Análisis: Infliction Extended Cut — buenos sustos, pocas novedades

Infliction es una pesadilla interactiva, una exploración terrorífica de la oscuridad que acecha en el hogar suburbano de aspecto más corriente. Recorre los recuerdos de una familia que un día fue feliz, lee cartas y diarios, escucha mensajes y sigue pistas para entender los terribles acontecimientos que te han llevado allí.

Calificación:


Desarrollador: Caustic Reality
Distribuidora: Caustic Reality/Blowfish Studios
Lanzamiento: 18 de octubre de 2019 (PC), 25 de enero de 2020 (edición Extended Cut)
Plataforma: PC, PS4, Xbox One, Switch


Análisis basado en una copia digital para PS4 facilitada por Blowfish Studios

El terror no es fácil de hacer. La lectura quizá sea el método más efectivo, ya que la imaginación juega una parte importante y, si una buena narrativa nos hace compañía, pegarse un buen julepe con un libro es algo bastante cotidiano. Ahora los medios visuales son otra cosa, la imaginación ya no es primordial y los más la atmósfera y la visión de la persona encargada de la pieza que estemos experimentando. Las cámaras, el sonido y la actuación tienen que ser óptimas para que el miedo nos alcance.


En los videojuegos, crear terror efectivo es aún más difícil, porque la mecánica de juego tiene que hacernos sentir vulnerables, pero a la vez capaces de sobrevivir, para que de esta forma el terror no se convierta en desesperanza. Las cámaras fijas, los controles tanque y que escapar sea más efectivo que combatir son algunos de los condimentos que hacen del terror interactivo uno de los más efectivos y, a su vez, de los más difíciles de ejecutar.

Hablar de P.T. a esta altura es casi un despropósito, porque todos sabemos lo que trajo a la mesa del terror en los videojuegos, pero pocos conocemos con certeza cómo hubiese sido la versión final. ¿Iba a ser toda en primera persona? ¿Se iba a enfocar primariamente en caminar y descubrir la historia de a poco? Parece poco probable un sí para ambas preguntas, pero a causa de que P.T. es un trabajo incompleto, las libres interpretaciones no se hicieron esperar.


Los juegos de terror en primera persona donde uno recorría una casa y/o algunas otras locaciones más mientras desentrañaba la historia no se hicieron esperar. Juegos como Observer, Layers of Fear o hasta Resident Evil 7 aparecieron tratando de encontrar su propia interpretación a este nuevo estilo del terror. Y si bien algunos tuvieron éxito y en ciertos casos mucho más que eso (Resident Evil 7 es un juegazo, no hay discusión), dudamos que alguien además del equipo detrás de Silent Hills supiese en realidad lo que querían hacer con P.T. una vez que pudiesen desarrollarlo del todo.

Lo que sí, una nueva forma de hacer terror en los videojuegos vería su nacimiento, y sería una plataforma para contar historias más oscuras o con temas más pesados, de una forma inusual y hasta más personal en algunos casos. Es acá donde entra Infliction, un juego que trata de darle una nueva interpretación a este estilo de terror, pero quedando corto en el esfuerzo.


Antes que nada queremos darle su merecido crédito a Clinton McCleary, único empleado de Caustic Reality, desarrollador de Infliction. Es una tarea titánica la que se puso sobre su hombro, desarrollando el juego, la historia y su atmósfera para que sea lo más efectiva posible. En algunos aspectos triunfó, y en otros se quedó corto, pero para ver de qué hablamos, pasemos directamente a hablar de la historia y el gameplay que Infliction nos ofrece. Infliction nos pone en la piel de Gary Pout, un padre de familia que vivie con su esposa y su hija adolescente en un suburbio de los Estados Unidos llamado Pleasant Falls.

Gary regresa a su casa buscar los boletos de avión que su esposa olvidó en su habitación. La casa presenta de por sí una atmósfera opresiva desde el primer momento, algunas luces no encienden y las que sí lo hacen, iluminan muy poco. Los sonidos siniestros abundan pero no son claros, ni qué son ni de dónde vienen.

