Desarrollador: Team Ninja, Tecmo Koei
Distribuidora: Sony PlayStation
Distribuidora: Sony PlayStation
Lanzamiento: 13 de marzo de 2020
Plataforma: PS4
Análisis basado en una copia digital para PS4 facilitada por PlayStation Latinoamérica
Hay pocas cosas más satisfactorias en el mundo de los videojuegos que enamorarse de un
título, añorar una secuela, recibirla y ver que hicieron todo bien. Nioh supo ganarse un lugar
en el corazón de los fans del Masocore RPG, aunque muchos lo criticaban por lo similar a la
saga Souls, aunque en el fondo Nioh supo ser su propia bestia.
Si bien las similitudes son innegables, el sistema de juego de Nioh presentaba movimientos
más ágiles, reacciones rápidas y combos customizables, lo que le daba una profundidad al
combate pocas veces antes vista. En esta oportunidad, Nioh decidió apostar más por buscar su propia identidad, y la encontró
desde el primer momento. Todo lo que en el primer título hacía de Nioh algo único, se
multiplicó y emprolijó de una manera admirable.
En esta segunda parte, no sólo el sistema de combate se siente mucho más preciso y fino, sino que también la
exploración, el modo online, los coleccionables, la historia y la jugabilidad en general fueron
analizadas a fondo para eliminar cualquier aspereza que encontraran. Esto dio como resultado
final un Masocore RPG de primera línea, que no sólo no tiene nada que envidiar a sus
contrincantes, sino que también debería meterles miedo y exigirles a fondo, como se exigió a
sí mismo.
La historia es uno de los principales focos de Nioh 2, y qué mejor forma de meternos en la
historia que poder crear nuestro propio Samurai para arrasar con la amenaza Yokai. El motor
de creación de personajes nos ofrece una gran variedad de opciones, por lo que si son de los
que les gusta crear personajes, prepárense para que su primer hora de juego sea invertida en
esta etapa.
La historia es muy difícil de contar sin entrar en territorio de spoilers, pero a grandes rasgos
nuestra aventura comienza en el año 1555, décadas antes de la unificación de Japón a manos
de Ieyasu Tokugawa. Nuestro personaje, engendro de una humana y un Yokai, dedica sus días
a combatir demonios a cambio de dinero u otros bienes.
En una de sus misiones, el encuentro con un poderoso Yokai hace que nuestro protagonista
pierda el control de sus habilidades. Tokichirou, un vendedor ambulante que pasaba por ahí,
ayuda a que recupere la compostura y le cuenta sobre el caos que está incubándose en el
corazón de Japón, que amenaza con arrasar a este próspero país. Juntos emprenden una misión suicida en busca de unificar una nación dividida por intereses y
ambiciones.
Como en la primer entrega, Nioh 2 basa su historia en hechos y personas reales (así como
también en la rica mitología de su país), en este caso en Toyotomi Hideyoshi, unificador de
Japón. Luego de crear a nuestro personaje, Nioh 2 no nos dará respiro. La dificultad se siente desde el
primer momento, pero también la precisión del gameplay y lo bien que responden nuestros
controles.
Como en el juego anterior, contaremos con un arsenal de armas tanto de corta como
mediana y larga distancia y tres posturas diferentes con cual blandirlas. La postura alta es la de ejecución, ofrece golpes más lentos y que nos dejan vulnerables, pero a
su vez más certeros y decisivos.
La postura media es la equilibrada, sus ataques son moderadamente veloces y los espacios en
nuestra defensa son menores. Es una postura que en general es cómoda para aprender a usar
todas las armas y ofrece un arsenal de movimientos simples que nos permiten atacar y
defender sin exponernos demasiado.
La postura baja es sin duda la más ágil y rápida, la que menos nos expone a contrataques y la
que más posibilidades de manejar el combate nos da. Pero, como era de esperarse, es a su vez
la que menos daño hace y una de las más difíciles de dominar, ya que con la estrategia (y el
arma) adecuada, puede ser de las más letales.
