1 - Injugable. Un juego roto, que no funciona. No tenemos análisis con esta calificación en nuestro sitio.
2 - Pésimo. Juegos aburridos o frustrantes con problemas técnicos muy serios. Ni siquiera las ideas del juego son buenas.
3 - Muy Malo. Puede que tenga problemas técnicos o bugs que arruinan la experiencia o sea pay-to-win. Además, no es interesante en concepto.
4 - Malo. Un juego genérico o aburrido por demás, que tal vez no esté roto a nivel técnico, pero que fracasa en lo que propone.
5 - Mediocre. Un juego con buenas ideas que falla en lo técnico o en el diseño. También puede ser un juego desprolijo, de esos que tienen apartados rescatables, pero que la propuesta general no convence.
6 - Decente. Un juego con problemas de diseño, que quizás se siente anticuado y que nos hace sentir que pudiese haber sido bueno con algunos cambios. Es un juego que recomendamos solo para amantes del género en cuestión.
7 - Bueno. Un título que funciona, tanto en lo técnico como a la hora de entretenernos, pero que le falta ambición porque ofrece algo que ya vimos o simplemente es repetitivo.
8 - Muy bueno. Un juego que sorprende por alguno de sus apartados. ¿Hay mejores? Sí, claro. Pero cualquier queja que tengamos sobre un juego con esta clasificación no es suficiente para arruinar la experiencia.
9 - Excelente. De lo mejor en su género. Un título sólido, que no va a decepcionarte si lo compras de salida y que terminará siendo memorable.
10 - Obra Maestra. No hay juegos perfectos, pero sí están los que trascienden géneros y rompen algún molde. Un título con esta calificación brilla en su apartado gráfico, narrativo, artístico y técnico, a la vez que destaca no solo en su género sino en el gaming en general y tiene todo el potencial de ser un clásico.
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