Peli-Review: La Monja (The Nun, 2018)



Por Cristian Farias

Cuando leí que Corin Hardy iba a dirigir este spin-off, lo primero que pensé fue: ¿Quién? Luego de googlearlo, vi que también dirigió The Hallow. Acto seguido, pensé: ¿Cuál? Luego de verla, pensé “mmmmm… No es lo que esperaba, pero estoy satisfecho”. Pero esta no es una review sobre The Hallow, así que vamos a hablar sobre The Nun (AKA: La monja).

Podría ponerme a mencionar la atmósfera gótica de la cinta, los homenajes a algunos clásicos de la Hammer o como la falsa niebla sobre el cementerio rememora otras películas de los 70s. Pero no, voy a intentar ser claro para que cualquier lector pueda decidir si vale la pena o no ir a verla al cine.

La película nos narra una historia bastante básica: Una monja se suicida en una abadía y el vaticano envía a un sacerdote (El mexicano Demián Bichir) a investigar los sucesos junto a una joven novicia (interpretada por Taissa Farmiga, quien curiosamente es hermana en la vida real de Vera Farmiga, Lorraine Warren en The Conjuring).


¿Es una buena película? Si. ¿Es una buena película de terror? Y… Tiene una buena ambientación, algunos paisajes muy vistosos, una actuación solida por parte de Demián, y una muy buena performance por parte de Taissa, interpretando de forma inocente a la Hermana Irene. Algo que en particular me llamo la atención, fue la falta de sustos para ser una película de terror. Esto no es precisamente malo, de hecho, el director juega mucho con falsos screamers lo cual me parece una decisión muuuuy acertada. ¿Por qué? Porque la escena comienza a desarrollarse, el ambiente comienza a ponerse estático, la música baja, los planos se enaltecen, el espectador sabe, conoce, intuye, presiente que viene una clásica imagen tétrica acompañada de un sonido estridente para lograr el sobresalto. Un sobresalto que nunca llega. Un susto inconcluso, que te deja algo desconcertado y nervioso, ya que no lograste descargar esa tensión que preparaste para sobresaltarte. Otro aspecto que me agradó, es la escasez de planos estáticos, la cámara siempre se mueve, aunque sea de forma lenta; esto conlleva al público a tener una constante sensación de algo o alguien puede aparecer en cualquier momento de reojo. Pero no. 

Nuevamente el director nos juega una broma pesada, la cual nos persigue incluso luego de salir de la sala. Con respecto a los sustos que si se presentan, la verdad es que no son nada innovadores, todos tienen la misma estructura, son predecibles y no impactan tanto como deberían. En conclusión, los sustos que no están funcionan mejor que aquellos que si son presentados. Los diálogos un tanto cliché, sumados a las “libertades” que se dieron los guionistas para intentar tapar agujeros y a la falta de arco y desarrollo de personajes, dejan un molesto vacío que, quizá, no estemos acostumbrados a ver en esta saga.

Claro que la película no está compuesta de solo dos personajes, también tenemos a La Monja propiamente dicha, quien aparece lo justo y necesario para guiar la trama, asustar a los protagonistas y amenazar la integridad física nuestros personajes sagrados. Por otro lado, tenemos al carismático Jonas Bloquet interpretando al “franchute”. Aunque no es un personaje bien desarrollado (de hecho, poco se sabe de él y del pueblo que habita), sus escenas son legítimamente disfrutables, simpáticas y hasta graciosas en algunos momentos… Pero de nuevo, pasa sin pena ni gloria y ni bien nos levantemos de nuestra butaca, olvidaremos su nombre real. Hablando de cosas desapercibidas, la música solo acompaña cuando es necesaria, y da un pequeño toque de color en los planos abiertos de las tierras Rumanas, pero no más que eso.

Palabras Finales:
La película es recomendable, sin muchas pretensiones, pero entretenida para cualquiera que venga siguiendo esta saga, o cualquiera que simplemente disfrute las películas de terror. Para un espectador casual, va a resultar un tanto aburrida por la falta de sustos. Tal vez la saga comienza a presentar los primeros signos de desgaste, pero aun así quedo expectante a The Crooked Man y The Conjuring 3.

Lo bueno:
- El juego de los falsos screamers.
- La forma en que hilaron esta película con las de El Conjuro, atando algùn pequeño cabo suelto
- Hay una escena particular del clímax que nos recuerda a Silent Hill (cuando la vean, se van a dar
cuenta)
- Los claros homenajes que, francamente, me sacaron una sonrisa
- El bien logrado ambiente gótico y tétrico, las locaciones me parecen muy acertadas

Lo malo:
- La poca creatividad de los sustos que si están
- El clímax en general, fue breve y no tuvo mucha complejidad
- El “trauma” del Padre Burke… Intrascendente e innecesario

Calificación:

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