Existe además una cuarta postura, pero no es para todas las armas. La técnica más arriesgada
de los samurái es la del battou, que significa literalmente envainar. La misma consistía en
mantener la espada en su vaina hasta el momento del ataque, el cual debía ser rápido y
certero, ya que esta postura no ofrece una buena defensa y deja al espadachín expuesto a
represalias. Aunque suena desventajosa, era una técnica de muy alto nivel dominada por muy
pocos pero de gran eficacia, ya que al no mostrar una postura de ataque, era casi imposible
adivinar por dónde vendría el espadazo.
Así como en la historia, la técnica del battou se maneja igual en el Nioh 2. Sus ataques son
extremadamente dañinos y efectivos, pero nos dejan muy expuestos si lo pifiamos.
Estas tres posturas están muy atadas al sistema de vida de los enemigos, el cual consiste de
dos barras: una de vida y otra de stamina. Ambas se explican por sí mismas, pero vale aclarar
que al disminuír la barra de stamina de un enemigo, el mismo quedará vulnerable para un
ataque definitivo que consumirá gran parte de (o toda) su barra de vida.
Los golpes de las posturas altas atacan directamente a la barra de vida, dañando poco la barra
de stamina, los de postura media dañan de igual manera ambas barras y los de postura baja
dañan primariamente la barra de stamina. La postura battou daña inmensamente ambas
barras, pero es muy difícil de usar de forma precisa.
De igual modo, una de las principales estrategias de combate en Nioh 2 viene de la mano de
los combos, la posibilidad de customizarlos a gusto de cada uno y la capacidad de cambiar de
posturas en medio de un combo, pudiendo así optimizar el daño a ambas barras enemigas
según nos vaya conviniendo.
A la hora de customizar combos, podremos elegir nuestra forma de luchar, alternando entre
golpes que dañen más la vida o la stamina, o incluso entre ataques que contengan más golpes
por ataque o menos pero con posibilidades de lanzar o debilitar al oponente. Además, una de las novedades más fuertes de este título, es la de poder convertirnos en Yokai,
una forma demoníaca que nos hará movernos más rápido, pegar más fuerte, ser inmunes e
invocar espíritus a que hagan ataques especiales. Para poder transformarnos deberemos llenar
el círculo de afinidad con nuestro espíritu y, al llegar al máximo, podremos desatar nuestra
furia yokai (la cual será limitada, pero podremos evolucionar subiéndola de nivel).
Dicha transformación cuenta con 3 estilos diferentes: Brutal, Feral y Phantom.
Obviamente que cada una de estas formas tiene su propio set de habilidades que estará atada
al espíritu que estemos usando en ese momento.
Los espíritus de afinidad Brutal nos harán pegar más fuerte y hacer que nuestros ataques sean
ininterrumpibles, por lo que al estilo tanque, podremos mashear el botón de ataque hasta que
se acabe nuestra forma. También podremos repeler ataques, lo que dejará a nuestro enemigo
vulnerable para un ataque letal con terribles repercusiones.
Los de afinidad Feral nos permitirán movernos más rápido, esquivar con precisión y agilidad y
atacar con celeridad y certeza. La velocidad de esta forma hace que podamos atacar y esquivar
sin interrumpir el combo, convirtiéndonos en una mancha borrosa de ataques imposible de
atrapar.
La afinidad Phantom nos permitirá manejar habilidades ying y yang. Las habilidades ying sirven
para dejar pasar ataques o lanzar nuestra arma para transportarnos con ella a donde esté
nuestro enemigo. Las habilidades yang nos permiten ser más ofensivos y también lanzar el
arma, pero para atraer al enemigo o engañarlo con un contraataque aún más fuerte.
Como si fuera poco, tenemos además la posibilidad de consumir las almas de los Yokai
vencidos por nosotros y utilizarlos como parte de nuestro arsenal. Una tercera barra ubicada
debajo de la stamina nos indicará cuánta energía disponible tenemos para usar estas
invocaciones. Las mismas al usarse, efectúan un único ataque con efectos que varían según el
Yokai, y que pueden mejorarse fusionando con otras almas o pueden darle sepultura a cambio
de puntos para mejorar las otras almas bajo nuestro poder.
