Análisis: Gears Tactics — la clásica brutalidad de la saga, ahora al estilo táctico

La saga Gears of War amplía horizontes con un videojuego de carácter estratégico que era algo que los aficionados venían demandando desde hace tiempo. Gears Tactics busca un fuerte componente táctico por turnos, pero manteniendo idénticas las señas de identidad de la franquicia.

Calificación:


Desarrollador: Splash Damage, The Coalition
Distribuidora: Xbox Game Studios
Lanzamiento: 27 de abril de 2020
Plataforma: Xbox One, PC


Análisis basado en una copia digital para Steam facilitada por Xbox Argentina

En una industria donde los videojuegos AAA se mantienen sobre la línea de lo tradicional, resulta bastante atractivo el hecho de ver como algunas desarrolladoras se vuelcan a probar “nuevas cosas”. Aclaro que digo nuevas entre comillas, porque tampoco es que estemos frente a conceptos revolucionarios o llamativos como el que podemos encontrar en los videojuegos independientes. A lo que me refiero es que el cambio de enfoque en una saga que lleva 6 entregas abogando por la acción en tercera persona, resulta ser una interesante carta de invitación a cientos de miles de jugadores a descubrir un nuevo mundo. Tal es el caso de Gears of War con su spin-off, Gears Tactics.

En mi opinión, el trabajo realizado por The Coalition y Splash Damage de trasladar la acción en tercera persona al campo del combate estratégico por turnos es realmente genial a la par que fluida. Gears Tactics no solo conserva el aspecto, la sensación y el espíritu de la saga Gears of War, sino que también justifica la expansión de este “Gears-verse” a otros ámbitos de juego. Si bien es cierto que ahora la cámara es desde una perspectiva isométrica, esta nueva entrega se las arregla para hacernos sentir que estamos jugando a un Gears clásico, ofreciendo casi todos los mismos elementos que los caracterizaron, solo que desde otro ángulo.  


Gears Tactics –que llega a menos de un año del lanzamiento del excelente Gears 5- se estructura de manera similar a Xcom, la obra maestra de Firaxis, pero añade su propia visión al género de la estrategia arriesgándose a implementar algunas novedosas mecánicas, además de ofrecer una historia que no tiene nada que envidiar a los capítulos principales de la serie Gears. Estamos ante un juego realmente sólido, pulido y muy divertido que, insisto, mantiene su espíritu intacto. Se nota que Xbox Game Studios ha destinado un presupuesto generoso al desarrollo de este título que ostenta muchas virtudes, aunque también algunos fallos. Sin embargo, Gears Tactics sigue siendo una producción notable e impresionante, capaz de cautivar incluso a aquellos que no sean veteranos en la saga o el género.

La historia de Gears Tactics se desarrolla doce años antes de los eventos del primer Gears of War, de modo que estamos ante un título que forma parte del canon de la saga. El juego nos pone en el musculoso y anabólico cuerpo de Gabe Díaz, un soldado devenido en mecánico, cansado de la burocracia militar y de los conflictos bélicos en los que se ha visto obligado a participar. Lamentablemente, la pacífica vida de nuestro protagonista llega a su fin cuando el veterano Sid Redburn golpea la puerta de su taller, obligándolo a tomar su Lancer de nuevo con el objetivo de recuperar unos documentos ultra secretos. Con los Locust sembrando el caos por doquier y el Martillo del Alba amenazando con calcinar todo a su paso, nuestros dos héroes deberán emprender una misión que lejos está de ser tan simple como aparenta, puesto que muy pronto Gabe descubrirá que una amenaza mayor se cierne sobre la humanidad: Ukkon, un científico Locust responsable de crear monstruosas criaturas tales como los Brumak o los temibles Corpsers.


Será entonces que Gabe y Sid, sin contar con demasiados recursos, deberán viajar por las provincias de Sera con el fin de reclutar sobrevivientes y formar un pequeño ejército con el que hacer frente a las fuerzas de Ukkon. La campaña de Gears Tactics se divide en tres actos principales, enlazados a través de cinemáticas de gran calidad –comparables a las vistas en Gears 5- las cuales narran los distintos eventos que acontecen. Como se trata de una precuela, la historia se puede entender muy bien sin haber jugado a los juegos anteriores o tan siquiera sin tener conocimiento previo de lo que sucede en ellos. No obstante, aquellos jugadores que estén familiarizados con Gears of War, experimentarán el cénit de varios momentos que se desarrollarán a futuro en las “posteriores” entregas. Debo aclarar que no estamos ante una historia digna de un Oscar, y que durante el segundo acto consigue hacernos perder un poco de interés. No obstante, todo mejora sobre el final del juego, ofreciendo un desenlace más que satisfactorio.

