La representación LGTBIQ en los juegos de horror es más que positiva


Nota de la editora: originalmente publicado el 28 de junio de 2019. Actualizado el 28 de junio de 2020. 

La exploración de la sexualidad viene de la mano con el terror desde tiempos inmemoriales, remontándose a sus orígenes en el gótico del Siglo XVIII, que era muy sexual. Ahora bien, el terror, al igual que la ciencia ficción, no conoce tabúes, y siempre fue un género muy abierto a la representación LGBTIQ, incluso en los tiempos en los que estaba mal visto en todo el mundo, al punto que hoy en día podemos hablar de Queer Horror para referirnos a las ficciones del género de terror que tienen representación de personajes y relaciones no-heterosexuales.

Los videojuegos se han tomado su tiempo para ser más inclusivos. Hoy en día podemos decir que lo han logrado, aunque todavía quedan bastantes problemas que resolver, sobre todo en los juegos AAA, pero es innegable que en los últimos 5 años hemos visto una clara maduración con respecto a estos temas al punto de que podemos encontrar inclusión hasta en juegos de grandes compañías.

Volviendo al terror, en esta nota vamos a ahondar en videojuegos particulares. Todos ellos se centran en un personaje LGBTIQ y representan su sexualidad de manera positiva. La única queja, seguro lo van a notar, es que hay bastantes menos videojuegos que se animan a poner como protagonista a un hombre abiertamente queer.  Esto último es un reflejo claro de los modelos de marketing que sigue manejando la industria: mientras que en Estados Unidos ya se habla de que el 43% de quienes juegan son mujeres, el marketing sigue apuntado a hombres, sobre todo a la hora de vender un juego AAA. 

Phantasmagoria 2: A Puzzle of Flesh | Disponible en Steam


Vamos a remontarnos a la era de oro de las aventuras gráficas, tiempos en los que abundaban los videojuegos para adultos. Sierra buscó competir con LucasArts desde ese palo, y aunque no le fue del todo bien, nos dejó joyas atípicas como Phantasmagoria 2. Lanzado en 1996 para PC, con más de 20 años, es quizás el primer videojuego que nos dejó jugar con un hombre abiertamente bisexual. Curtis (Paul Morgan Stetler) es nuestro protagonista, quien tiene una relación con una mujer que forma parte de la comunidad BDSM, pero que también tiene sentimientos por Trevor, quien es abiertamente gay. 

Phantasmagoria 2 es lo más cercano que hay en videojuegos al terror urbano y paranormal de Clive Barker. Escritor y director de cine homosexual, padre de Hellraiser, Barker no solo incluye hombres gays en sus obras, también explora temas como el sexo, el placer y el amor desde un ángulo queer, transgresor y aterrador.

Volviendo al juego de Sierra, Phantasmagoria 2 mo es una aventura que haya envejecido del todo bien por el intrincado diseño de puzles. Pero, en lo demás, hasta tiene cinemáticas FMV con actuaciones a la altura, algo difícil de encontrar en los juegos de la época. 


Enola | Disponible en Steam


Antes que nada, llega el trigger warning obligatorio: no recomendamos que personas con depresión o que hayan sido víctimas de abuso jueguen Enola. Al igual que The Cat Lady, hay juegos que hay que recomendar con cautela. En este caso puntual, el juego habla de abuso sexual y tiene a una protagonista que lucha contra el estrés postraumático. ¿Complicado? Cuando menos. 


Mientras menos sepas de esta aventura desarrollada por The Domaginarium, con sede en El Salvador, mejor, ya que tiene varias sorpresas. Que el apartado gráfico no te eche atrás, porque es un survival horror clásico, que supo diferenciarse en su momento de los clones de Slender, con una narrativa potente y una historia que, sin dudas, cala muy hondo. 

The Missing: J.J. Macfield and the Island of Memories | Disponible en Steam


El más reciente título de Swery, el excéntrico diseñador japonés que nos trajo Deadly Premonition, es mucho más de lo que parece. The Missing nos pone en la piel de J.J, quien se embarca en un viaje de camping con su pareja, Emily. 


Las cosas se vuelven complicadas a los 15 minutos de juego, cuando terminamos inmersos en un mundo de pesadillas a lo David Lynch y el juego se convierte en un plataformas de puzles en el que literalmente arrancamos partes de nuestro propio cuerpo para superar obstáculos bastante sádicos

La narrativa está impulsada a través de mensajes de texto. J.J. nos irá mostrando secretos de su vida, de su relación con Emily y de lo difícil que es aceptarse a sí misma. Otro gran título de terror con una historia desgarradora y una representación queer que se ganó el cariño de las audiencias. No vamos a destripar más para que lo descubran ustedes mismos.

Saga The Last of Us | PS3, PS4


The Last of Us recibió críticas positivas por cómo se llevó adelante la homosexualidad de Bill, un personaje secundario que ayuda a Ellie y Joel. Sin embargo, si vamos a hablar de representaciones LGBTIQ en personajes principales, Left Behind, el único DLC de historia del juego, retrata la relación de Ellie con su mejor amiga Riley.


Left Behind es un contenido corto, un ejemplo adorable de cómo se explora la sexualidad en la adolescencia. También es triste, porque en ninguna ficción post-apocalíptica las cosas salen como queremos.

