Análisis: Fade to Silence — supervivencia lovecraftiana en un mundo helado

Fade to Silence nos presenta un mundo decadente, oscuro, que sufre el rigor de un invierno eterno y la corrupción de criaturas lovecraftianas.

Calificación:


Desarrollador: Black Forest Games
Distribuidora: THQ Nordic
Lanzamiento: 30 de Abril de 2019
Plataforma: PC

Impresiones basadas en una copia facilitada por THQ Nordic.

El sonido de aullidos hace que resulte difícil dormir en el frío y duro suelo de un templo derruido, tallado en la cara de una montaña. Si no hubiera muerto, si hubiera sido más precavido, nada se habría perdido y no sería necesario volver a empezar. Pero la muerte no es el final del camino, y la mirada monstruosa de nuestra codicia, con sus poderes malignos, me resucitó y se burla de mí. “Aún no has sufrido lo suficiente” fueron sus palabras y me devolvió la vida para que vea con mis propios ojos como el ciclo se reiniciaba una vez más. Los primeros compases de Fade to Silence resultaban ser interesantes y prometedores.

Fade to Silence, el título de Black Forest Games, comienza de un modo original y nos presenta un mundo decadente, oscuro, que sufre el rigor de un invierno eterno y la corrupción proveniente de unas criaturas que casi podría describir como lovecraftianas. En este marco post-apocalíptico asumimos el papel de Ash, un hombre de familia que, junto con su hija, está tratando de reconstruir una nueva vida. Sin embargo no será una tarea fácil, ya que deberá sobrevivir al frío mordaz y a todas las dificultades típicas del género: Alimentarse, mantenerse abrigado y descansar eventualmente para no desfallecer por ahí. Es uno de esos juegos donde además de cuidarnos de peligros tales como ventiscas o enemigos letales, también hay que velar por las “barritas” que miden que los citados parámetros, estén en condiciones óptimas.


Antes de comenzar se permite elegir entre dos opciones o modos de juego: Exploración o supervivencia. La primera de estas modalidades hace que el juego sea tremendamente fácil, ya que se puede explorar el mapa sin temor a morir de inanición o a causa del frío. Supervivencia –modo que elegí para hacer la reseña- es sustancialmente diferente, debido a que nuestro personaje posee una cantidad de vidas limitadas, las criaturas que deambulan por el mundo son más fuertes y los recursos se consumen bastante rápido. Al igual que sucedía en los juegos de antaño, si se pierden todas las vidas, alpiste perdiste. Bueno, no. Se puede continuar jugando, con el aliciente de que el progreso hecho hasta el momento se pierde para siempre. Sin embargo gracias a un árbol de habilidades, o mejor dicho, de bendiciones, se puede comenzar el nuevo ciclo con algunos beneficios.

Esta mecánica se siente como si el juego escondiera un sistema rogue-like, lo cual podría percibirse como algo bueno, novedoso. Lamentablemente al ser un juego que parece, está poco pulido, varios aspectos, tales como el combate o su buen repertorio de bugs, lograron generar en mi persona bastante frustración, al punto de querer dejar de jugar. Es realmente una pena porque Fade to Silence tiene buenas ideas e intenciones, aunque claro está, solo con eso no alcanza para ofrecer una experiencia satisfactoria. Pero como siempre digo, vayamos por partes para que se entienda a que me refiero.


Tras un tutorial donde se explica el sistema de combate –bastante similar a lo que podemos ver en la saga Souls-, se desbloquea un refugio que vendría a ser como la base de operaciones y el punto de respawn cada vez que muramos. Dado que comenzamos con tan solo un puñado de recursos, la primera tarea consiste en encontrar más, explorando el nevado yermo. Lo primordial para asegurar la supervivencia es la madera y la carne: uno para mantenernos caliente y otro para llenar la estomago de Ash. Tanto el frío extremo como la inanición tienen un efecto significativo en la salud haciendo que esta merme, por lo que siempre procuré contar pociones y realizar descansos periódicos. Hay otros recursos igual de importantes, pero que están relacionados a la progresión del personaje. Por ejemplo los minerales que sirven para mejorar el equipamiento o las hierbas curativas que permiten fabricar pócimas y alimentos de mejor calidad. También existen una especie de fragmentos con propiedades especiales que aumentan la temperatura corporal, la capacidad de pasar más tiempo sin comer, el poder de ataque o el aguante.

