Análisis: Battlefield 2042 - La guerra no cambia, pero debería


Battlefield 2042 lleva la legendaria saga de shooters militares de Electronic Arts y DICE a un futuro cercano. Diseñado como "una nueva generación" para la saga, el videojuego está construido sobre una versión modernizada del característico motor gráfico Frostbite.
Calificación:


Desarrollador: EA Dice
Distribuidora: Electronic Arts
Lanzamiento: 19 de noviembre de 2021
Plataforma: PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox Series X|S, Xbox One


Análisis basado en una copia digital para PS5 facilitada por EA Games Latam.


Escrito por Jeremías Curci | Chopper @jerecurci

Battlefield es una de las franquicias con más personalidad en la industria del videojuego. Nombrarla es sinónimo de enfrentamientos masivos, bombásticos y espectaculares, con enfoque que se desmarca de la propuesta de los Call of Duty del mundo. Es muy probable incluso, que muchos de tus amigos o amigas tengan sus propias historias de guerra: momentos inolvidables grabados a fuego que sólo se pueden conseguir en un título de estas características. Electronic Arts y DICE saben a la perfección cuál es una de las claves de la franquicia y por eso es fácil comprender por qué decidieron ceñirse a potenciar aquellos pilares que resaltan las cualidades de Battlefield; no obstante, estos pilares no lo son todo, y ahí reside parte de la explicación del por qué esta nueva entrega no está a la altura de las circunstancias.

Pero no me gusta empezar con pálidas, así que vamos a resaltar lo que Battlefield 2042 hace bien, que es justamente, ofrecer enfrentamientos masivos y bombasticos. Con amigos o en modo “lobo solitario”, salir al campo de batalla en esta nueva iteración de la serie es algo que no tiene comparación alguna. En PC o en consolas de actual generación, vas a formar parte de escaramuzas muy intensas con un conteo de jugadores que haría sentir inseguro al más confiado de los Battle Royale: 128 jugadores (64 en PS4 y Xbox One). Los mapas tienen una escala nunca vista a lo largo y ancho de su extensión; recorrerlos a pie toma un buen trecho y como si fuera poco, se sumaron una serie de inclemencias climáticas para sumar todavía más caos a las contiendas.


Es difícil describir la sensación de ser embestido por un tornado en medio de un complejo de rascacielos de Corea del Sur mientras intentas tomar el control de un puesto central y lo más impresionante es que esa sensación nunca queda vieja: siempre se siente electrizante. De igual modo ocurre que, más que nunca, tomar plena consciencia de la cantidad de jugadores luchando por el dominio territorial no hace más que quitar el aliento ante semejante proeza desde el punto de vista técnico. Es cierto que hay muchos compilados con bloopers, glitches y bugs en donde todo se rompe, pero también es cierto que a la hora de escribir estas líneas y con varios parches en el medio desde el lanzamiento, estas ocasiones están más en la columna de lo ocasional que en la de lo constante.

Aunque es a todas luces un juego denominado “intergeneracional”, el motor Frostbite tiene la carga suficiente para hacer flexionar los músculos de las actuales consolas y PCs más potentes, con una performance generalmente estupenda y con una calidad visual impresionante. No se ve tan espectacular ni intenso como el tráiler de presentación, pero sí es un hito en términos de escala y nivel de detalle para juegos multiplayer. De todas maneras, no estamos descubriendo nada nuevo en términos de bugs, roturas y performance: es prácticamente la historia de todos los Battlefield desde Battlefield 3 en adelante, razón por la cual es más difícil de entender el por qué del lanzamiento tan accidentado de esta esperadísima entrega. Desde la falta de comunicación por voice chat nativa en el juego a problemas con los servidores y más ensombrecieron a un título que lejos de volverse uno de los más jugados de la temporada, parece haberse convertido en el menos interesante.


El conteo de jugadores es alarmantemente bajo y -al menos en PlayStation 5- hay modos de juego que se vuelven inviables al requerir semejante número de participantes. La comunidad que está jugando Battlefield 2042 hoy está compuesta por los fanáticos más acérrimos o aquellos que se hayan animado a preordenarlo incluso después de las irregulares experiencias de la beta; cosa que no le ha ocurrido a quienes probaron las 10 horas incluidas en EA Play y dijeron “hasta acá”. Pero lo más preocupante de todo es que esto no está intrínsecamente relacionado a la performance o a los bugs, sino con distintas decisiones de diseño en lo que es la experiencia central que se sienten lejos de lo que es Battlefield desde un punto de vista jugable y conceptual.

Lo más notorio en Battlefield 2042 es la llegada de los especialistas: una serie de mercenarios que poseen habilidades con ciertos equipos y armas disponibles en el juego. Este sistema de especialistas viene a suplantar el milenario sistema de clases, lo cual supone un punto sumamente polémico tratándose de Battlefield. Cuesta entender cómo es que barren con una de las características más diferenciales de la experiencia en pos de un modelo más compatible con Call of Duty o con juegos como servicio que están lejos del planteo táctico tradicional de la franquicia. Desde lo positivo se puede decir que los especialistas abren más el juego hacia la personalización de “clases” más híbridas, pero es algo que llega a expensas de que ya no es necesario cooperar ni tener roles específicos en un mismo pelotón.


