Desarrollador: Konami
Distribuidora: Konami
Lanzamiento: 16 de mayo de 2019
Plataforma: PC (Steam), PS4, Xbox One, Nintendo Switch
Análisis basado en una copia digital para PlayStation 4 facilitada por Konami
Para todo aquel que no vive en una piña debajo del mar, Castlevania no necesita introducción. Esta saga es, en muchos aspectos, el corazón de los juegos de acción y plataformas. En muchos aspectos Castlevania ha sabido romper paradigmas y ser pioneros, trayendo a la tabla ideas disruptivas como la opción de jugar con varios personajes cuyas diferentes características pueden destrabar secretos, o proponiendo escenarios alternativos dependiendo el camino elegido.
Desde el primer título esta saga ha sabido enamorar y mantenerse siempre en la vanguardia, trayendo algo nuevo en cada título y manteniendo lo bueno que ya tenía. En esta ocasión Konami decidió rendirle homenaje a una de sus más fructíferas franquicias con una colección digna de elogios. Si bien el último intento de la compañía (Castlevania Requiem) por hacer guita con la franquicia sin esforzarse en lo más mínimo le trajo pesadas consecuencias, podemos decir que fue una lección bien aprendida.
Esto se debe a que esta colección no es sólo un rejunte de juegos buenos de la saga, sino un homenaje con todas las de la ley, incluyendo features exclusivas de esta edición. Entre las mismas las más destacadas son la posibilidad de guardar y cargar estados en cualquier momento, cambiar el aspect ratio de la imagen, poder cambiar el fondo entre 3 posibles opciones y una más que le dedicaremos su propio espacio más adelante.
Los títulos que esta colección abarca son: Castlevania, Castlevania 2: Simon’s Quest, Castlevania 3: Dracula’s Curse y Kid Dracula (NES). Castlevania: The Adventure y Castlevania 2: Belmont’s Revenge (GAMEBOY). Super Castlevania 4 (SNES) y Castlevania: Bloodlines (SEGA GENESIS). Y sí, leyeron bien, Dracula Kid finalmente es lanzado fuera de Japón y contiene una traducción 100% oficial, algo digno de mención y elogios.
En el aspecto técnico, tanto los títulos de NES como los de GAMEBOY presentan frame drops cuando hay muchas cosas pasando a la vez. Si bien no es un deal breaker, tira para atrás una colección que, de no ser por eso, hubiese sido perfecta.
Lo bueno de poseer esta alineación de joyas del classic gaming es que podemos vivir la evolución en vivo y en directo, ver cómo aprenden de sus errores y cómo ciertas mecánicas son levemente modificadas hasta ir llegando a la perfección que títulos como Super Castlevania 4 o Castlevania: Bloodlines nos presentan en su gameplay.
Con respecto a lo nuevo que esta colección trae, hay que darle el mérito que merece a que hayan agregado la posibilidad de guardar y cargar estados. De esta manera la saga Castlevania finalmente está al alcance de todos, ya que la dificultad imperdonable pasa a ser cosa del pasado cuando tenemos infinitos intentos desde el punto de guardado de que deseemos.
Lo que quizá hubiese hecho que este feature sea de lo mejor es la posibilidad de guardar varios estados por juego, pero lamentablemente sólo poseemos un slot que es sobrescrito cada vez que guardamos.
Personalmente, nos gustaría también citar la importancia de la inclusión del único título en esta colección que no está en una consola de Nintendo: Castlevania: Bloodlines.
Esta entrega lamentablemente no tiene el reconocimiento que merece, pero no nos da miedo afirmar que está a la altura de Super Castlevania 4 y, además de contar con la posibilidad de atacar en todas las direcciones, también cuenta con dos personajes que se manejan muy diferentes.
Por un lado tenemos a John Morris, un cazador de vampiros que posee el característico látigo, aunque no el característico apellido de la saga. Por otro lado está Eric Lecarde, un cazador con tridente y mucha agilidad.
Este título no sólo lleva la capacidad de la consola de 16-bits de Sega al extremo desde el lado gráfico, sino también desde el sonoro. Desde melodías oscuras y tenebrosas hasta el más poguero metal clásico, Castlevania: Bloodlines sabe cómo hacernos hervir la sangre. Michiru Yamane, la responsable de gran parte de la banda sonora del mítico Castlevania: Symphony of the Night, es la responsable de sacarle el jugo a toda la capacidad de sonido de la Genesis y Mega Drive.
Pero igualmente la cereza del postre se la lleva una nueva adición que más arriba en la nota mencionamos muy por arriba: "The History of Castlevania - Book of the Crescent Moon", un libro digital que contiene arte inédito de cada Castlevania incluído en la colección, entrevistas exclusivas, ideas y conceptos descartados o transformados y toneladas de contenido más.
En nuestro primer gameplay, nos pasamos casi dos horas sólo con el libro y no nos arrepentimos de nada. Esta sección tiene su propio menú para pasar las páginas, hacer zoom e incluso sacarle el HUB para que la imagen se vea limpia y uno pueda hacer screenshots o simplemente disfrutar completamente de cada imagen de este libro.
Lo bueno:
- Cada uno de los títulos incluidos en la colección.
- El libro: "The History of Castlevania - Book of the Crescent Moon".
- La posibilidad de guarder y cargar estados.
- Que Dracula Kid sea lanzado por primera vez, oficialmente, fuera de Japón.
Lo malo:
- Los clásicos de 8 bits suelen presentar frame drops que pueden resultar en una experiencia insoportable.
- Que no haya más de un bloque de guardado por juego.
- Hubiese estado bueno que incluyan alguno de los títulos de DS o Gameboy Advance como recompensa secreta.
- Cada uno de los títulos incluidos en la colección.
- El libro: "The History of Castlevania - Book of the Crescent Moon".
- La posibilidad de guarder y cargar estados.
- Que Dracula Kid sea lanzado por primera vez, oficialmente, fuera de Japón.
Lo malo:
- Los clásicos de 8 bits suelen presentar frame drops que pueden resultar en una experiencia insoportable.
- Que no haya más de un bloque de guardado por juego.
- Hubiese estado bueno que incluyan alguno de los títulos de DS o Gameboy Advance como recompensa secreta.
Nota Final:
8.5
ESCRITO POR
Rodrigo Scarlata
Amante del terror en todos sus medios y aspirante a artista marcial. Ama a Hokuto no Ken casi tanto como a sus gatos.
Excelente colección, ansioso de ponerle las manos encima!
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