Primeras Impresiones: Dead Cells — mucho más que el típico metroidvania



Desarrollador: Motion Twin
Distribuidora: Motion Twin
Lanzamiento: 10 de Mayo de 2017 (Early Access)
Plataforma: PC


Análisis basado en una copia digital del juego para Steam facilitada por Motion Twin

El Roguelike es uno de esos géneros que, con el paso del tiempo, ha ido ganado muchísima popularidad y un gran grupo de adeptos. Por extraño que parezca, este tipo de juegos, que reúnen ciertas características que generalmente los convierten en títulos sumamente difíciles, pueden llegar a brindar un sinfín de horas de entretenimiento en base a una premisa fundamental que, indudablemente forma parte de las “máximas” de este tipo de juegos: Morir una y otra vez forma parte del aprendizaje.

Para que se entienda: Cada nueva partida es tan sólo un mero intento por llegar un poco más lejos, estar mejor preparados para lo que se viene, intentando no cometer aquellos errores que, ya sea por un exceso de confianza o por no estar listos para afrontar lo desconocido, nos hicieran morder el polvo finalizando de forma fulminante nuestra run.

Basándose en esta regla de oro, llega Dead Cells, un roguelike de pura cepa desarrollado por el estudio indie Motion Twin y pese a que a priori pueda  parecer un título más dentro de un género superpoblado les aseguro que no es así. Este hermoso videojuego se cimienta sobre la sólida estructura de avanzar por niveles generados en forma aleatoria, despachando una y otra vez a los mismos enemigos, obteniendo loot random en cada partida y fortaleciendo nuestro personaje para, luego de morir, llegar un poquito más lejos.

El comienzo sera duro y difícil, pero en cada nueva partida siempre llegaremos un poco mas lejos.
Si, si, ya sé que luego de leer el párrafo anterior no entenderán que es lo que hace que Dead Cells sea especial, y a decir verdad es difícil de explicar, porque deben jugarlo para notar lo fresca que se siente esta fórmula harto trillada. Motion Twin supo sacar lo mejor del género, e incluso tomar prestada la exploración de niveles típica de los metroidvania, y poner todo ello al servicio de un videojuego fácil de comprender pero difícil de dominar.

Cabe acotar, que para ser un título que aún se encuentra en su etapa Early Access, está muy pulido en varios aspectos, ofreciendo suficiente contenido como para tenernos frente a la pantalla un buen puñado de horas y, lo que es más importante, sin presentar prácticamente fisuras o problemas en su experiencia jugable.


Ahora bien, ¿De qué se trata Dead Cells? Como les decía, es un roguelike que nos pone en el rol de una especie de célula (o ameba, aunque sinceramente no se bien que es lo que es) que toma posesión del cuerpo decapitado de un asesino. A partir de allí, nuestra misión consistirá en recorrer una serie de calabozos, despachando enemigos, esquivando ataques a una velocidad extrema, a la vez que sorteamos trampas y descubrimos secretos… y fin de la “historia”… Es un Roguelike ¿Qué esperabas?

Los puntos más álgidos de este videojuego, que obviamente no están en su argumento, son todos lo demás: combate, exploración, diseño de niveles y su soberbio apartado técnico… que les voy a decir, he quedado absolutamente maravillado con este adictivo título.

Los enemigos de Élite son sumamente duros y difíciles de derrotar, pero las recompensas valen el riesgo.
El combate, alma de Dead Cells, es realmente muy bueno, rápido e incorpora un dejo de táctica a lo Dark Souls brindando la posibilidad de hacer un giro para esquivar los embates enemigos. Además de esto, por supuesto podremos atacar con armas cuerpo a cuerpo, realizar saltos y usar ítems. Es inevitable sentir una sensación de satisfacción al comenzar a pelear, estudiando a las criaturas que enfrentemos para conocer sus mecánicas de ataque en pos de buscar la mejor forma de defendernos para luego pasar a la ofensiva.

Sin embargo, hay otras cosillas que el juego no te cuenta y que se siente muy gratificante el ir descubriéndolas, como por ejemplo, poder hacer uso de ciertos objetos del escenario, tales como las puertas, las que podremos derribar atontando en el proceso al incauto que se encuentre cerca de ellas. Por si fuera poco, también se ha incorporado una novedosa -y algo diabólica- mecánica que nos obliga a estar a la ofensiva cuando nos hieren. Cada golpe que recibimos ocasiona mucho daño a nuestro personaje, pero si en vez de correr, nos mantenemos en pie de guerra y logramos encajar ataques a los enemigos, recuperaremos parte de esa salud perdida.

Por si esto fuera poco, tenemos a nuestra disposición una gran variedad de armas: espadas, espadas dobles, estiletes, arcos, látigos, dagas y escudos entre otras tantas. Cada una de ellas tiene diferentes atributos e incluso efectos secundarios como sangrado, daño por fuego o bonificadores al ataque por la espalda, que de algún modo u otro, definen nuestro estilo de juego. En todo momento podremos llevar dos equipadas lo que nos permitirá alternar los ataques dependiendo del tipo de enemigo que enfrentemos.

El diseño de niveles, la variedad de enemigos y la fluidez del combate son alguno de los puntos mas fuertes del titulo.
Y si están pensando que ahí termina el asunto… déjenme decirles que están equivocados ¡Auuuún hay más! Aparte de las dos armas, también podremos cargar con útiles artilugios, lo que vulgarmente se conoce como “Ítems”, que nos serán de gran ayuda a la hora de superar los distintos niveles: bombas incendiarias, congelantes, bengalas cegadoras, trampas para oso e inclusive los típicos kunai, esos pequeños cuchillos arrojadizos muy populares entre los ninjas de la época. Lo interesante es que estos objetos de apoyo no se consumen, sino que se pueden usar indiscriminadamente, aunque claro, habrá que esperar unos segundos de Cooldown entre uso y uso.

