Desarrollador: Le Cartel
Distribuidora: Devolver Digital
Distribuidora: Devolver Digital
Lanzamiento: 5 de septiembre de 2016
Plataforma: PC
Análisis basado en una copia digital del juego para Steam facilitada por Devolver Digital
A finales de los años ´80, no era tan común
tener una PC en cada casa y mucho menos una consola de videojuegos. Lo único
que teníamos al alcance de nuestras manos para poder saciar esa sed lúdica y
videojueguil eran los famosos salones “Arcade” o de “Recreativas”, lo que
cotidianamente –entre mis amigos y yo- llamábamos “Los jueguitos”. En aquel entonces había un género que sin
lugar a dudas reinaba en dichos salones: los famosos Beat´em Up, también conocidos como Brawlers o Yo contra el barrio. Año tras años
aparecían nuevos títulos, y así pasamos de jugar Double Dragon, Bad Dudes Vs. Dragon Ninja, Goleen Axe, Final Figth a Cadillacs And Dinosaurs, Knigth of The
Round Table, Subset Riders y otros tantos clásicos que se grabaron a fuego
en nuestra memoria.
Por supuesto que en la medida que el tiempo
transcurría, cada nuevo juego venía con mejores gráficos y nuevas historias,
algunas basadas en personajes de licencias, otras en completos desconocidos
pero que marcaron una época. Sin embargo había algo que permanecía inalterable:
una mecánica de juego sumamente sencilla y la esencia “Yo contra todos”.
Con el devenir de los tiempos, de “Los
jueguitos”, pasamos a juntarnos por las tardes en casa de amigos que tenían la
suerte de poseer una Megadrive o una SNES. Y para nuestra fortuna, estos juegos
de ir pegándole a todo lo que se movía -si bien no reinaban- seguían apareciendo en forma constante y ocupaban un lugar importante de nuestro corazón. Street of Rage, Maximum Carnage, Final
Figth 2 y 3, TMNT in Time y otros
tantos juegos servían de excusa perfecta para juntarnos a merendar, no gastar
en fichitas y despuntar el vicio a más no poder.
¿Y qué pasó después? Bueno, crecimos y ya no
nos juntamos tanto. Del mismo modo, también creció la tecnología. Los
salones de Arcade se redujeron drásticamente y ya no se veían esos juegos tan
lindos. El género también se empezó a perder en una especie de limbo dando paso
a juegos más complejos y la época dorada de los Brawler terminó.
Con esto no quiero decir que los juegos de
este tipo hayan sido erradicados del mundo, pero si se perdieron, al menos en
esencia. ¿¡Qué!? ¿Pero qué es esto que veo? ¡No puede ser! O… si… ¿Será posible que un Beat´em
Up de los ´90 haya viajado en el tiempo?
No amigos, claramente no es
posible… Detrás de todo juego –obviamente- hay un equipo de desarrollo. En este
caso, tan solo cuatro personas son las que le dan nombre al estudio Le Cartel, quienes se presentan en
sociedad con un juego digno de la época dorada de las recreativas: Mother
Russia Bleeds (MRB).
Este hermoso título, distribuido
por Devolver Digital (Gracias por
existir), apuesta por rendir culto a aquellos clásicos juegos de antaño, en que todo se resumía a dos botones o tres
botones, combinando una hermosa estética retro con grandes dosis de violencia
desaforada, lenguaje soez y gore pixelado.
Su argumento es algo diferente a
lo que acostumbramos a ver en este tipo juegos, mucho más profundo y adulto de
lo que pudiéramos presuponer. Nos traslada a
las frías y turbulentas calles de una hipotética Unión Soviética a mediados de
los años ´80. La sociedad en su totalidad, se encuentra a la deriva, siendo los
causantes de esto la mafia y los políticos corruptos (Cualquier semejanza con
la realidad es pura coincidencia). Para colmo de males, una nueva droga
comienza a circular por las calles, el “Nekro”. Esta sustancia, distribuida por
la “Bratva”,
genera en los consumidores comportamientos violentos, llevándolos al extremo de
hacer cualquier cosa por obtenerla… y por supuesto, ninguna autoridad hace nada
para detenerlo.
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Cráneos aplastados, cuerpos mutilados. Dale a Boris una barra de hierro decían... No sabrá que hacer con ella decían... |
En este caótico marco escénico entran
en acción nuestros antihéroes, quienes se ganan la vida realizando peleas callejeras
por unas pocas monedas. Todo marcha bien, hasta que un día, luego de una redada
policial (que apesta a “traición”) son llevados a un laboratorio clandestino
donde científicos de dudosa reputación experimentan con ellos cual conejillos
de india, inyectándolos constantemente con Nekro. Habiendo recuperado la
lucidez tras varios días de tormento, nuestra misión será escapar de ese
infierno en la tierra y dar con los responsables, obteniendo respuestas a
fuerza de golpes.
Los personajes que tendremos para
elegir cumplen con los estándares típicos del género, teniendo cada cual sus
características que lo distinguen uno de otro. Por ejemplo, Sergei o Boris son
los más equilibrados en cuanto a fuerza y velocidad, por contraparte Iván
destaca por una imparable potencia de ataque y Natasha (la única dama del
juego) se caracteriza por su agilidad envidiable.
