Desarrollador: Frozenbyte
Distribuidora: Frozenbyte
Lanzamiento: 17 de mayo de 2016
Plataforma: Playstation 4 y PC.
Análisis basado en una copia digital del juego para Steam facilitada por Frozenbyte
Hay una frase
que dice: “No hay malas ideas. Solo buenas ideas que son mal aprovechadas”. En
el mundo del videojuego son muchos los títulos que aplican a este dicho… ¿Cuántas
veces jugamos a algo y nos quedamos con la sensación de que podría haber estado
mejor si ciertas cuestiones o –ideas- estuvieran mejor enfocadas? Estoy
seguro de que la respuesta sería –a secas-: “Muchas”.
Los finlandeses de Frozenbyte no cuentan con demasiados juegos en su haber, pero hay uno que
destaca y se ganó un lugar en el corazón de gran parte de la comunidad gamer. Me refiero al archiconocido
Trine, juego de plataformas en el que controlamos a tres personajes con
habilidades muy diferentes entre sí, los cuales podemos intercambiar a gusto y
placer en cualquier momento.
El desafío de
Trine era resolver determinadas situaciones haciendo uso combinado de los
poderes de cada uno de esos personajes, mientras recorríamos hermosos y
coloridos escenarios. El juego presentaba un nivel de dificultad más que
aceptable y resultó ser una bocanada de aire fresco para el género. Fue un
éxito y tuvo una muy buena recepción tanto por parte de los jugadores como de
la prensa especializada. En resumen:
Buenas ideas, buenas intenciones. Excelente ejecución.
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Esconder los cuerpos enemigos será vital para no "perder" la partida, ni la confianza de Lily. |
Hace unos meses
atrás, en nuestro sitio Web, anunciábamos la salida de Shadwen, el nuevo título
de los padres de Trine. La propuesta sonaba realmente interesante y
prometedora… Hoy luego de haber probado el juego me quedo con la sensación que
transmite mi reflexión inicial: Buenas ideas y buenas intenciones, pero mal
aprovechadas.
Shadwen es una
aventura que podría definir como “sigilo puro” y que se aleja totalmente de las
plataformas que supimos ver en la reconocida saga del estudio. En el juego
tomamos el control de Shadwen –nombre del personaje principal-, una asesina que
tiene por misión eliminar al Rey de un reino medieval muy, pero muy lejano.
Pese a lo solitaria que resulta ser la “profesión” de la protagonista,
contaremos con la compañía de una pequeña huérfana llamada Lily a quien
deberemos proteger y que, por alguna extraña razón, nos acompañará a lo largo
de todo el juego.
Shadwen nos brinda la posibilidad de crear nuestros propios mods gracias al editor que dispone y compartir nuestras creaciones en el Workshop de Steam.
Al comenzar la
partida, podemos ver una breve introducción en que Shadwen tiene al rey con la
daga al cuello. No se nos explica bien el porqué de esa situación, por lo que
solo podemos deducir que el transcurrir de la aventura nos llevará hasta ese
momento.
Inmediatamente
después tomamos el control de Lily. No hay mucho que podamos hacer con la niña además
de escondernos, mover algunos objetos para distraer a los guardias y evitar ser
descubiertos. Este primer capítulo sirve como tutorial, donde se nos explican
algunas de las mecánicas que el juego incorpora, siendo las más importantes el
transcurrir del tiempo en la medida que nos movemos y la posibilidad de
manipularlo… Interesante ¿No?
Y como funciona
esto… ¡Muy simple! Somos el centro de acción. Cuando nos movemos, saltamos o
agazapamos para ser sigilosos, el tiempo avanza y, cuando nos detenemos por
completo, el tiempo se frena. Esto resulta especialmente útil para hacer una
inspección del escenario: ver donde están posicionados los guardias, idear una
estrategia para distraerlos e identificar los mejores sitios para escondernos.
Respecto a la
manipulación temporal, es fácilmente utilizable, solo debemos presionar una
tecla (la “R”) y la magia sucede. Su uso es ilimitado y sirve para volver sobre
nuestros pasos -en caso de que hayamos equivocado el camino a seguir- haber
sido descubiertos, morir tras realizar un salto fallido o por un certero
flechazo. El juego no se anda con medias tintas, o pasamos desapercibidos o
pasamos a mejor vida. Los guardias son infalibles con su ballesta y no muestran
misericordia alguna al vernos.
En el segundo
capítulo cambiamos el control de la pequeña niña por el de Shadwen. A
diferencia de Lily, el movimiento de la asesina se siente mucho más fluido y
ágil, ya que puede saltar, girar, treparse a cornisas y plataformas por igual,
usar su daga, una serie de artilugios que sirven para distraer o eliminar a los
guardias y un gancho que servirá para treparnos a casi cualquier superficie.
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El uso de los artilugios esta muy mal aprovechado al punto de prescindir de ellos durante el transcurso del juego. |
Tanto el gancho
de agarre como los artilugios deberán ser fabricados, y esto consta de dos
pasos: El primero, es obtener el diagrama del objeto en cuestión y, el segundo,
consiste en conseguir los componentes necesarios. Diagramas y componentes
pueden ser fácilmente encontrados en los distintos cofres que podemos saquear
durante la exploración de los escenarios.
