ingentes de enemigos, variedad de armamento y una locación atípica, ambientada en Egipto. Un cóctel explosivo que le valió tanto el reconocimiento de la prensa especializada como de los jugadores.

Ahora gracias a Devolver Digital llega una nueva entrega de esta quería querida franquicia, una apuesta totalmente diferente a lo visto anteriormente: Serious Sam's Bogus Detour (SSBD), título desarrollado por Croteam y Crackshell, los creadores de Hammerwatch. Este videojuego opta por una perspectiva cuasi cenital, un hermoso apartado gráfico pixel-art digno de la época de los 16 bits y una propuesta jugable que remite en cierto modo a clásicos de los ´90 tales como Zombies Ate My Neighbors, aunque con mucha más sangre, enemigos, armamento y sin perder en absoluto ese sentido del humor tan particular que caracterizo a la saga.
Desde la mera introducción se nota que alguien estuvo usando el traductor.
En SSBD, nuevamente tendremos que salvar al mundo de los malos y… fin, eso es todo. La historia no es más que una mera excusa para llevarnos a recorrer los diferentes niveles convirtiendo en una masa sanguinolenta a todo lo que se cruce por la retícula de nuestra escopeta. Además, ciñéndose a ese estilo retro, no hay cinemáticas que nos pongan al tanto de lo que sucede, sino que la historia se nos va relatando través de unas pantallas que nos dan una breve descripción de la situación. Se hubiera agradecido que se le diera una mayor importancia a la narrativa, pero ¿No es acaso lo que sucede en la mayoría de los FPS de acción?

Si, ya sé que dirán “pero este no es un shooter en primera persona, podrían haber elaborado una mejor historia”, y están en lo correcto, pero… seamos sinceros: Doom, Duke Nukem, Shadow Warrior o los propios Serious Sam, no son títulos que pasarán precisamente a la posteridad por presentar argumentos sumamente elaborados. Entiendo que hay juegos que pertenecen al género que tienen historias épicas, sin embargo, aquí el asunto, el quid de la cuestión va por otra parte.


Créanme, que a los pocos minutos de estar jugando, poco importará el “porqué” nos encontramos masacrando a esas monstruosas criaturas, debido a que la carencia de argumento se compensa con diversión. Esa sensación de frenetismo que transmitían los primeros títulos de la saga y todas las características que forman parte del género de los FPS están presentes al servicio de un videojuego que nos invita a recorrer escenarios bastante amplios, llenos de secretos y enemigos por doquier.

La campaña se compone de 10 niveles ubicados en distintas partes del globo (Egipto, Grecia, Creta) y en una base en la Luna. Los mapas son grandes, realmente grandes y están poblados por todos los enemigos que conociéramos en los títulos precedentes. Estas criaturas, que no mostraran un ápice de misericordia para con el bueno de Sam, comenzarán a atacarnos sin respiro en el preciso momento en que nos vean. Para peor no sólo es que vienen en manada sino que muchas veces caerán del cielo, saldrán de debajo de la tierra o se teletransportarán detrás nuestro, con el fin de rodearnos y mandarnos a mejor vida antes de que podamos decir ¡F*CK! También tendremos que plantar cara a los típicos jefes de final de nivel, cuyos enfrentamientos brindarán algunos de los momentos más desafiantes del título.
¡Enemigos, disparos y litros de sangre! La acción no da respiro.
Lo bueno, es que para desatar nuestra sed de destrucción, y salvar al mundo, disponemos de un ostentoso arsenal compuesto por 16 armas. Esto es algo que llamó poderosamente mí atención: la variedad y cantidad de armamento con el que contamos en el transcurso de la aventura. Están las clásicas pistolas de municiones infinitas, la escopeta, lanza-misiles y ametralladoras, pero también otras más inusuales como armas láser, un cañón que dispara unas enormes balas explosivas, un rifle que puede desintegrar a varias criaturas en una línea recta (Erasergun), lanzallamas, un arma de rayos e incluso un sable de luz igualito al que usan los Jedis (con el sonido característico y todo).

A modo de “novedad” –porque de novedoso no tiene mucho a esta altura- se incorpora un sistema de progresión basado en puntos de experiencia. Es decir, que cada vez que convirtamos en una bola de vísceras y sangre a las pixeladas monstruosidades que saldrán a nuestro encuentro, ganaremos experiencia. Esto se traduce, por supuesto, en la mecánica de subida de nivel, lo que nos proporcionará puntos de habilidad para repartir en una de las tres ramas en que podemos especializar a Sam: combate, supervivencia y armamento. De todos modos, no es indispensable adquirir estas mejoras para finalizar el juego, pero sin lugar a dudas que nos facilita un poco la tarea.