Con amigos o extraños, Battlefield te invitaba a jugar pensando no sólo en los frags sino también en todas las acciones de juego y en la sinergia entre clases: médicos, ingenieros y especialistas en artillería por ejemplo, podían olvidarse del objetivo central del modo para asistir al resto de los escuadrones. Y aunque podría decirse que se favorece al espíritu individualista, DICE resolvió quitar los leaderboards de forma tal que no se puedan ver los frags ni puntajes para ver cuál es el pelotón con mejor desempeño y por tanto, el objetivo a eliminar. Esta disonancia conceptual está replicada a lo largo y ancho de Battlefield 2042. Otro ejemplo tiene que ver con el setting del título.

Ubicado en un futuro cercano, Battlefield 2042 nos cuenta cómo el calentamiento global y los desastres climatológicos sumieron al mundo en el caos por la lucha para obtener recursos naturales. El mundo se convirtió en uno sin naciones ni banderas -aunque curiosamente los bandos son “USA” y “Rusia” donde los soldados son apátridas -los llaman “no-pats”- que se unen a la causa que sea mejor postora. En la práctica, esta decisión de diseño implica que el único diferencial entre los soldados en batalla consiste en las skins que portan: no hay uniformes para diferenciar los bandos, no hay armas características en cada bando e incluso los vehículos son exactamente los mismos para un lado o el otro. Por ahí suena a una queja un poco tonta el hecho de no poder diferenciar instantáneamente dónde está el enemigo en el campo de batalla, pero entre los bombazos, el fuego de vehículos y las tormentas de arena, el resultado es muy caótico para mal.


El setting de la trama no es el más original, pero es llamativo que no se haya incluido una campaña de un jugador, en especial si consideramos la exploración que tuvo la serie en las últimas entregas en este sentido. La idea de los no-pats, el mundo al borde de la extinción y todos estos elementos se sienten completamente desaprovechados, lo cual es doblemente malo porque de este modo se despoja a las batallas online de un propósito específico: se siente que jugás Battlefield 2042 porque es una experiencia colectiva y espectacular y no porque haya algo en juego relacionado a las facciones ni nada que se le parezca; es como una enorme sesión de paintball. Y siguiendo con las carencias, el contenido de lanzamiento es bastante flaco: tres modos centrales de acción.

Bajo el título de “All Out Warfare” vamos a encontrar los modos clásicos de Conquest -donde el avance por los mapas se da atacando o defendiendo distintas “regiones”, con un enfoque más abierto a la experimentación- mientras que Breakthrough ofrece una aproximación más táctica y sesuda, con espacios pensados para implementar distintos tipos de estrategia. “Hazard Zone” es un modo en el que los pelotones de 4 jugadores deben recuperar y extraer discos rígidos en un mapa en el que deberán combatir entre los participantes y la Inteligencia Artificial y por último el más jugoso de todos: “Battlefield Portal”. Este último nos invita a crear partidas con reglas personalizadas empleando mapas, armas, unidades y vehículos de Battlefield 1942, Bad Company 2 y Battlefield 3, con los gráficos que brinda el motor de Battlefield 2042.

Más allá de lo que implica poder volver a recorrer niveles clásicos como Caspian Border, es en este modo donde se está empezando a ver lo más interesante que tiene Battlefield 2042, lo cual ya dice mucho de lo poco relevante que resulta la propuesta principal del juego. Curiosamente, por contraste, es evidente por qué los clásicos funcionaban tan bien y por qué 2042 tiene problemas de ritmo a lo largo y ancho, además de sentirse como un puñado de ideas que todavía no tienen el desarrollo suficiente. La premura por poner en las bateas y tiendas digitales a este Battlefield 2042 en el estado actual en el que se encuentra probablemente tenga más que ver con cierres de año fiscal y juntas de inversores, que una necesidad real por parte del estudio de publicar algo para estar con la soga al cuello.


O tal vez realmente están enamorados de la épica; no sólo la que se produce ocasionalmente en el campo de batalla virtual, sino aquella de la redención de los estudios al publicar un producto deficiente con la promesa de hacerse cargo de aquello que está roto: la remontada soñada que culmina con el vitoreo de la industria en su totalidad. No todos pueden ser Final Fantasy XIV o No Man’s Sky, sin embargo, y el problema más grande que tiene Battlefield 2042 está en que no sabe qué es lo que quiere ser y compite en un entorno plagado de juegos de acción en primera persona con ideas mucho más claras y con métodos más efectivos para volver a por más. Nadie le va a quitar lo imponente de la acción y la escala pero, de momento, esto no es suficiente para recomendar abiertamente Battlefield 2042. El destino final sólo DICE y EA lo saben, pero desde afuera se siente como que tal vez sea demasiado tarde.

Battlefield 2042 demuestra que puede mover enormes campos de batalla con un gran nivel de detalle y un clima dinámico envidiable pero hasta el momento no parece saber bien para qué. Divierte por momentos y es muy espectacular en ocasiones, pero se muestra como una experiencia a la que le faltan varias horas de cocción no sólo desde lo técnico sino también desde un punto de vista estructural.

Lo bueno:
- La escala
- Técnicamente está muy bien
- Posee cierto magnetismo que te mantiene jugando más allá de que puede embolar de a ratos

Lo malo:
- Bugs y falta de funciones básicas como el chat de voz
- Poco contenido y modos de juego
- El sistema de progresión no ofrece alicientes para mantenerse jugando
- La ausencia de clases en pos de un concepto difuso como el de los operadores

Nota Final:


6

Decente

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