Análisis: Total Chaos, la cruza entre Doom y el survival horror clásico que no sabías que necesitabas

Avowed está ambientado en el mundo ficticio de Eora, que se presentó a los jugadores en la franquicia de Pillars of Eternity. Se trata de un RPG de acción y fantasía en primera persona del galardonado equipo de Obsidian Entertainment.
Calificación:
Desarrollador: Trigger Happy Interactive
Distribuidora: Apogee Entertainment
Lanzamiento: 20 de noviembre de 2025
Plataforma: PC, Xbox Series, PS5


Análisis basado en la versión de PC facilitada por Apogee Entertainment


Total Chaos apareció ayer de la nada durante el Xbox Partner Preview y, honestamente, se siente perfecto que un juego así llegue en forma de emboscada. No hubo cuenta regresiva ni campaña larguísima: tráiler, anuncio y “ya mismo está en Game Pass”. Es casi una declaración de intenciones: este juego quiere agarrarte desprevenido, igual que sus monstruos. Nosotros pudimos jugarlo anticipado y te contamos más en este análisis.

Lo que hace especial a Total Chaos no es solo cómo se juega hoy, sino de dónde viene. El proyecto nació hace casi dos décadas como un total conversion mod para DOOM II, creado por Sam Prebble, un modder bastante conocido en la escena. Ese experimento terminó convirtiéndose en su primer mundo propio, y con los años evolucionó hasta esta versión completa y autónoma que tenemos ahora, publicada por Apogee Entertainment. 

Ahora el mod es historia y lo que tenemos es un juego standalone con motor moderno, pensado desde cero como survival horror “a lo antiguo”, pero con fidelidad visual actual, iluminación dinámica y un diseño de niveles que no tiene miedo de perderte a propósito. Apogee y Trigger Happy Interactive lo venden precisamente como esa mezcla de herencia DOOM y terror psicológico: una experiencia que oscila entre la locura y la violencia cruda.


Una isla minera que se siente maldita

La premisa es sencilla pero efectiva: naufragas en Fort Oasis, una antigua colonia minera ahora convertida en un cementerio industrial. Entre galerías derruidas, pasillos inundados y construcciones que apenas se sostienen, el juego construye un escenario donde todo parece haber pasado hace décadas… pero nada está realmente muerto. El tono es más Silent Hill 2 que Resident Evil 4: menos espectáculo, más incomodidad persistente. 

Lo que más me gustó del setting es cómo la narrativa se filtra por los márgenes: notas, restos de vidas truncadas, pequeños detalles ambientales que van armando el rompecabezas de qué salió mal en la isla y cuál es tu vínculo con ese desastre. No es una historia que te dé todo masticado; hay que leer, explorar y conectar piezas, mientras una voz por el walkie-talkie te guía a lugares cada vez más peligrosos y ambiguos. 


Combate brutal: entre el survival horror y la furia de DOOM

Donde se nota el ADN de DOOM es en la violencia. Total Chaos es survival horror, sí, pero cuando hay que repartir golpes, se reparte fuerte. El juego apuesta mucho por el combate cuerpo a cuerpo: palancas, herramientas, armas improvisadas que literalmente sentís como si estuvieras rompiendo huesos a centímetros de tu cara. Cuando aparecen armas de fuego, se sienten más como premios puntuales que como algo en lo que puedas confiar siempre. 

La gracia está en que no es “acción desenfrenada” todo el tiempo. El ritmo es deliberadamente pesado, cada encuentro es un riesgo real, y si te confías, te hacen puré. Esa combinación de recursos escasos y enemigos grotescos obliga a elegir bien qué peleas vale la pena librar. Para quienes crecimos con DOOM pero amamos el estrés controlado de un buen survival horror, Total Chaos se mueve justo en ese borde agradable entre “esto es espectacular” y “por qué me hago esto a mí misma”. 


