Análisis: Scorn, la pesadilla biomecánica llegó a PS5

Scorn es un juego de aventuras de terror en primera persona ambientado en un universo de pesadilla de formas extrañas y tapices sombríos. Está diseñado en torno a la idea de "ser arrojado al mundo".
Calificación:
Desarrollador: Ebb Software
Distribuidora: Kepler Interactive
Lanzamiento: 14 de octubre de 2022 (PC, Xbox), 3 de octubre de 2023 (PS5) Plataforma: PC, PS5, Xbox Serie


Análisis basado en la versión de PS5 facilitada por Ebb Software

Solo en tus peores pesadillas podrías imaginar una experiencia tal como la de Scorn, el videojuego desarrollado por el estudio serbio Ebb Software. Un perturbador walking simulator con toques de FPS que asomó su cabeza allá por el 2014 con una fallida campaña de Kickstarter que logró su objetivo a la segunda oportunidad, pero fue retrasado numerosas veces con tal de entregar el videojuego en mejores condiciones y más pulido de lo que se demostró en un primer instante. El tiempo de desarrollo lo potenció a nivel lore y acabado, pero, ¿Está a la altura de las expectativas? Vamos por partes.

La crueldad e indiferencia rige este mundo de carne, órganos, hueso y tendones biomecánicos. Por unos instantes seremos testigos del entorno moldeado por las manos de la otrora civilización dominante de este planeta. Sospechamos que, siglos o tal vez milenios atrás, anhelaban la trascendencia del ser, la búsqueda incesante por el renacimiento de su especie, haciendo uso de una sofisticada, pero a la vez, visceral y avanzada tecnología basada en procesar cientos de miles de cuerpos para aprovecharlos como materia prima en experimentos y material de construcción por igual.

En Scorn tomaremos el papel de dos protagonistas ubicados en el mismo espacio físico, pero en tiempos muy diferentes. El primero será aprovechado para dar con los pasos básicos dentro de este abominable universo. Este servirá para familiarizarnos con los controles y posibilidades al explorar el entorno tratando de encontrar la lógica a ciertos mecanismos y herramientas. Tras un breve pero importante prólogo, se hará una pausa y pasaremos al segundo personaje jugable. 

Todo inicia en El Muro del Génesis, una descomunal muralla de la cual nace una extraña raza de humanoides. Veremos en primera persona el parto de esta criatura, una de las pocas que ha logrado sobrevivir a su propio nacimiento. Evidentemente somos el primer espécimen en despertar en cientos de años, sin embargo, como ya mencionamos en líneas anteriores, este mundo se caracteriza por su crudeza, motivo por el cual, para nuestro protagonista el sufrimiento no ha hecho más que empezar.

El tiempo transcurre de otra manera o, mejor dicho, para evitar meternos en temas de relatividad, las criaturas poseen una longevidad por demás extensa. Nuestro protagonista nace ya con un aspecto adulto o muy desarrollado, y con un notorio desconocimiento general de su entorno. Esto cumple la función de ubicarnos a la par del personaje sin saber claramente que hacer, ni conocer cuál es su destino.

No hay tutoriales per se, textos, guías o indicadores, tampoco hace acto de presencia una sola línea de dialogo en todo el juego. Todo se basa en la exploración, curiosidad y percepción del jugador. Obvio, existe una ruta predefinida de avance, pero no está señalizada de ninguna manera, solo descubriremos el camino inspeccionando el entorno e interactuando con las herramientas y extraños mecanismos que encontremos a nuestro paso. La pantalla es limpieza absoluta. No hay nada molestando en ella. Existe un HUD bastante simple, pero solo aparece eventualmente por unos segundos tras recibir daño o al obtener un arma, cambiarla y/o recargarla.

A nivel jugable, este título se apoya sobre dos pilares muy importantes y uno que flaquea: la exploración, la resolución de puzzles y el combate. Los alrededores están muy trabajados con elementos que hablan por sí mismos contando sugestivamente la clase de labores llevadas a cabo en esta pseudo fábrica. También hacen notar el interés de esta civilización por representar con esculturas su adoración por tópicos más que evidentes en un mundo enfermo, plagado por el cáncer y la desolación. Por otro lado, tenemos los acertijos a resolver para avanzar en la trama. Estos no son complicados ni rebuscados si nos fijamos con atención su funcionamiento. Son mini desafíos a atravesar y no harán que nos quememos el coco tratando de dar con el clavo.

Párrafo aparte para el combate, ya que, este resulta ser el punto más flojo del videojuego. Para hacer frente a las criaturas que pululan por los entornos biomecánicos, contaremos con un arsenal básico: pistola, escopeta y lanza granadas; adaptadas desde luego para coincidir con el resto del estilo visual, presentando un armamento que da la sensación de estar vivo. La primera arma que encontraremos es una suerte de martillo neumático que no solo servirá para hacer frente cuerpo a cuerpo a los horrores producto de siglos de evolución adaptativa, también hará las veces de herramienta para interactuar con algunas maquinas del entorno. Por supuesto la munición escasea tanto como los apéndices que nos recargan la salud por lo que no deben ser gastados a lo loco.