Como remarcara párrafos más arriba, los escenarios además de variados, son sumamente extensos y esconden múltiples secretos, dos puntos que incentivan a la minuciosa exploración de los entornos. Lo interesante de ello, es que nos recompensa de algún modo por tomarnos la tarea de revisar bien cada rincón, ya sea con algún arma especial, toneladas de munición, puntos de habilidad (que en realidad son Estrellas) o vidas extra. Este último es un ítem que resulta bastante preciado y que, dependiendo de nuestra habilidad como jugador, podemos llegar a necesitar.
Es muy fácil recordar que parte del nivel exploramos, solo hay que seguir el rastro de sangre.
Al comienzo de cada misión tenemos tres vidas y cada vez que muramos reapareceremos en el último punto de control. Sin embargo, una vez agotadas (las vidas) se deberá comenzar el mapa desde el inicio… y teniendo en cuenta el tiempo que puede llegar a tomar finalizar un nivel, debido a lo extenso del mapa… bueno, puede llegar a ser bastante frustrante. El tema es que en SSBD podemos llegar a morir bastante y generalmente se deberá a excesos de confianza (cuando creemos que nada ni nadie nos puede matar), caer en una trampa (lo cual es un insta-kill) o porque, simplemente, nos veremos arrinconados por una abrumadora ola de enemigos.

No es que se trate de un videojuego particularmente difícil, pero hay situaciones que se vuelven complicadas, especialmente cuando combatimos a los jefes, que van variando sus patrones de ataque en la medida que vamos mermando su barra de vida. Es por esto que Crackshell incorpora la posibilidad de jugar la campaña con hasta cuatro amigos vía online gracias a las posibilidades multijugador de las que el juego dispone. También hay un modo supervivencia en que tendremos que tratar de detener oleadas de enemigos de creciente dificultad, con la diferencia que en estas partidas pueden participar hasta doce jugadores.

Por otra parte, si de repente nos transformamos en verdaderos ases del gatillo y el título se nos hace exageradamente fácil, se nos brinda la alternativa de configurar la partida con distintas opciones que van desde el incremento en el nivel de dificultad a modos speedrun o roguelike. Por si fuera poco, también es compatible con Steam Workshop, desde donde podemos descargar niveles e incluso campañas diseñadas por los usuarios. Todo esto no sólo extiende la vida útil del título, sino que también asegura un buen nivel de rejugabilidad.
Quedarse quieto mientras peleamos contra un jefe se traduce en dos palabras: Estas muerto.
Pareciera ser que Serious Sam no tiene defectos, ¿no? A decir verdad, he encontrado muy pocas cosas que reprocharle, nada realmente significativo. Es un juego redondo, divertido, entretenido y satisfactorio. Puede resultar molesto eso de perder las vidas y tener que comenzar nuevamente una misión, sobre todo por el hecho que finalizar cada nivel puede tomar alrededor de 40 minutos o más dependiendo que tanto nos dediquemos a buscar secretos.

Ah, ¡Sí! Algo le puedo recriminar ¡La espantosa traducción al español! No sé quién se ocupó de dicha tarea, pero por el tipo de horrores ortográficos que se aprecian, llego a la conclusión que puede haber sido un desarrollador pasado de vodka que no habla nada de español o… peor aún, un desarrollador pasado de vodka que no habla nada de español y que encima uso el traductor de Google



¡Ojo! No es que nos encontramos ante un juego de diez. Entiendo que SSBD es un título que puede no llegar a agradar a todo el mundo. Cierto es que el género puede no ser especialmente atractivo para todo el mundo y que, pese a que la vista es nueva, Sam sigue haciendo exactamente lo mismo de antaño: Matar, matar y matar sin un propósito aparente. En fin, como se suele decir “Gustos son gustos”.

Pasando a los apartados técnicos, gráficamente estamos ante un juego en 2D, con un pixel art hermoso y lleno de detalles. Los escenarios son variados, coloridos y remiten –como decía- a aquellos videojuegos de 16 bits, aunque con diseños mucho más pulidos. Es realmente espectacular ver como literalmente explotan los enemigos haciendo que los niveles comienzan a quedar pintados de rojo. El apartado sonoro se compone principalmente de gruñidos, gritos de agonía y ruidos de disparos. La banda de sonido acompaña la acción correctamente aunque resulta ser bastante discreta.
Nada se equipara a la minigun y su increíble poder destructivo.

Palabras Finales:
Resulta ser un gran acierto que Croteam se haya asociado con Crackshell para dar un giro de tuerca (o de perspectiva, según se quiera ver) a las aventuras del viejo y querido Sam. Serious Sam's Bogus Detour es un videojuego divertido, entretenido, gratificante y mal traducido, que asegura una buena cantidad de horas de juego. Puede que para cierto público sea un título que no vale la pena debido a su carencia de argumento o que su marcado estilo retro no sea suficientemente atractivo. Sin embargo, les recomiendo que le den una posibilidad a este juego, porque una vez que prueben la sangre de sus enemigos y se dejen llevar por ese frenesí de acción non-stop, difícilmente suelten el control hasta haberlo terminado.

Lo Bueno:
- Serious Sam está de vuelta, con un cambio de perspectiva que le sienta muy bien.
- Acción pura y dura que asegura horas de diversión.
- Variedad de armas, escenarios y enemigos.
- Los gráficos pixel-art son hermosos…

Lo Malo:
- …aunque pueden no llegar a ser lo suficientemente atractivos.
- El tiempo que lleva volver a hacer un nivel cuando perdemos todas las vidas.
- La traducción es muy mala.



Nota Final:

8.5
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ESCRITO POR Viejo Frank

Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.

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