Exploración, crafteo y supervivencia al límite

Más allá de pegar y disparar, Total Chaos es un juego de explorar con cuidado. El avance por Fort Oasis tiene esa estructura de “laberinto semilineal” que recupera lo mejor del diseño clásico: volver sobre tus pasos, abrir atajos, encontrar nuevas zonas a partir de un detalle que antes pasaste por alto. No te lleva de la mano; si odias perderte, quizá te frustre, pero si te gusta sentir que vas dominando un espacio hostil, acá vas a estar en tu salsa.

El sistema de crafteo y recolección de chatarra encaja bien con el tono: estamos atrapados en una isla industrial, así que tiene sentido que tu arsenal surja de lo que encuentres tirado por ahí. Fabricar armas improvisadas, mejorar tus herramientas y decidir qué guardar o qué gastar se siente coherente con la fantasía de “turista accidental en un infierno de óxido y carne”. No reinventa el género, pero sí lo usa con mucha seguridad.


Terror audiovisual: óxido, carne y la firma de Akira Yamaoka

Visualmente, Total Chaos tiene un look muy particular: no es el hiperrealismo brillante de un triple A, sino algo más sucio, granulado, casi lo-fi por momentos, que combina perfecto con la ambientación setentosa y la sensación de estar jugando una pesadilla filmada en VHS caro. Hay planos y composiciones que parecen sacados de un álbum de fotos maldito de una colonia minera que nunca debió existir.

En el apartado sonoro está una de sus cartas fuertes: el juego cuenta con música del mismísimo Akira Yamaoka, el compositor de Silent Hill, y se nota en cómo se construye el clima con capas de ruido, silbidos distantes y melodías que parecen venir desde otra habitación que no existe. Eso, sumado a efectos de sonido enfermizos —tuberías que gimen, carne que no debería moverse, metal que cruje— convierte a Fort Oasis en un lugar donde te da miedo quedarte quieto y también avanzar. 


Lo que no funciona tan bien

No todo es perfecto en Total Chaos, y se nota que sus raíces de mod y su amor por lo clásico también traen algunos vicios. El primero es la tosquedad ocasional del combate cuerpo a cuerpo: hay momentos en los que el rango de los golpes o el feedback de impacto no terminan de ser tan claros como uno querría, y en un juego donde te jugás la vida a un par de palancazos, eso se siente fuerte.

El otro punto conflictivo es el ritmo. A veces la combinación de backtracking, puzles ambientales y combates muy castigadores puede generar pequeños baches de frustración, sobre todo si venís mal de recursos o si un par de muertes seguidas te obligan a repetir secciones largas. Es un diseño muy pensado para quienes disfrutan del sufrimiento “clásico” del survival horror; si venís buscando algo más directo y arcade, la experiencia puede volverse densa.


Veredicto: el caos que queremos abrazar

Con todo eso sobre la mesa, Total Chaos se siente como un regalo inesperado para quienes amamos el terror en primera persona, la estética industrial enferma y la violencia brutal que recuerda a DOOM, pero filtrada por la tensión lenta de un survival horror psicológico. Es un juego que respeta sus raíces de mod, pero que hoy puede plantarse sin complejos al lado de propuestas modernas del género. 

Si te atrae la idea de explorar una isla minera maldita, de fabricar tus propias herramientas de supervivencia a partir de restos oxidados y de enfrentarte a criaturas que parecen pesadillas biomecánicas, Total Chaos es una parada obligada. Que haya llegado como shadow drop, esté en Game Pass desde el día uno y venga con la bendición sonora de Akira Yamaoka cierra un combo irresistible.

Lo bueno
- Atmósfera opresiva y muy lograda
- Combate brutal y satisfactorio
- Una combinación única entre DOOM y mecánicas survival horror
- Exploración clásica con niveles laberínticos
- Banda sonora y audio inmersivos (de Akira Yamaoka)

Lo malo
- Combate cuerpo a cuerpo irregular
- Ritmo pesado y con picos de frustración
- Backtracking exigente

Nota Final:


8.5

Muy bueno
Comparte en Google+
ESCRITO POR Florencia Orsetti

Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.

0 Gritos :

Publicar un comentario