Análisis: Senua´s saga: Hellblade II, un viaje inmersivo e inolvidable al infierno interno

Secuela del imperdible Hellblade: Senua's Sacrifice, Senua's Saga: Hellblade II es el regreso de Senua en un brutal viaje de supervivencia a través de los mitos y tormentos de la Islandia vikinga.
Calificación:
Desarrollador: Ninja Theory
Distribuidora: Xbox Game Studios
Lanzamiento: 21 de mayo de 2024
Plataforma: Xbox Series, PC


Análisis basado en la versión de PC con un código de Steam facilitado por Xbox Argentina


Los siete años de espera tras el viaje al infierno personal de Senua en el primer Hellblade se han hecho largos. Pero cuando volvemos a ponernos en la piel de esta guerrera nórdica para la secuela, nos sentimos como en el reencuentro con una vieja amiga: hubo cambios, pero en el fondo está esa sensación de familiaridad que nos abraza como en casa.

Es imposible hablar de Senua's Saga: Hellblade II sin repasar un poco de la primera parte. Es  una secuela que no se toma tiempo en explicar nada y asume que estamos empapados de lo que ya ocurrió. De hecho, comienza metiéndonos de lleno en la acción y parte de la premisa de que sabemos las reglas de su mundo por haber jugado al primer Hellblade.

La Senua de 2017 es una persona consumida por el dolor, las dudas y el miedo que vive un viaje transformativo que la lleva a aprender a convivir con su psicosis y a fortalecerse gracias a ello. Cuando la heroína crece, el juego termina y la puerta ha quedado abierta durante siete años. En este sentido, Hellblade II es un capítulo necesario para terminar de conocer a una heroína con quien empatizamos muchísimo, pero de quien poco sabíamos hasta el momento.


Es mejor entrar de lleno a Senua's Saga: Hellblade II sin saber mucho de lo que nos espera. Si la primera obra era un viaje personal de descubrimiento y sufrimiento, acá vamos a vivir un mito vikingo sobre sacrificarse por lo propio, por las raíces y nuestro pueblo, para hacer lo imposible por salvar a los demás. El miedo y el sacrificio siguen siendo temas centrales, pero ahora los experimentamos en la piel de una heroína curtida.

Y como mencionaba, Senua's Saga: Hellblade II asume que conocemos las reglas de su mundo y es un título que no tiene tutorial alguno, no tiene interfaz ni explicaciones. Es inmersión pura desde el comienzo. Nos mete de lleno en la vivencia de la protagonista, a quien solo la guían las voces de su cabeza, que también serán nuestras aliadas para entender de qué va esta experiencia a nivel jugable.

Desde Heavenly Sword que Ninja Theory busca crear experiencias que valen más por la inmersión y lo sensorial que por lo lúdico. No me malinterpreten, no estoy poniendo en tela de juicio si las obras del estudio son videojuegos o no, porque creo que esa discusión quedó en 2010, cuando debatíamos si pueden ser arte o no. Pero sí es claro que a Ninja Theory nunca le importó plagar sus obras de logros o gamificación excesiva: lo que siempre buscaron es contar historias con personajes profundamente humanos.



Mientras jugaba Senua's Saga: Hellblade II, no pude no acordarme de Noriko y de Heavenly Sword porque en Senua encontré mucho de ella también y noté que lo que diferencia a ambas obras es solo la tecnología y la maduración de la propia industria. Con Hellblade II, Ninja Theory finalmente cuenta con los medios para hacer su obra narrativa más excelsa, un juego en el que todos sus apartados se rinden a merced de la narrativa y buscan contar una historia y crear una conexión empática e inmersiva entre la persona que juega y su protagonista.

Entonces, estamos ante un videojuego que es continuista, porque se juega prácticamente igual que la primera entrega, pero que eleva todos sus apartados al máximo, especialmente el de construcción de entorno y mundo. No tiene interfaz de explicación alguna y esto es un poco confuso en los primeros minutos, cuando nos obligan a pelear de la forma más brutal y carnicera sin explicarnos nada del sistema de combate. Pero también han conseguido que todo sea tan intuitivo que, aunque es chocante al comienzo, termina siendo una decisión sublime para zambullirnos de verdad en la experiencia.


Las voces en nuestra cabeza son las únicas aliadas para entender qué está pasando, pero tampoco son guías que nos van a llevar de la mano. Senua's Saga: Hellblade II no es un juego que quiere que te trabes con sus puzzles o sus niveles, sino que quiere que te tomes un poco de tiempo para explorar y entender qué hay que hacer.

