Análisis: Resident Evil 2 — Más que remake, renace una obra maestra

Resident Evil 2 llegó a PC y consolas el pasado 25 de enero para elevar la vara, no solo en lo que respecta a videojuegos de terror, también en lo que representa hacer un remake.

Calificación:


Desarrollador: Capcom
Distribuidora: Capcom
Lanzamiento: 25 de enero de 2019
Plataforma: PC, PS4, Xbox One


Análisis basado en una copia digital del juego para PC y PS4, facilitadas por Capcom

La saga Resident Evil suma más de dos décadas de historia y aunque, quizás, haya nacido como un videojuego de nicho, un homenaje a ese cine de culto de zombis, es innegable que ha dejado su huella en la industria. Resident Evil 4 es el referente más obvio, un título que dio cátedra en su momento sobre cómo desarrollar un videojuego de acción. Pero mucho antes, Resident Evil 2 no se quedó atrás. Lanzado en 1998, el título marcó el rumbo que seguiría la saga y fue fuente de inspiración para muchísimos survival horror.

Ahora, 21 años más tarde, Capcom lo vuelve a hacer. Resident Evil 2 llegó a PC y consolas el pasado 25 de enero para elevar la vara, no solo en lo que respecta a videojuegos de terror, también en lo que representa hacer un remake. En tiempos de remasterizaciones y reboots, Resident Evil 2 no se queda en el molde, es un videojuego nuevo, pero uno muy consciente del legado que lleva a sus espaldas.

Resident Evil 2 nos lleva a Raccoon City, escenario ya icónico dentro de la saga. En líneas generales, en la piel de Leon S. Kennedy y Claire Redfield vivimos la misma historia. Pero Resident Evil 2 no es un remake tradicional en la medida en que agrega trasfondo a la historia, nutre de una personalidad marcada a sus personajes y pone en tela de juicio la propuesta de juego. El fin último sigue siendo sobrevivir, pero algunas mecánicas han cambiado.

El survival horror en un género en sí mismo. No hay que dejar de remarcar que no todos los videojuegos de terror le pertenecen. La idea de sobrevivir al terror viene planteada por un game design que trasmite miedo con las propias mecánicas. Resident Evil 2 no se olvida de ello y, de hecho, moderniza la fórmula, tirando abajo el precepto de que los juegos de terror para dar miedo tienen que tener un protagonista tosco o indefenso.
Las armas secundarias (cuchillo y granadas) se pueden usar de dos formas: equipándolas, como se ve en la captura; o como método de defensa cuando caemos presos de un agarre enemigo. Será vital guardarlas para las peleas contra jefes y así evitar que sus agarres nos maten de un golpe
Resident Evil 2 antepone la supervivencia a todo, obligando al jugador a gestionar los recursos y diagramar una estrategia para sobrevivir. No solo sucede que las balas escasean o que los elementos curativos aparecen bastante espaciados en los escenarios, también resulta ser un videojuego más táctico que el original, de estrategia en tiempo real, porque no hay forma de memorizar cuantas balas nos puede tomar matar a un zombi ni cuantos golpes podemos bancarnos si decidimos esquivar porque eso varía de vez en vez. Hay que tomar decisiones rápidas, ser lo suficientemente avispados como para saber cuándo disparar, cuando esquivar o cuando ser sigilosos.

Los enemigos, todos, son esponjas de balas si no se les dispara en los puntos débiles. Una mecánica que ya había usado muy bien Dead Space, pero que acá cobra mayor significancia porque el arsenal que tenemos es reducido y mucho menos poderoso.
A veces, la mejor decisión no es dispararle a los lickers...

El Resident Evil 2 de 1998 genera ansiedad y tensión con sus cámaras fijas. No sabíamos qué nos esperaba a la vuelta de una esquina o con qué podíamos llegar a toparnos al final de un pasillo. Este remake opta por una perspectiva sobre el hombro, una cámara más cercana al personaje, aunque también bastante claustrofóbica.

Aunque tengamos una cámara más libre, el miedo está garantizado con la atmósfera más oscura. La ausencia completa de HUD nos compenetra de lleno y la banda sonora hace un trabajo estupendo de ambientación, con un diseño sonoro 3D que nos deja escuchar a lo lejos a los zombis de otras habitaciones o a las pisadas del icónico Mr. X.
Mr. X y un licker en el mismo pasillo... sí, en Resident Evil 2 es posible, la IA enemiga es impredescible

La sensación de incertidumbre es constante y, por primera vez en un Resident Evil, nunca nos sentimos seguros. Dejaron intactos a los conocidos safe rooms, donde tenemos máquina de escribir para guardar la partida y baúles para organizar el inventario. En el videojuego original, estos cuartos siempre estaban libres de enemigos y nos recibían con una musicalización que buscaba trasmitirnos mucha paz. El diseño sonoro de este remake es más visceral y más realista también. No hay música. Hay entorno: lluvia, truenos, disparos, gritos. Jugar con auriculares es casi una obligación.