Conforme fui explorando, me encontré con que hay más supervivientes dispersos por el mundo. A algunos tuve que rescatarlos de un final trágico, mientras que otros, por diversos motivos, llegaron solos a mi campamento. Aceptarlos en la comuna o no, será decisión nuestra, puesto que si bien es bueno contar con aliados, hay que tener en cuenta que son más bocas que alimentar. Cada seguidor cuenta con su propio set de habilidades y, gracias a estas, podemos encomendarles que se ocupen de diversas tareas, ya sea recolectar recursos, construir edificios o forjar nuevo equipo. También podemos pedirles que nos acompañen a recorrer el mundo y nos asistan en combate, aunque la IA no destaca por ser especialmente brillante. Lo interesante es que siempre podemos invitar a un amigo que posea el juego y asignarle el control del aliado en cuestión. Si he de ser sincero, no sé cómo funciona esta característica debido a que no pude probarla.

El reclutamiento es un elemento esencial en Fade to Silence, ya que es la única forma de mejorar nuestra base mediante la construcción de diferentes edificios, cada uno con su propia funcionalidad. Por ejemplo, la construcción de una perrera habilitará el uso del trineo que nos permite movernos más rápido por el mundo, la fragua permitirá craftear equipo avanzado, la carnicería obtener más alimentos, etc. Además, en la medida que el campamento crezca, habrá que gestionar sus defensas levantando empalizadas y equipando adecuadamente a los aliados para que nos ayuden a repeler los asaltos de los monstruos. También hay que tener en cuenta que cada compañero necesita un techo propio, debe comer y no estar expuesto al frío, lo cual nos obliga a hacer acopio de madera y alimentos. Black Forest Games tuvo la intención de dar a luz a un juego ambicioso, que se sienta orgánico, donde cada NPC tenga sus necesidades, historias y trasfondo. La verdad es que en los papeles esto se escucha bien, sin embargo, en la práctica se siente torpe e incluso tedioso.


Lo primero que noté -y que me generó algo de fastidio- es que los compañeros consumen demasiada comida y leña. El juego explica esto como un mantenimiento diario, por lo que siempre hay que estar bien aprovisionados. Lo curioso es que, por ejemplo, si Ash necesita tres unidades de comida para estar saciado, un seguidor necesita el doble, lo cual carece de lógica. Se siente como un desequilibrio intencional, cuyo fin es el de generar una capa de dificultad extra y una sensación artificial de que los recursos escasean. Por otra parte, pareciera ser que los aliados también padecen de amnesia temporal o algo similar, ya que olvidan todo lo que tienen que hacer. Más de una vez les asigné tareas específicas, las cuales cumplían sin inconvenientes, hasta que decidían ir a descansar. Una vez respuestas sus energías, cabía esperar que retomaran sus actividades, sin embargo me veía en la obligación de volver a asignárselas ya que comenzaban a hacer lo que les entraba en ganas. Parece que no, pero resulta cansino tener que andar detrás de todo el mundo para asegurarse de que hagan lo que les pedimos y no otra cosa.

Como dije, Fade to Silence tiene buenas ideas, pero resulta ser bastante frustrante en varios aspectos. Es un juego que castiga severamente la muerte, cosa que puede darse con más frecuencia de la que cabría esperar. El frío, el mal tiempo y el hambre, son preocupaciones de cada momento. Pero también lo son los enemigos que deambulan por el mapa que nos pueden hacer pasar un mal momento, aunque no por su ferocidad, sino por un sistema de combate que podría calificar como inadecuado. Como dije párrafos más arriba, se nota la influencia “Souls”, ya que nuestro personaje tiene un medidor de resistencia que se consume con cada golpe arrojado o al realizar esquivas. El problema es que se siente lento, tosco, rudimentario e incluso injusto, debido a que el hitbox no está bien definido. Hay solo cinco tipos de monstruos, por lo que aprender sus patrones de ataque –que son extremadamente básicos- es sumamente fácil. En mi caso lo que hacía era lanzar un golpe, retroceder, esperar hasta que el indicador de resistencia se regenerara y repetir la operación. Una mecánica poco emocionante, que genera escaso o nulo placer y, aunque efectiva cuando se trata de sobrevivir, hace que las batallas se conviertan en una carga que busqué evitar a toda costa.