Como expliqué en el párrafo anterior, en el transcurso del juego tendremos que reclutar soldados para engrosar nuestras filas. En Gears Tactics tenemos dos tipo de tropas: Por un lado, los héroes, que son aquellos personajes que por su implicancia con la trama “no podrán morir”, o al menos no de forma permanente. Por el otro, los soldados genéricos, las cuales son generadas aleatoriamente y que podremos personalizar a nuestro antojo, tal y como sucede en XCOM 2. Las opciones de personalización disponibles son bastante variadas y permiten cambiar los colores de la armadura, de las armas, el acabado de los colores, e incluso definir un patrón (camuflado, bosque, etc). Esto también se aplica a los personajes héroes, aunque determinados rasgos de su apariencia, como su rostro o nombre son inalterables.

Una característica que me gustó mucho es la libertad que el título ofrece a la hora de desarrollar las habilidades de nuestras tropas. Con la experiencia adquirida en la batalla, podremos desbloquear diferentes características específicas para cada clase y que se pueden dirigir en cuatro direcciones diferentes. Gracias a esto, podremos tener en nuestro grupo a dos francotiradores que, de acuerdo al desarrollo de sus árboles de habilidad, pueden ser sustancialmente diferentes en el campo de batalla. Hay cinco clases de tropas diferentes en total: Pesado, asalto, francotirador, apoyo y explorador. Cabe destacar que cada clase contará con su armamento específico, el cual no podrá ser cambiado, sino modificado gracias a diversos ítems con los que seremos recompensados luego de cada nivel que completemos con éxito. Dado que cada misión requerirá de la participación de entre uno y cuatro personajes, resultará bastante importante tener en cuenta las habilidades de cada unidad y como a través del desarrollo de estas podremos suplir cualquier carencia que pudiera tener el equipo.


Bien, ya he hablado de héroes, soldados y experiencia, pero todavía nada de cómo se desarrolla la acción. Como ya he establecido, Gears Tactics es un videojuego de combates tácticos por turnos que inmediatamente remite a XCOM. Si bien es cierto que podría tomar de referencia a varios videojuegos similares, a esta altura creo que no hay dudas acerca de cuál es el punto de comparativa dentro del género. Tal y como sucede en el título de Firaxis, concretamente en XCOM 2, nuestras unidades se moverán primero y una vez agotemos todos sus movimientos, actuará el enemigo. Las tropas que comandemos contarán con tres puntos de acción, los cuales podrán usar para moverse, disparar o usar habilidades. Lo bueno es que los puntos pueden ser utilizados según lo demande el momento, es decir, si estamos atrincherados en una buena posición, podremos –por ejemplo- disparar tres veces, o realizar un disparo y luego movernos a otra ubicación. De cualquier modo, sea lo que sea que decidamos hacer, siempre hay que tener presente hacer uso de coberturas.

Los Locust hacen honor a su nombre y siempre atacan en grandes cantidades. El número de enemigos a los que hay que hacer frente resulta ser significativamente mayor a nuestro equipo, por lo que normalmente podemos ser flanqueados con suma facilidad. Además, hay diferentes tipos de unidades (casi todas viejas conocidas de la saga) y la combinación de estas puede resultar un gran dolor de cabeza en numerosas ocasiones, en especial cuando atacan por diversos frentes. Por si fuera poco, cada unidad enemiga tiene sus propias habilidades especiales, las cuales no dudarán en usar si se presenta la ocasión. Afortunadamente nuestras tropas también cuentan con habilidades y características únicas, las cuales resultan vitales para revertir cualquier situación desventajosa. 


Pese a los paralelismos que podamos trazar con XCOM, he de decir que el desarrollo de The Coalition y Splash Damage implementa algunas reglas propias al sistema de combates por turnos. Al disparar contra un enemigo, este puede quedar en estado crítico, lo que nos permitirá llevar a cabo una ejecución. Además de ser vistosa, esta maniobra hace que el resto del equipo reciba un punto de acción adicional, aunque no aquel que la ejecuta. Lo interesante, es que si logramos combinar habilidades y acciones para ganar puntos de acción una y otra vez, seremos capaces de causar una gran cantidad de daño, pudiendo incluso eliminar a varios enemigos en una ronda. Hay que tener en cuenta que no solo las ejecuciones ayudan, sino que muchas de las habilidades de las diferentes clases se pueden usar hábilmente pudiendo generar una suerte de “combo”.