La banda sonora está para servir a la narrativa. La historia no la han tocado con respecto al original, pero ahora está mejor contada. No solo todo el entorno está construido para elevar la inmersión –algo que Capcom ya había logrado muy bien en Resident Evil 7–, sino que ahora se han preocupado por darle coherencia. El trasfondo de la historia seguimos expandiéndolo leyendo archivos, pero en este nuevo Resident Evil 2, encontramos más revistas y folletos turísticos que notas de despedida en algún cuerpo. El juego de 1998 utilizó muy bien los entornos para narrar en su tiempo, pero el remake va más allá. Los nuevos escenarios tienen detalles más coherentes con lo que están viviendo los personajes. Incluso los puzles cobran sentido en la narrativa cuando nos enteramos de que la Comisaria antes era un museo, por ejemplo.
Resident Evil 2 es un survival horror muy estratégico. Siempre tenemos un mínimo de dos opciones ante una situación. ¿La mejor acá? Lanzar una granada. 
El diseño de niveles es colosal. Nos encontramos revisitando áreas una y otra vez porque el diseño parte de la base de que vayamos desbloqueando de a poquito un mapa más grande. Al final, todo está interconectado y volver a una zona desde otro ángulo nos hace sentir que la exploración tiene todo el sentido del mundo.

Habrá que armarse de valor para explorar, claro. No solo tenemos la amenazante presencia de Mr. X respirándonos en el cuello durante una buena porción del juego, también sucede que los zombis muchas veces “reviven”. Para asegurarnos que estén bien muertos, hay que reventarles la cabeza y no siempre tenemos balas para hacerlo.

Revisitar una zona para ir tras un secreto conlleva una decisión dilemática. ¿Volvemos a pasar por ese pasillo sabiendo que no tapiamos las ventanas y que pudo haberse metido un licker o un par de zombis?
El inventario es realmente reducido. Expandirlo requiere que exploremos buscando unas riñoneras que nos otorgan dos espacios extra. 
Repito, en Resident Evil 2 nunca estamos seguros. Nunca tenemos certeza de nuestros pasos.

Volviendo a la historia, el remake es fiel al original. La diferencia ahora está en que Leon y Claire son humanos. La dirección del guion sigue la estela de Resident Evil 7, con momentos de verdadero drama. Los personajes secundarios tienen sus propios propósitos. La pequeña Sherry ya no necesita la protección de Claire en todo momento; la relación entre Ada y Leon gana otro tipo de tensiones. El guion, en general, mantiene el tono en todo momento y no peca con deslices como Resident Evil 7, que va perdiendo mucho el tono visceral y dramático hacia el final.

Resident Evil 2 nos deja jugar con Leon y Claire al estilo del juego original. Podemos elegir con qué personaje comenzar y una vez terminada la historia, desbloqueamos “Nueva Historia [2]”, el modo análogo al Lado B del título de 1998. El remake mantiene los incentivos para rejugar las historias una y otra vez, desbloqueando así nuevos modos para jugar con Hunk y Tofu, dos personajes muy queridos por los fans. De todas formas, Capcom acierta, nuevamente, en extender la duración de las campañas. Si rejugar no es lo tuyo, la experiencia de completar la campaña una vez usando a ambos personajes no se queda corta para nada.



Palabras Finales:
En Resident Evil 2 Remake, el cambio no solo es visual y técnico, también hay otra filosofía en el diseño de la experiencia y en la narrativa, y todo le sienta muy bien. Capcom conjugó una experiencia desafiante, divertida y aterradora. Un título que logra lo que ningún otro remake de videojuego: le da a los fanáticos la experiencia clásica que tanto pedían y se ha modernizado, para que los recién llegados sientan lo mismo que sentimos nosotros cuando arrancamos la partida en las consolas PlayStation de 1998. Un clásico atemporal, es de no creer.

Lo bueno:
- Un remake fiel en historia y jugabilidad que moderniza la fórmula del survival horror, con mecánicas nuevas y controles y cámara adaptados a los tiempos que corren
- El miedo surge de la jugabilidad, de lo difícil que es gestionar recursos y tener que decidir en tiempo real cómo encarar a un enemigo
- La atmósfera y el diseño sonoro, aterradores
- En lo técnico cumple con creces

Lo malo:
- Para algunos, rejugar los mismos escenarios con otro personaje puede ser repetitivo


Nota Final:

10

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ESCRITO POR Florencia Orsetti

Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.

4 Gritos :

  1. Tremenda review! Genia!!

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  2. Que sorpresa que fue este remake, los cambios que hicieron le calzan perfecto. Solo extrañé a las arañas w.w

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  3. @Flink y @Marcelo gracias por leer el artículo. Estamos ante uno de los candidatos a GOTY para mí, no nos olvidemos a fin de año :D

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