Soul es una marca conocida en Argentina por comercializar accesorios de celulares. Hace relativamente poco han pegado el salto a lo que son los periféricos para gaming. Nosotros estuvimos testeando algunos de sus productos y hoy les hablamos de su teclado tope de gama: El teclado mecánico Rainbow XK 1000.
Arrancamos con lo primero que vemos, el empaque y la presentación. No hay muchas vueltas por acá. El teclado llega envuelto en una bolsa blanca. Encontramos manual y un sticker de la marca dentro de la caja y una pincita para retirar las keycaps. El USB del teclado no viene con capuchón ni tenemos un sujetador de cables con abrojo ya que el cable mallado viene recogido con un precinto.
En cuanto a la estructura, la verdad que, considerando su precio, sorprende lo robusto que es y la calidad del plástico, agradable al tacto. No se dobla, es macizo y tiene una estructura de metal en el medio. El peso es agradable y nos hace sentir que estamos ante un teclado resistente. Cuenta con un soporte para apoyar el celular en el medio, algo que se agradece, aunque sería ideal que tuviese un puerto USB para cargarlo mientras lo tenemos cerca, pero claro, el teclado Rainbow XK 1000 es económico para lo que ofrece y no podemos pedirle todos los chiches.
A primera vista también notamos otros detalles como que el cable es mallado, de 1.7 metros, que suma puntos. El conector USB no es dorado, algo que me sorprendió porque en otros productos de Soul sí lo es. Además, la tipografía de las teclas no es muy estética y los íconos están pintados, así que es probable que con el uso prolongado, se empiecen a borrar.
Como vemos, es un teclado multimedia, así que incluye teclas de control de volumen. Tiene también 5 teclas configurables para macros.
Por otro lado, pasemos a los switches, un detalle más que importante de los teclados mecánicos. Los más conocidos y los mejores del mercado son los Cherry MX, pero también son caros. Son switches que vamos a encontrar en teclados de marcas premium. Soul nos ofrece Switches Kailh de tipo blue. Esto último quiere decir que son los más ruidosos, pero también de los que requieren menos fuerza de pulsación. Los switches Kailh son chinos y, dentro de todos los que hay, es el que mejor imita la estructura de los Cherry MX. No son switches silenciosos, pero su sonido es más agradable que los de los switches Outemu o Gateron. En otras palabras, dentro de los switches chinos, son de los mejorcitos, aunque claro, al ser blue, son ruidosos.
Finalmente, vamos al plato fuerte para muchos: la retroiluminación. El teclado Rainbow XK 1000 es super generoso en los patrones de luz y en los colores que trae. Hay que aclarar que no es un teclado full RGB: no tiene un software dedicado que permite asignar los millones de colores que componen al RGB, pero sí tenemos bastante personalización. Con atajos de teclado súper simples, tenemos hasta 14 patrones precargados, con movimiento tipo ola, por ejemplo, algunos bien arcoíris, llenos de color y otros sobrios, que iluminan solo las teclas WASD. Las cinco teclas macro se pueden configurar y asignarles el patrón de retroiluminación que queramos.
El teclado Rainbow XK 1000 se consigue por unos $9999 pesos argentinos al momento de escribir la nota y es un teclado mecánico real, con switches que bancan cómodamente sesiones de gaming intensas. Tiene todas las funcionalidades que uno esperaría de un teclado de gama alta, pero para ofrecerlo a precio competitivo, Soul economizó en detalles como la pintura de las teclas y la falta de RGB real. Destaca por su estructura sólida y pesada, su diseño ergonómico (la altura de las teclas es re cómoda) y la precisión de sus switches. Soul llegó para quedarse. Hay mucho lugar en el mercado argentino para productos con calidad que no duelan al bolsillo.
ESCRITO POR
Florencia Orsetti
Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.
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