MRB nos permite asignar el control de los demás personajes a la IA, aunque su comportamiento deja bastante que desear y, de mas esta decir, que es mucho menos divertido que jugar con amigos.
La campaña de Mother
Russia Bleeds, que puede ser jugada de uno hasta cuatro jugadores, nos
sumerge en el más oscuro y sórdido ambiente de una decadente Unión Soviética.
Los escenarios que recorreremos nos llevarán desde el laboratorio clandestino
en que comenzamos, a los barrios bajos, al infaltable nivel del tren, luchar en
una ciudad en medio de una revuelta o en un excéntrico club de la mafia. Cada lugar que
pisemos estará repleto de enemigos (Uno mas estereotipo que otro) que no dudarán en atacarnos a puñetazos y
patadas, aunque también lo harán con armas punzantes, pistolas, escopetas o
granadas… y por supuesto, como dicta el manual, cada nivel tendrá su desafiante
jefe final.
Como es costumbre, tendremos que
pegarle a todo lo que se mueva, y como decía anteriormente, la mayor parte de
las acciones se lleva a cabo con solo unos pocos botones, aunque dispondremos
de algunas variantes. Podemos por ejemplo agarrar a nuestros enemigos y
lanzarlos contra sus secuaces, rematarlos a golpes en el piso, ataques
a la carrera, esquivar, usar armas, etc. Numerosas variaciones que servirán para realizar combos y ser quien tenga el mayor puntaje al finalizar el escenario
(Todo sea por presumir ¿no?).
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Como detalle, MRB nos permite activar un efecto de "tubo de rayos catodicos". Mas nostálgico, imposible. |
¡Ah! Pero eso no es todo. Hay un pequeño GRAN detalle: Nuestros personajes van a tope de Nekro, y aprovechando este aspecto, Le Cartel mete una pequeña innovación que consiste en el uso de esta sustancia. Por un lado, con una pequeña dosis podremos recuperar parte de nuestra salud -es la única forma- como también levantar a los aliados caídos. Por otra parte, el uso más interesante y divertido, inyectarnos el Nekro para entrar en una especie de frenesí furioso que nos brindará fuerza y velocidad sobrehumanas, además de espectaculares y sangrientas ejecuciones instantáneas.
Por supuesto que las dosis son
limitadas, ya que con cada uso, nuestro medidor de Nekro se ira agotando. Para
recargarlo no nos quedará más remedio que extraer la sustancia de nuestros
enemigos muertos. Si, así como leen. Muchas veces, cuando un rival cae,
comenzará a convulsionar debido a la droga que tuviera en su cuerpo, y en ese
momento seremos capaces de hacer uso de una jeringa para extraer una pequeña (o
gran) cantidad que podremos usar en nuestro beneficio.
Ademas de la campaña, tenemos
otra modalidad llamada “Arena”. Esto no necesita mucha explicación en si, ya
que como intuirán (muchos juegos poseen modos similares) consiste en aguantar
oleada tras oleada de enemigos, que ira subiendo de dificultad de acuerdo al
tiempo que aguantemos de pie. Lo interesante de este modo, es que nos desbloqueará
distintos tipos de drogas que podremos usar a la hora de comenzar una nueva
partida.
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Si demostramos nuestra valía en la Arena, tendremos acceso a una amplia variedad de narcóticos. |
Lamentablemente, y al igual que todo Beat´em Up, el juego resulta ser algo corto. En tan solo 4 o 5 horas podemos finalizarlo. Claro que habrá momentos en que nos quedaremos trabados con algún jefe final, ya que a veces los saltos de dificultad son excesivos, pero cada uno puede ser derrotado con una estrategia específica, y en cuanto la descubramos, será un trámite eliminarlos. De cualquier modo el titulo nos brinda un buen nivel de rejugabilidad al ofrecernos cuatro personajes que elegir y mejor aún, la posibilidad de jugar con amigos… peeeero… (Siempre hay un “pero”)
¿Pero qué? Y el “pero” viene por
que MRB no cuenta con algo que hoy día
nos permite acortar distancias y jugar con amigos: Multijugador Online. La
verdad es una pena, ya que limita mucho la posibilidad de realizar partidas en
forma cooperativa. Se tienen que alinear los planetas (y contar con cuatro
joysticks) para organizar una partida grupal ¡¿O no?! Al menos en mi caso sí. Humm…
tal vez, ahora que lo pienso, quizá esté hecho a propósito intentando recuperar
el espíritu de juntarse a jugar, puede que sí, puede que no. De cualquier modo es una función que el juego necesita y que
el estudio prometió agregar en breve. Habrá que esperar a ver si
cumplen.
Otra cosa que resulta muy lindo
de ver, son aquellos momentos en que nos encontraremos luchando con más de una
veintena de enemigos, que da por resultado un maravilloso festín gore de
cabezas aplastadas, cuerpos mutilados y sangre por todas partes.
Por ultimo, el apartado sonoro, creado por Vincent Cassar, presenta
melodías de corte electrónico que se acoplan bien al violento mundo creado en
torno a MRB.
Lo Bueno:
- Un Beat´em Up que capta a la perfección la esencia de viejos clásicos del género.
- Sangre y violencia desmedida por doquier.
- Apartado gráfico y sonoro.
- Jugar con amigos es lo más…
Lo Malo:
- ¡Es demasiado corto!
- Algunos jefes presentan saltos de dificultad excesivos.
Nota Final:
8
Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.
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