Las mecánicas
del juego se encuentran muy lejos de la acción, ya que como decía, esta
aventura se centra en el sigilo al más puro estilo Assasin´s Creed o Metal Gear
Solid, aunque, claro está, salvando las enormes y grandes distancias que
existen entre los citados títulos y este. Lo fundamental será mantenernos fuera
de la vista de los guardias del reino. Para esto podemos adoptar una postura
sigilosa evitando así hacer ruido con nuestros pasos, escondernos entre los
arbustos o buscar la seguridad de las alturas con el gancho e ir saltando por
los techos de las distintas edificaciones.
Lily por su
parte, será controlada por la IA, aunque podemos
darle órdenes para que se mueva de un lugar a otro. Ya que no puede andar por
los techos, debemos protegerla, despejando su camino de enemigos para que así
pueda desplazarse por los niveles con total libertad. Para esto, como aprendemos
en el primer capítulo, podemos mover cajas, empujar barriles u objetos, hacer
uso de los distintos gadgets de Shadwen o dejarnos ver por un instante como
para captar la atención de los curiosos guardias... y si eso nos parece
complicado o engorroso, siempre podemos hacer uso de nuestra fiel daga y
mandarlos a mejor vida. El objetivo en cada escenario será el mismo: llegar al
final con ambos personajes.
Sinceramente, si
el análisis terminara acá, Shadwen estaría más que bien, ya que las ideas, que
no son revolucionarias, resultan ser en cierto punto innovadoras e
interesantes. El problema es que el juego tiene buenas intenciones… pero ahí se
queda, en intenciones… buenas, eso sí, pero con una ejecución mala.
Vayamos por
partes para entender el por qué.
La historia nos
muestra una introducción que no nos dice nada… Podríamos suponer que al avanzar
en la aventura descubriremos más cosas acerca de por qué nuestra protagonista
quiere matar al Rey. ¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Qué le hizo el Rey a
Shadwen? ¿Lo quiere matar por justicia? ¿Venganza? La verdad, es que no lo sé,
no tengo respuesta a esto ya que el juego tampoco me la brindó. Lo poco que nos
vamos enterando del trasfondo argumental del juego es gracias a algunas
conversaciones que tienen los soldados, siempre y cuando se les preste la
atención que quizás merecen, ya que tal vez nos encontremos enfocados en otras
cuestiones como proteger a Lily… aunque sinceramente, muchas veces desearíamos
eliminarla y simplificarnos la vida...
Shadwen es un proyecto cargado de buenas intenciones pero que peca de una mala ejecución en la mayoría de sus aspectos.
“¿Cómo? ¡Que
desalmado!” dirán. Sin embargo, esto, que puede sonar mal, créanme que a lo
largo de la partida se vuelve una idea recurrente. Se debe a que el peor
enemigo del juego, el más malo entre los malos es… (Redoble de tambores)… la IA.
Es para agradecer
el hecho de que Lily se maneje sola y corra ella misma hacia los escondrijos
evitando de este modo tener que controlar a dos personajes en simultáneo, con
lo engorroso que eso puede llegar a ser en un juego de acción y sigilo. A veces
incluso, muestra un comportamiento acorde e inteligente… hasta que deja de serlo
y la frustración se hace presente. Muchas veces la maldita niña que nos
acompaña se queda trabada en los escondites sin motivo alguno, como si algo le
impidiera moverse. En otras ocasiones cuando despejamos el camino para que
avance decide no hacerlo, y cuando queremos que no venga hasta nuestra posición
para que no nos vea arrastrando un cadáver, lo hace con la velocidad de un
rayo.
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Gracias a las conversaciones de los guardias es que nos enteraremos del marco argumental de Shadwen. |
Algo similar
sucede con los enemigos, los que pueden ser –como decía antes- implacables… a
la vez que inútiles. De verdad creo que hay un problema grave con la guardia
del reino. Los soldados, poseedores de una puntería mortífera (ya que jamás
fallan un disparo), reaccionan como idiotas ante muchas situaciones. Por
ejemplo, la mejor es cuando se quedan trabados detrás de una pila de cajas, las
empujan tirando algunas encima de algún compañero, matándolo en el proceso. Al
descubrir a quien mató –a causa de su estupidez- sale corriendo a dar la alarma,
lo cual nos obliga a recurrir a la “R” y deshacer su –completen ustedes mismos
con un sinónimo para estúpido- accionar ¡Tan increíble, como real!...
Y distraerlos…
¡Resulta de lo más simple! Basta con mover una caja, hacer rodar un barril,
usar algún artilugio o ¿Clavar nuestro gancho en la pared? ¿Saltar? Hasta ese
punto llega la simpleza. Yo creo que deben ser los guardias más nerviosos y
susceptibles que he visto en algún videojuego.