A decir verdad la variedad de estilos de combate y estrategias que se pueden implementar al hacer uso, tanto de armas como ítems, es muy amplia; el hecho que los controles respondan fluidamente no hace más que mejorar la experiencia. Es un acierto que así sea, porque sólo derrotando enemigos es que conseguiremos mejorar y ser más poderosos, convirtiéndonos en una perfecta máquina de asesinar.

Con cada criatura derrotada obtendremos oro, que servirá para comprar objetos e incluso abrir puertas y una especie de orbes que funcionan como las almas de… adivinen… ¡Sí! Dark Souls. Entregando estos objetos a un mercader (que vaya uno a saber qué hace con ellos) podremos mejorar el daño de las armas, fabricar nuevos objetos, aumentar el número de pociones curativas que podamos cargar e incluso desbloquear mejoras pasivas. Lo bueno es que todas estas mejoras son permanentes, es decir, no desaparecerán cuando nos maten. Lo malo es que cada vez costará más alm… err, digo, orbes comprar una mejoría y, aunque quizá en algún momento nos parezca que lo que haya que pagar para aumentar el daño de esa espada que tanto nos gusta sea excesivamente costoso, no desesperen, porque con la cantidad de horas que se le puede llegar a echar a este videojuego lo conseguirán tarde o temprano.
Es notorio el amor puesto en cada uno de los pixeles que componen el apartado gráfico ¡Hermoso!
Existen también otro tipo de mejoras para nuestro “héroe” que aumentan el daño, reducen el tiempo de utilización de los ítems o nos otorgan más puntos de vida. Generalmente están celosamente custodiadas, pero hacernos con ellas nos dará ese plus para, quizá, solo quizá, sobrevivir unos minutos más. Lo interesante es que esto nos proporciona las herramientas para configurar nuestra propia “build”, pudiendo hacer un personaje que aguante más castigo o que inflija ataques más poderosos. Estas mejoras no son permanentes y desaparecen al morir, lo cual no está mal, porque nos permite probar distintas alternativas en cada run que comencemos.

Dead Cells es un juego difícil, pero no se siente que su nivel de dificultad sea artificial. Es el exceso de confianza el que nos mandará de nuevo al comienzo, porque cuando creamos que ya nada puede derrotarnos, siempre aparecerá un bicho nuevo que nos hará probar el amargo sabor de la derrota. Ojo, no es que haya una gran variedad de enemigos, pero si la suficiente como para no aburrirnos.

Además de las criaturas que pueblan los distintos mapas, también tendremos que medir fuerzas con imponentes jefes de final de nivel y enemigos de élite. Estos últimos, son muy difíciles de derrotar debido a que cuentan con una resistencia muy elevada y sus ataques causan mucho daño… como debe ser. Muchas veces es mejor pasar de ellos, aunque si los derrotamos nos premiarán con unas runas especiales que proporcionan habilidades que resultarán muy útiles para llegar a ciertas áreas de otro modo inaccesibles, una mecánica muy propia de los metroidvania.

Dead Cells es un ejemplo a tener en cuenta para aquellos juegos que llegan en forma anticipada.
Como les decía en un principio, la exploración y el buen diseño de los escenarios es otro de los puntos fuertes en Dead Cells. En este momento existen unos diez niveles que tendremos que recorrer con sus secretos y enemigos característicos. Además en cada zona hay tiendas en las que gastar el oro recolectado, portales que nos permitirán viajar rápidamente de un lugar a otro y áreas ocultas que conducen a mapas especiales en donde se pondrán a prueba nuestras habilidades. También podremos encontrar dos tipos de cofres gigantes: los normales, que siempre nos darán un objeto y los malditos que nos recompensarán con mucho oro e ítems a cambio de cumplir con una sentencia que puede llegar a implicar grandes riesgos.

Sinceramente, si en este punto no les llama la atención este videojuego, quizá su apartado técnico termine de convencerlos de que realmente vale la pena. Los gráficos en 2D son una maravilla y se nota el amor puesto en cada pixel que vemos en pantalla, presentando escenarios realmente hermosos con un nivel de detalles notable. Todo esto es acompañado por una excelente banda de sonido que presenta variadas melodías orquestales, aunque lamentablemente, y estimo que debe ser porque el titulo aún se encuentra en Early Access, en algunos niveles se nota la ausencia de melodías.

En mi opinión, el trabajo de Motion Twin es realmente excelente. Dead Cells es un roguelike con tintes de metroidvania que, sin lugar a dudas, puede llegar a ser uno de los mejores títulos que el género tenga para ofrecer este año. Y eso que lo que nos brindan de momento es tan sólo una parte, un fragmento de lo que el videojuego tiene para dar, aún faltan muchos más enemigos, armas, escenarios y objetos que se irán agregando de a poco en futuras actualizaciones. ¡Ojalá todos los Early Access fueran así!... o mejor aún ¡Ojalá muchos de los videojuegos que salen hoy día al mercado fueran así! Pulgares arriba para esta propuesta que, en mi humilde opinión, no deberían dejar pasar por alto.
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ESCRITO POR Viejo Frank

Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.

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