Si a todo lo que enumeramos, le sumamos el ENORME árbol de habilidades que Nioh 2 tiene
para ofrecernos, tenemos por delante un título larguísimo de conquistar, pero
extremadamente satisfactorio al lograrlo. Este árbol nos permitirá subir de nivel habilidades específicas de armas o estilos
según los vayamos usando, es decir, si usamos mucho las habilidades de ninjutsu y katanas,
iremos ganando puntos de habilidad para esas dos ramas, lo que nos permitirá crear a nuestro
personaje con todas las letras, haciéndolo único en su forma de atacar, defenderse, moverse y
hacer daño.
En este aspecto encontramos algo bastante negativo; la mayoría de las habilidades están
atadas a misiones, es decir, no podremos comprar algunas habilidades hasta que no hayamos
terminado la misión que requiera dicha habilidad. Esto puede ser muy frustrante, porque uno
dedica horas y horas a farmear experiencia para que un jefe o una zona no sea tan cruel con
nosotros, pero al final los puntos van a quedar boyando en nuestro árbol de habilidades sin
poder ser usados hasta que al juego no se le antoje habilitarnos la misión atada a esa habilidad
y que la finalicemos.
Si bien podremos juntar amrita (puntos de experiencia) matando una y otra vez los mismos
enemigos (quienes se regeneran cuando descansamos en un punto de salvado), sólo servirá
para subirnos los stats, pero nuestras habilidades y poderes seguirán siendo los mismos hasta
que los habilitemos completando sus misiones.
También, como en su predecesor, contaremos con la posibilidad de crear ítems con ninjustsu
para asistirnos a nuestras peleas. Los mismo pueden varias desde bombas de humo o
paralizadoras, hasta encantamientos para que nuestro arma haga daño elemental o se
concentre en dañar la stamina de nuestro adversario u otros efectos aún más profundos para
el combate.
Con todo lo que dijimos hasta el momento no empezamos siquiera a descascarar la superficie
de el detallado e impecable sistema de combate que Nioh 2 nos trae, algo que hace que este
título brille y haga que todos los fans estemos más que satisfechos con las mejoras de esta
entrega.
Y eso es lo que es Nioh 2 en realidad, la versión perfecta de su predecesor. Todos los sistemas
que Nioh presentaba están acá también, pero expandidos y mejorados a su enésima potencia. Y todas
las mecánicas nuevas que esta secuela ofrece están detalladas e implementadas al máximo,
demostrando que ninguna de las adhesiones fue algo al azar o poco pensado.
Nioh 2 nos presentará un sistema de juego difícil de conquistar, pero muy posible. Esto es un
arma de doble filo, porque por momentos nos sentiremos los reyes de la colina con nuestros
combos, yokais y habilidades, pero así como nuestro personaje evoluciona, también lo hace la
inteligencia artificial.
Los enemigos en general poseen ciertos patrones, pero los más imponentes parecieran tener
vida propia por momentos. A veces un combo tiene cuatro golpes, otras veces tiene dos y
termina con un esquive, otras veces tiene seis, y así consecutivamente, por lo que no podemos
confiarnos en haber descubierto el patrón de un enemigo.
Así como nuestros enemigos quedan vulnerables a un ataque letal al consumir toda su
stamina, también lo quedaremos nosotros. La IA puede aprovechar ese momento para
definirnos de un solo golpe, derivando en momentos de mucha frustración y rabia. Pero hasta
en ese detalle el equipo detrás de Nioh 2 estuvo detrás, porque aunque muramos mucho los
tiempos de carga son rapidísimos y casi no nos da tiempo a que nos dejemos llevar por la
frustración. Es el típico síndrome de “una vez más, ésta seguro le gano”, lo que hace que a
pesar de fallar una y otra vez lo sigamos intentando casi sin pensarlo.
Otro condimento que la IA tiene en esta ocasión es la capacidad de hacer un ataque especial
que, de conectarlo, puede ser definitorio. Una especie de bruma roja rondará a nuestro
enemigo, lo que nos alertará del ataque. Por suerte no estamos desamparados, ya que si
mantenemos R2 y tocamos el círculo al momento del impacto, podremos hacer un
contraataque con nuestra forma Yokai, lo que dejará al enemigo vulnerable para rematarlo.
El modo online vuelve de una forma similar que en su precuela, pero en esta oportunidad,
además de poder invocar fantasmas cooperativos y pelear contra otros luchadores que
murieron en la zona, tendremos la posibilidad de jugar misiones con hasta dos amigos en
simultáneo, lo que puede resultar en horas y horas de pura diversión.