Para la secuela, The Last of Us Parte II, Naughty Dog presentó a Ellie como una mujer lesbiana. Esto dio mucho de qué hablar. Por un lado, no faltaron los que dicen que Naughty Dog metió inclusión "forzada" o una "agenda LGBTIQ". Por el otro, también cargaron contra Abby, una mujer musculosa que se llevó la peor parte de los comentarios porque todavía hay mucho gamer machirulo que tiene problemas con ver protagonistas mujeres no hegemónicas en videojuegos.

La secuela eleva la vara en cuestiones de representación de la mujer y de mujeres queer, tal como les conté acá, en una nota para Malditos Nerds. El saldo pendiente de esta aventura post-apocalíptica es que recae en los mismo problemas de siempre a la hora de incluir personajes trans. En lo personal, me parece que The Last of Us Parte II da un paso firme en varias cuestiones en términos de representación de género, pero también nos muestra que queda un largo camino por recorrer.  

Saga Life is Strange | Disponible en Steam, PS4, Xbox One


Life is Strange fue uno de esos videojuegos bisagra en lo que respecta a protagonistas femeninas en videojuegos comerciales. Sus desarrolladores, el estudio DONTNOD, son claramente un equipo chico, pero contar con el impulso de Square Enix les permitió estar en boca de todos.

El juego es una aventura gráfica con una mecánica muy particular: la posibilidad de retroceder el tiempo y repetir nuestras acciones. No es precisamente un juego de terror, pero tiene claros elementos del género y una historia de lo más oscura. Aunque la relación entre las protagonistas Max y Chloe es opcional, tiene bastante queerbaiting y se reduce a una escena corta en un final, fuimos muchísimos los que nos enamoramos de ellas. El juego dejó en claro que estaban faltando protagonistas femeninas que escapen del arquetipo de heroína porque, en su lugar, nos trajo a dos chicas con las que pudimos empatizar porque sus vivencias eran profundamente humanas.

Esta primera entrega preparó el terreno para lo que sería la saga Life is Strange en sí: una de las más inteligentes y maduras para mostrar la sexualidad adolescente.


Life is Strange: Before the Storm es una precuela protagonizada por Chloe y Rachel que refuerza más el coming-of-age y pierde mucho de los elementos thriller que hicieron tan inquietante a la primera entrega. Sin embargo, es un videojuego igual de recomendable, igual de demoledor a nivel emocional y bastante más arriesgado en lo que respecta a representación queer.

Life is Strange 2, por su parte, dejó en claro que la saga nunca dejó de ser relevante a nivel social. El juego nos presenta a dos hermanos adolescentes, Shaun y Daniel, que se ven obligados a huir constantemente porque los acusaron de un crimen que no cometieron. Además de hablar del racismo que sufren los latinoamericanos en Estados Unidos, también nos muestra como se explora la sexualidad en la adolescencia desde un ángulo creíble: Shaun es un chico virgen, bisexual y con muchas dudas que comienza a experimentar lo que siente. En otras palabras, el juego nos pone en la piel de un personaje que escapa de lo típico en todo sentido. 

The Walking Dead: The Final Season | Disponible en Steam, PS4, Xbox One


El estudio Telltale Games estuvo metido en varias controversias por algunos de sus personajes LGBTIQ. Matthew y Walter de la segunda temporada de The Walking Dead son una pareja de gays que aparecen solo para morir, en otras palabras, un claro ejemplo de bury your gays. Por otro lado, Tales from The Borderlands tiene varios personajes queer, algo que enamoró a muchos, pero que enojó a otros tantos también porque creen que está representación es caricaturesca y dañina. Sin dudas, es difícil dejar contentos a todos.

En la última temporada de The Walking Dead llegamos al final del viaje de Clementine, la joven a la que acompañamos desde la primera temporada, cuando le enseñamos a sobrevivir en los zapatos de Lee. En esta última temporada, Telltale Games da un paso más firme en representación queer porque Clementine resulta ser bisexual. Como es de esperarse, queda en el jugador elegir a qué personajes romancear o si romancearlos de alguna forma, porque en The Walking Dead la amistad también es una opción. 

El mayor logro de esta temporada final es que elegir entre Violet o Louis no sé siente como una elección entre ser lesbiana o ser heterosexual. Clementine se siente como una auténtica bisexual porque sentimos que le gustan ambos personajes  y que nosotros solo elegimos con cuál de los dos entabla una relación. Una de las escritoras del juego, Mary Kenney, quien ahora trabaja en Spider-Man: Miles Morales para PlayStation 5, explica la magia detrás de Clemtine, Violet y Louis en este hilo de Twitter (que tiene un par de años porque el desarrollo de The Walking Dead: The Final Season fue largo y precipitado). 
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ESCRITO POR Florencia Orsetti

Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.

3 Gritos :

  1. Confieso que jugué The Missing solo porque me gustaba DP y al final me gustó más de lo esperado, incluso teniendo controles como la mierda.

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  2. Sebastián Gómez-Latorre Insúa28 de junio de 2019, 20:14

    más mierda que los de DP?

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  3. No, creo que igual. Solo que creo que cada vez que dejamos de jugar DP olvidamos lo tosco que es en controles. DP y Missing son juegos de gran corazón. Son recomendables

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