Nos apuramos en conseguir los boletos, resolvemos un simple puzzle y ya estamos dispuestos a salir de nuestro hogar, el cual en ningún momento pareció darnos la bienvenida. El tema es que al querer salir no podemos, no encontramos salida y poco a poco le casa se convierte en una prisión llena de verdugos.


Abuso de substancia, abuso doméstico y violencia infantil son algunos de los temas pesados que Infliction pondrá sobre la mesa con la intención de asustarnos y hacernos reflexionar. El gameplay es exactamente lo que esperábamos de un juego de este estilo: caminar, revisar objeto por objeto, sacar fotos para revelar pistas y resolver puzzles bastante simples. Si bien el gameplay se expande un poco cuando encontramos la cámara Polaroid ya que podremos descubrir pistas y ahuyentar fantasmas sacando fotos (dando una inescapable reminiscencia a Fatal Frame), Infliction pierde la novedad rapidísimo. De igual modo el juego es corto, no más de 3 o 4 horas de juego, y ofrece una suerte de New Game+ que le da un pequeño extra que hace que nuestra experiencia no sea del todo monótona.

Uno de los aspectos más frustrantes de este juego, junto con la sensación “¿y ahora dónde pomada voy?”, son las muertes. En la mayoría de los casos están pre-escritas y no se pueden evitar, muchas veces después de encontrar un objeto clave moriremos sin poder hacer nada. Otras veces sí podremos defendernos con nuestra linterna o la Polaroid, pero tendremos muy pocas oportunidades de hacerlo con éxito, y la pena por no lograrlo es una muerte instantánea con pérdida total del progreso desde el último auto-salvado.


Aunque sí hay que resaltar algo positivo en todo esto, las muertes son muy gráficas e imaginativas, y sinceramente hay una gran variedad así que al menos cada vez que muramos estaremos viendo un nuevo desenlace para nuestro amigo Gary. Es, como mínimo, un buen consuelo.

De igual modo, la atmósfera es realmente muy buena. Si bien Infliction trata de asustarnos con scare jumps o con fantasmas moviéndose de forma irregular, es con el sonido (o incluso a veces con la falta de él) con lo que más nos asusta.

A veces escuchamos los focos de luz desenroscándose para que no podamos usar la luz, pasos, puertas que se abren y cierran sigilosamente como queriendo pasar desapercibidas o murmullos en nuestro oído. Todo esto sumado a las transmisiones de radio siniestras y las actuaciones de voz cuando encontramos recuerdos, hacen de esta, por momentos, una experiencia realmente terrorífica. Para mayor efectividad, aconsejamos jugar Infliction con auriculares.


Palabras Finales:
Infliction intenta asustarnos continuamente, y lo logra varias veces, pero muchas de ellas parecen inintencionales. El silencio en la casa es sólo una de ellas, pero otras veces cuando estamos trabados y no sabemos qué hacer, comenzamos a recorrer la casa y es casi claustrofóbica la sensación que nos da. A los pocos minutos nos conocemos los planos de memoria, lo que hace recorrer el hogar de los Pout una experiencia realmente opresiva. En sus mejores momentos, el terror sutil de Infliction hace que valga la pena jugarlo, pero en un resumen un poco general, se convierte en una experiencia del montón.

Lo bueno:
- La atmósfera.
- El sonido.
- Enteramente hecho por una sola persona.

Lo malo:
- El giro de la historia (lo van a ver venir desde casi el comienzo).
- Lo simples que son los puzzles.
- No intenta innovar demasiado.
- Algunos glitches de sonido pueden arruinar tu experiencia.
- Muy corto.

Nota Final:

6
Decente
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ESCRITO POR Rodrigo Scarlata

Amante del terror en todos sus medios y aspirante a artista marcial. Ama a Hokuto no Ken casi tanto como a sus gatos.

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