El único detalle es que los fantasmas cooperativos hacen poco daño y muchas veces terminan
llamando la atención a enemigos que queríamos evitar. Si bien la inteligencia artificial de los
enemigos se siente emprolijada hasta en el último detalle, la IA cooperativa más de una vez
deja mucho que desear.
Las misiones y la historia progresarán igual que en el primer Nioh, es decir, tenemos un hub para elegir
si queremos forjar y mejorar armas y armaduras, subir de nivel, mejorar las almas que fuimos
ganando, cambiar nuestra apariencia, cambiar la apariencia de nuestro refugio, destrabar arte
original y detalles exclusivo de la historia de nuestros enemigos y amigos y muchos detalles
más. En este hub podremos elegir las misiones así como ver el progreso de las mismas, ver si nos
faltan coleccionables o volver a jugar las misiones para ganar experiencia, materiales o
equipamiento exclusivo de dicha misión.
Otro de los grandes retornos es el de los Kodamas, sus bendiciones. Éstos son pequeños
espíritus infantiles y juguetones que nos guían y protegen en nuestro camino, además de ser
quienes guardan nuestro progreso. En cada misión encontraremos Kodamas perdidos que
deberemos guiar a su santuario para reunirse con sus amigos.
Cada vez que llegamos a un santuario podremos recibir diferentes bendiciones que irán
aumentando según la cantidad de Kodamas que encontremos, como recibir más experiencia,
aumentar la posibilidad de que los enemigos arrojen objetos raros al ser vencidos, curarnos
más con objetos de curación y otras variaciones. También podremos ofrecerles a nuestros pequeños y verdes amigos las armas y armaduras
que no vamos a usar, para que a cambio nos den experiencia y una moneda exclusiva para su
tienda especial.
Con esa moneda podremos acceder a la tienda de los Kodama, un lugar donde el stock varía y
las cantidades también. A veces en esta tienda encontraremos ofertas increíbles, pero otras
veces nos ofrecerán flechas comunes o piedras. Esta adición le agrega mucha personalidad al
juego y también a los kodama, demostrando fidelidad a su figura mitológica la cual es
juguetona y traviesa.
Esto, junto todos los detalles que cada pantalla tiene para ofrecer, le da al mundo de Nioh una
tridimensionalidad increíble. Cada personaje que aparece influye en la historia y va creciendo
en la misma, cada evento va cambiando al mundo e incluso ciertos caminos nos pueden llevar
a misiones secretas. Si bien nuestro personaje puede parecer medio unidimensional al caer en
el estereotipo de héroe silencioso, terminamos agarrándole cariño y nos permite sentirnos aún
más adentro de este universo de lo que ya nos sentíamos.
Y como detalle final, cabe hacer una mención especial a la música, similar en tono a la de su
predecesor (con ritmos e instrumentos tradicionales japoneses), pero con un nivel de cuidado,
detalle y composición inolvidable. Los jefes tienen canciones que te cuentan historias, algunas son épicas y llenas de adrenalina,
otras son inevitables, sombrías y con un amargo sabor a arrepentimiento. Más de una vez,
entre revoleo de joystick y gritos de frustración, nos encontraremos tarareando estas melodías
sin poder evitarlo. La dirección musical es sublime de comienzo a fin y realza todo lo que pasa
en cada momento, dándole a Nioh 2 una personalidad única y bien marcada.
Lo bueno:
- El gameplay en toda su expresión, desde la exploración hasta el sistema de leveleo, el
combate, las habilidades, las invocaciones… en fin, TODO el gameplay.
- La música es increíble.
- Los gráficos y los escenarios.
- La inteligencia artificial a veces parece conocernos más que nosotros mismos.
- Los tiempos de carga.
- El modo online.
Lo malo:
- Las skills trabadas detrás de misiones específicas.
- Algunos picos de dificultad pueden ser muy crueles y frustrantes.
- La IA cooperativa.
- No sé si es algo malo específicamente, pero esta secuela es tan buena que hace que volver a
jugar al Nioh 1 sea casi un despropósito.
Nota Final:
9.5
Excelente
Excelente

Amante del terror en todos sus medios y aspirante a artista marcial. Ama a Hokuto no Ken casi tanto como a sus gatos.
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