Pero hay otros,
que deben estar pasados de tranquilizantes ya que hacen sus rondas de guardia a
un ritmo tan, pero tan lento que desespera y como si fuera poco, podemos
desparramar una pila de barriles frente a ellos y ni se inmutan. Para peor, si
ven a Shadwen, la dejan hecha un alfiletero… pero Lily es otro cantar. ¡La
niñita parece invisible ante sus ojos! Puede pasar corriendo delante de sus caras,
romper un barril, mover objetos y los guardias no muestran reacción alguna.
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Las pilas de heno y los arbustos servirán de escondite para nuestras protagonistas. |
El uso de los
artilugios y trampas tampoco está bien implementado. De hecho, pasé todo el
juego sin usar más que uno o dos. Es como si eso fuera un mero adorno: Tenemos
un inventario donde guardamos los componentes que nos sirven para fabricarlos,
y los planos donde vamos volcando los objetos con que armar los distintos
chiches. Por empezar, las materias primas para confeccionar estos ítems son
escasas y segundo, al no tener realmente un uso práctico, ir en busca de un
cofre que está vigilado por un par de enemigos, no justifica el esfuerzo, por
lo que el inventario se convierte en un muestrario de chatarra.
Párrafo aparte
merece el gancho que resulta útil para llegar a las alturas, o mover objetos a
la distancia… pero lograr un uso efectivo para saltar entre plataformas puede
llegar a sacar nuestro lado más oscuro. Termina siendo una herramienta
necesaria pero poco práctica.
Otro asunto es
que el juego resulta excesivamente fácil y poco desafiante gracias a la
posibilidad que tenemos de manipular el tiempo. Esto hace que no podamos morir
nunca y nos invita a ser descuidados en un juego donde se supone tenemos que
ser sigilosos. ¿Equivocamos el camino a seguir? “R”; ¿Tiramos una caja y no nos
gusta la reacción de los guardias? “R”; ¿Nos caímos de un techo o una
plataforma por error? “R”… “R, R, R”. La mecánica no está mal, pero el hecho de
que su uso sea ilimitado le quita emoción a la aventura.
El sigilo
funciona bien pero se siente mal aprovechado. Si no es por los objetos que hay
en el escenario –llámese arbustos, cajas o barriles- los que podemos usar para
escondernos, no hay ninguna otra cosa que sirva para tal fin. Hubiera resultado
más interesante si el juego nos permitiera ocultarnos en las sombras o dentro
de alguna caja evitando de este modo, caer en cuestionables diseños de
escenarios debiendo poner por ejemplo arbustos dentro de las dependencias del
castillo del Rey.
Por último,
Shadwen cae en el pozo de lo monótono y repetitivo. Todos los niveles,
independientemente del diseño que posean y de lo mucho o poco que podamos
explorar, se resumen a lo mismo. Distraer guardias, hacer que Lily avance,
llegar al final del nivel. No hay objetivos secundarios, no hay algo que aporte
variedad, el juego muere ahí y es una verdadera lástima. Se podrían haber
incorporado algún tipo de puzzle a
resolver entre los dos personajes al estilo del Brothers: A Tale of Two Sons
por ejemplo… Hay solo “UN PAR” (y hago énfasis en esas palabras) de ocasiones
donde debemos rodear determinado lugar para abrir una puerta a Lily, y “UNA”
sola situación en la que ella le abre una reja a Shadwen.
No me gusta ser
despiadado y destripar juegos porque sé que detrás de toda obra hay gente que
trabaja y le pone ganas a lo que hace… Pero ¡No vives de ensalada! no
alcanza con buenas intenciones ¡Ni en el apartado visual destaca! Frozenbyte
supo hacer mejores cosas en este apartado con Trine y es una lastima que no
hayan puesto algo de esa magia en este proyecto. Ni hablar del diseño de los enemigos
que se resumen a DOS, sí ¡Solo dos modelos de enemigos!… Son todos exactamente
iguales, carentes de personalidad y con movimientos dignos de un octogenario.
Pero bueno, no
son todas espinas y sí hay algunas rosas. El apartado sonoro resulta funcional
al juego. La música es aceptable, lo mismo que las voces actuadas de los
soldados que se sienten con un lindo toque inglés.
De todos modos y a pesar de sus falencias no me resultó un castigo jugar a Shadwen. Por alguna extraña razón –reniegos e insultos a la pantalla mediante- lo terminé para ver los dos finales que el juego ofrece.
De todos modos y a pesar de sus falencias no me resultó un castigo jugar a Shadwen. Por alguna extraña razón –reniegos e insultos a la pantalla mediante- lo terminé para ver los dos finales que el juego ofrece.
Lo Mejor:
-El intento de Frozenbyte de incursionar en otro género.
-Tiene dos finales ¿?
-Aventura stealth cargada de buenas intenciones...
Lo Peor:
- ... pero mal ejecutadas
-La IA puede llegar a ser realmente desquiciante.
-Mecánicas de juego repetitivas.
-Retroceder el tiempo ilimitadamente lo hace muy fácil.
Nota Final:
5
Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.
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