Y los puzzles no son precisamente difíciles, pero sí son entretenidos y dan una sensación de recompensa al resolverlos porque sentimos que estamos destrabando una pieza pequeña en un gran engranaje, que es ese mundo de juego que nunca pierde lo enigmático y mitológico. De hecho, hay más para ver de lo que parece y no les voy a decir mucho más, pero el mundo esconde sus secretos y leyendas opcionales. También hay grandes secciones de exploración, que incluyen momentos narrativos y contemplativos, como conversaciones con personajes mientras exploramos el bellísimo paisaje islándico o monólogos internos de la propia Senua.

En cuanto al combate, solo está ahí como un elemento más que refleja la brutalidad del mundo. Está diseñado para trasmitir sensaciones, como un elemento más que suma a la narrativa, no la entorpece. No es un apartado desafiante, de hecho, la dificultad es adaptativa y los enemigos serán tan difíciles como juguemos nosotros. Pero el combate es tan encarnizado y visceral que cada golpe se siente en nuestras manos, y cada vez que hieren a Senua, vivimos su sufrimiento. ¿Hellblade II podría no tener combate y aun así ser un gran juego? Probablemente, pero los combates no son tan protagónicos tampoco y están colocados en el momento justo, para contribuir a la sensación de terror y supervivencia; para sumar más al pesar de Senua y dejarnos en claro que el viaje de esta secuela es costoso para ella. Y no hace esto con dificultad en las mecánicas o en los enemigos, sino en las sensaciones que trasmite. Narrativa pura.



Por otro lado, Hellblade II no sería posible sin su apartado sonoro y visual que, combinados, son simplemente increíbles. El uso de Unreal Engine 5 hace posible una definición gráfica impresionante y el diseño de sonido envolvente que crea una atmósfera inmersiva sin precedentes. Como sucedió el año pasado con Alan Wake II, lo que hace magistral a este título a nivel técnico no es solo la potencia gráfica, sino las decisiones artísticas y creativas que contribuyen a crear un apartado audiovisual único.

A nivel dirección, funciona en muchos momentos como plano secuencia. No hay transición entre lo cinemático y lo jugable, lo que lo convierte en uno de los juegos más inmersivos y cinematográficos que existen. El sonido es más que envolvente, porque la psicosis de Senua no funcionaría igual sin que las voces permeen tanto cada rincón de la experiencia. Jugarlo con auriculares es obligatorio porque es parte del diseño de juego. El apartado fotorrealista funciona porque contribuye al limbo entre la realidad y lo onírico de la mente de Senua: el infierno interno es tan vívido como los paisajes idílicos de Islandia. Y si a esto sumamos la decisión de quitar la interfaz, Senua's Saga: Hellblade II nos traslada a su mundo como pocos títulos han conseguido.


Senua's Saga: Hellblade II es la obra cumbre de Ninja Theory. Un título que antepone la narrativa y las sensaciones por sobre los demás apartados. Esto lo hace una obra que no es para todo el mundo, que hasta habrá quienes digan que no se siente suficientemente videojuego. Pero, justamente, lo que hace es que nos planteemos qué buscamos en los videojuegos a la hora de contar historias. Porque, si hablamos de experiencias narrativas, eleva la vara como ninguna: jugarla se siente realmente como un viaje sin interrupciones, de comienzo a fin; una montaña rusa de tormento y redescubrimiento. Y ningún apartado rompe la narrativa. De esta forma, como las voces de Senua, lo que vivimos en Hellblade II se queda resonando por largo tiempo en nuestras cabezas.

Lo bueno:
- Un apartado visual y sonoro que no tiene parangón
- Narrativamente, funciona en todo aspecto y eleva la vara a la hora de contar historias
- Atrapa de comienzo a fin
- La decisión de no usar tutoriales, interfaz ni transiciones entre cinemática y juego


Lo malo:
- Es continuista, que no es necesariamente malo, pero no deja de sentirse como el mismo juego, mejorado

Nota Final:


9.0

Excelente

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ESCRITO POR Florencia Orsetti

Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.

2 Gritos :

  1. Excelente análisis! Al fin leo uno q entiende por donde va el juego, vi muchos quejándose precisamente del apartado de lucha como si eso fuera lo importante

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  2. Me pareció fascinante. Nada más, y encima está en Game Pass

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