Imaginen que durante una misión pude llegar a realizar más de 6 acciones seguidas con una unidad de asalto la cual solo tiene tres puntos de acción disponibles al principio de cada ronda. Tal vez puede que lo dicho parezca un abuso o que el mecanismo esté descompensado, pero muy lejos de ello, aboga por dotar a las batallas de un ritmo mucho más dinámico y fluido, con el aliciente de que dichos momentos producen una sensación de triunfo en el jugador haciéndonos sentir que aprovechamos nuestro turno al máximo.

Otra de las mecánicas que se siente diferente es la acción de vigilancia, popularmente conocida como “Overwatch”. En la práctica funciona de forma similar a lo visto en XCOM, es decir, nuestras unidades dispararán automáticamente al enemigo que pase por su campo de visión. La diferencia es que aquí podemos definir la distancia y que la cantidad de ataques dependerá de los puntos de acción que tuviera la unidad al momento de activar dicha habilidad. Overwatch también es especialmente útil para interrumpir cualquier maniobra enemiga. Por ejemplo, si establecemos un cono de vigilancia sobre la posición de un enemigo, en cuanto este intente realizar cualquier acción recibirá un disparo el cual, además de causar daño, tendrá una gran probabilidad de hacer que el enemigo pierda una acción en su turno. Ojo, que esta regla también se aplica para nosotros. Créanme que no es nada agradable quedar atrapados en una posición, mientras varios enemigos buscan atacarnos por los flancos, en especial en el nivel de dificultad más alto donde cada unidad puede morir prácticamente de un disparo.


Gears Tactics hace un excelente trabajo trasladando la acción en tercera persona al campo de la estrategia por turnos. La estructura del juego es similar a los anteriores títulos de la saga, a sus homónimos clásicos, donde la historia también está dividida por actos. Esto tiene su lado bueno y su lado malo. Lo bueno es que no hay mucho que hacer entre misión y misión, más allá de equipar a nuestras tropas, repartir sus puntos de habilidad en caso de que hayan subido de nivel, o reclutar a nuevos soldados, lo que nos permite disfrutar de la acción constante y sonante. Lo malo es que, debido a como está estructurado el juego, tendremos que realizar misiones secundarias obligatorias para que la historia avance y que a pesar de que nuestro escuadrón accede a las diferentes misiones desde una base móvil no hay opciones de administración de recursos o gestión de la misma, algo que al final se acaba echando en falta.

Como consecuencia de lo comentado en el párrafo anterior la mayor parte de tiempo de juego la pasaremos en el campo de batalla, lo cual no es malo. Como ya he mencionado, las batallas son el verdadero atractivo de Gears Tactics, en especial los combates contra los jefes. Si bien resulta muy divertido machacar la horda Locust, son los combates que involucran jefes aquellos que se vuelven realmente intensos. Estos oponentes son realmente imponentes, causan mucho daño, cubren gran parte del campo de batalla, tienen varias fases y, por supuesto, no aparecen solos, sino que están acompañados por varios enemigos más. Fueron estos encuentros los que pusieron mi corazón a latir como loco y que me mantuvieron sentado al borde de la silla, rogando con todas mis fuerzas que ese disparo con 75% de probabilidad de acierto no fallase.

En fin, que hasta acá todo lo lindo, porque si bien estamos ante un excelente videojuego, debo decir que presenta algunos puntos cuestionables y/o criticables. Lo primero que he notado es que la diversidad de misiones deja que desear. La mayoría de las batallas, en especial las secundarias –que en realidad son obligatorias- básicamente consisten en los mismos tres o cuatro tipos de objetivos: Liberar prisioneros, defender puntos de control en el mapa o destruir determinado objetivo. Que quede en claro que cuando digo “mayoría” también entran en la bolsa las misiones principales, puesto que varias usan los mismos parámetros de misión. 