La velocidad de reacción de nuestro personaje, la cadencia de fuego y retroceso de las armas hacen que, sumado a la imposibilidad de correr mientras se recarga (que por cierto es un proceso lento), nos convierte en un blanco fácil, volviendo este apartado una experiencia tediosa desde ya muy mejorable. Es menester mencionar que tampoco se puede optar por un avance sigiloso ya que no hay opciones destinadas a ejecutar movimientos que nos hagan difíciles de detectar. Si bien las posibilidades de morir en Scorn son bajas, no son cero, y el problema radica en que no es posible salvar la partida y los puntos de guardado automático están muy distanciados uno del otro.

Por último, el bestiario es peculiar pero bastante reducido. Quizás la abominación más peligrosa y espeluznante que nos crucemos sea el parásito que nos acechará en los primeros compases de la aventura. El resto son meros bichos; deformes y estrafalarias alimañas que hicieron su mejor esfuerzo por evolucionar en un ambiente adverso, pero que no resultan tan cautivadoras. En este sentido puede llegar a sentirse que se trata de un apartado desaprovechado, y lo es por varias razones, pero la principal es: el universo biomecánico que presente. Este estilo artístico se presta para dejar volar la imaginación con bosquejos retorcidos, pero no fue explotado debidamente.

Scorn fue realizado con el motor gráfico Unreal Engine 4, y es una verdadera pasada. La dirección artística está fuertemente inspirada en el estilo surrealista gótico del pintor, fotógrafo y escultor polaco Zdzisław Beksiński, pero sobre todo en las obras del suizo H. R. Giger, mundialmente conocido por su estilo grotesco y único denominado ‘biomecánico’. Tal vez no conocías su nombre, pero estoy seguro de que tienes grabado a fuego a uno de los peores horrores que existen en el séptimo arte, pues resulta que Giger es el padre diseñador del Xenomorfo, de la franquicia Alien. Personalmente, también sospecho que cuenta con sutiles toques del despiadado relato “I Have No Mouth, and I Must Scream” del escritor Harlan Ellison. Dicho esto, estamos ante una obra con un diseño sublime que bebe de artistas del más alto calibre.

Para todos aquellos poseedores de gusto grotescos, retorcidos y pesadillescos, Scorn va a hacerlos recorrer los escenarios muy lentamente para poder apreciar en detalle cada escultura, artefacto, estructura arquitectónica y amontonamiento de cadáveres como si de una muestra de arte se tratase. Sin lugar a dudas un deleite visual que logra dejar boquiabierto a más de uno con un trabajo más que sobresaliente.

El apartado sonoro se complementa perfectamente con la estética del juego. El marcado estilo Dark Ambient de la banda sonora fue creada por los compositores Aethek y Lustmord, dos bestias bien conocidas en el género por sus extensas e inquietantes piezas musicales, cargadas de un aura lúgubre que generan una de las atmosferas más asfixiantes y sórdidas que tuve el placer de experimentar. Este videojuego no es la excepción, ya que aquí también se llega a transmitir esta oscura sensación que no busca otra cosa más que turbar la tranquilidad del jugador a base de bien. Estos compositores utilizan una combinación de notas musicales provenientes de arcaicos instrumentos de viento, sonidos percusivos con mucho reverb, teclados y ‘ruidos’ industriales para sostener esta particular experiencia.

Sin embargo, a pesar de que la ambientación biomecánica logra ser notable y profunda, no logra generar verdadera tensión en más de uno o dos momentos. No me mal entiendan, la inquietud será constante, sobre todo por el factor incertidumbre, pero no sufriremos ningún sobresalto o sorpresa sonora (melódicamente hablando). Esto se debe a que los desarrolladores no buscan llamar la atención con el susto fácil. Por este mismo motivo se agradece la omisión de los tan molestos jumpscares que no hacen más que descargar tensión en lugar de acumularla. Pero, como mencioné, la tensión no será una de las características más aprovechadas de este videojuego.

Gráficamente está muy bien, y su dirección artística se lleva todos los puntos junto con un argumento que se va develando lentamente gracias a nuestra percepción y curiosidad. En definitiva, estamos ante un viaje de ida que nos va a tomar unas 6~7 horas que nos hará maquinar sobre los acontecimientos vividos, el entorno, el propósito de los humanoides e incluso aventurarnos a sacar cientos de conjeturas sobre el final. Recomiendo muchísimo hacerse con el artbook de este videojuego ya que contiene información muy interesante sobre las motivaciones e inspiraciones de los creadores y un arte conceptual exquisito.

Scorn es un videojuego muy singular y una experiencia única, todo un título de culto. Con todos sus puntos fuertes cautivando desde un inicio, no hay que olvidarse que se trata de un producto indie con recursos limitados, por lo que también cuenta con puntos mejorables a la altura de su producción. El combate se siente fuera de lugar, algo así como un añadido para abarcar más audiencia. Sus puzles son interesantes, requieren un mínimo de destreza y atención al detalle, por suerte ninguno peca de ser obtuso o simplemente rebuscado. Sonoramente logra una identidad muy propia para ambientar su mundo biomecánico. 

Lo bueno:

- Apartado visual

- Artísticamente increíble

- Apartado sonoro lúgubre

- Trasfondo interesante

Lo malo:

- Sistema de combate

- Carencia de tensión

- Los checkpoints están muy separados entre sí

Nota Final:


8.5

Muy bueno
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ESCRITO POR Daro_Wolf

Licenciado en Logistica, aficionado por la redacción. Fanatico del horror, la fantasia y la ciencia ficción. Apasionado por el gaming. Adicto a los Metroidvanias, los RPG, la musica pesada y el synthwave.

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