Además, debo decir que el juego es muy repetitivo y, a pesar de lo misterioso y llamativo que resulta ser el diseño del mundo, hay muy poca variedad de actividades a realizar. Es muy difícil mantener el interés del jugador a lo largo del tiempo si lo único que se ofrece es conquistar lugares de los que obtener recursos o exterminar enemigos de diferentes puestos de avanzada. La historia tampoco incentiva a seguir adelante, debido a que nos vamos enterando las razones detrás del apocalipsis de forma muy fragmentada, escueta e incomprensible: Generalmente cuando dormimos, aparece una cinemática que dura –literalmente- 10 segundos, con frases del estilo “los gansos ocasionan problemas” que hacen que uno rasque su cabeza y ponga cara de “¿Qué rayos significan esas palabras?”.


Por último, una de las cosas más irritantes de todo el juego es la voz del demonio que nos revive ni bien comenzamos la partida. En un principio es interesante escuchar lo que dice, porque sus palabras transmiten una sensación de desasosiego y desesperanza. Sin embargo tener que oírlo cada vez que talamos un árbol, cazamos un animal o prendemos un fuego para calentarnos –acciones que realizamos un 90% del tiempo- resulta pesado, cansino y aburrido. Pierde la sorpresa y, al menos en mi caso, me hizo pedir por favor que se callara. Si algo más puedo agregar a todo lo dicho, es que también hay varios bugs, problemas de rendimiento y crasheos; cuestiones que –se supone- deberían de haber estado solucionadas en la versión final.

Gráficamente, Fade to Silence es bastante bueno, presentando un mundo cubierto de nieve pero con entornos variados, que dejan entrever los vestigios de una civilización que ha caído en desgracia. A primera vista, parece que solo se usaron tres colores (blanco, negro y rojo) para dar vida a los paisajes, no obstante existen gran cantidad de edificios, cavernas y lugares que descubrir, aunque sin demasiados detalles que llamen la atención. Algo similar sucede con los personajes, en especial con sus rostros que parecieran estar demasiado rígidos. Las pocas piezas musicales que se escuchan a lo largo de la partida no pasarán a la historia por ser memorables, como así tampoco la actuación de voz que deja mucho que desear.


Palabras Finales:
Pese a haber estado más de un año en Early Access, parece que no hubiera sido el tiempo suficiente para que Black Forest Games entregue un producto sólido y pulido. Fade to Silence tiene buenas ideas e intenciones, incluso por momentos resulta original, pero todo el conjunto se ve empobrecido por mecánicas repetitivas, un sistema de combate muy rudimentario y varios problemas técnicos en general. Aun así, el potencial está ahí y pese a que mis palabras puedan sonar demasiado duras, he de decir que dediqué más de 20 horas al juego, eso sí, haciendo la vista gorda a sus muchos problemas. Definitivamente no es un título que pueda recomendar, pero si eres un gran entusiasta del genero de supervivencia, y lo consigues a un muy buen precio de oferta, tal vez, y solo tal vez puedas darle una oportunidad.

Lo bueno:
- Un juego de supervivencia ambicioso con mucho potencial y buenas intenciones
- El diseño del mundo está bien logrado
- El sistema de construcción está bien integrado al juego y resulta entretenido

Lo malo:
- El derroche de recursos por parte de los compañeros controlados por la IA
- Mecánicas de juego repetitivas
- La insoportable voz del demonio que nos acompaña durante toda la aventura
- Sistema de combate demasiado rudimentario
- Numerosos bugs y problemas de rendimiento

Nota Final:

5
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ESCRITO POR Viejo Frank

Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.

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