El otro punto que me resultó extraño está relacionado con la estructura del juego. Cada dos o tres misiones principales, Gears Tactics nos obliga a realizar las dichosas misiones secundarias. Esto no sería un inconveniente si fueran opcionales y pudiéramos optar entre cumplirlas o no. Sin embargo, y especialmente en la segunda mitad de la aventura, las sentí demasiado recurrentes, al punto de tener la sensación de que el único fin de estas era el de estirar de forma innecesaria la duración del juego. Para peor, estas misiones no aportan absolutamente nada al desarrollo de la historia. No pretendo exagerar, pero estimo que de no haber existido dichos objetivos impuestos por el propio juego, la campaña –que puede llegar a tomar unas 35 horas terminar- hubiera durado unas 5 horas menos.

Finalmente está el punto del que adolecen la gran mayoría de los exponentes del género: La Inteligencia Artificial. Entiendo que los Locust sean de la idea de “cantidad por sobre calidad”, pero de ahí a comportarse de manera absurda ante determinadas situaciones, hay una gran diferencia. A ver, debo reconocer que por lo general los enemigos actúan con coherencia, pero cuando no es así se nota, y mucho. En mi partida he visto a enemigos que se mueven de un lugar a otro como pollo sin cabeza u otros que por alguna razón no disparan cuando tienen una oportunidad clara para hacerlo, solo por citar un par de ejemplos. Si debo reconocer que en el nivel más alto de dificultad se comportan un poco mejor, pero vamos, que mi partida la he jugado en experto, que está solo un escalón por debajo.

Al margen de estos inconvenientes, que no logran eclipsar todas las virtudes de la producción, se nota que Gears Tactics es un título realizado con un presupuesto bastante elevado. Sinceramente no esperaba menos, debido a que estamos hablando de una de las sagas insignia de Microsoft. Técnicamente hablando, Gears Tactics es impecable, tanto en su apartado visual como sonoro. El nivel de detalle de cada una de las unidades así como el de los niveles es maravilloso, al punto que hace sentir como si estamos en cualquier otro juego de la saga Gears pero visto desde otro punto de vista. Además, las escenas de video encargadas de contarnos la historia de Gabe y compañía son de muy buena calidad, al punto que –como dijera en un comienzo- nada tienen que envidiar a las vistas en Gears 5. Lo mejor es la fluidez con que todo se mueve y la gran cantidad de opciones de personalización que dispone la versión de PC (la única por el momento), lo cual permite que el juego pueda ser disfrutado en prácticamente cualquier equipo de gama media.


Palabras Finales:
Esperaba Gears Tactics con muchas ganas desde que Microsoft lo anunció en la E3 2018 y he de decir que no me he sentido decepcionado. Aunque The Coalition y Splash Damage no tengan experiencia en el campo de los videojuegos de estrategia por turnos, sin lugar a dudas, este ha sido un muy buen debut. La fusión de los combates tácticos, con la típica acción que tanto caracteriza a la saga Gears, se siente muy natural e incluso familiar. Además, el hecho de romper con lo establecido y animarse a experimentar con algunas mecánicas realmente novedosas, deja ver que el género tiene mucho que ofrecer y que aún no está todo dicho.

Por otra parte, de haberse incluido una faceta de administración o algún tipo de superestructura similar a la de XCOM -o incluso más simple-, estoy seguro de que el juego hubiera tenido más vida entre una misión y otra, y hubiera sido una mejor alternativa que obligarnos a cumplir con repetitivos objetivos secundarios. Y si, tal y como mencioné, hay cosas a mejorar, pero sinceramente no me arrepiento del tiempo invertido en Gears Tactics y espero que este no sea el único intento de sus responsables por incurrir en un género diferente. Hay un gran margen de mejora para la próxima vez.

Lo bueno:
- Mantiene intacta la esencia de la saga Gears.
- Los giros de tuerca en el sistema de combate aportan mucha fluidez.
- Los combates contra los jefes.
- La libertad en el desarrollo de las habilidades de los distintos soldados.
- Técnicamente impecable y muy bien optimizado.

Lo malo:
- Que sea obligatorio cumplir con misiones secundarias para hacer que la historia avance.
- Las misiones secundarias parecen una excusa para estirar el juego.
- Los objetivos de las misiones se repiten con bastante frecuencia.
- En varias ocasiones la Inteligencia Artificial se comporta bastante errática.

Nota Final:

8.5
Muy bueno
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ESCRITO POR Viejo Frank

Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.

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