Análisis: Hunt the Night, un souls-like a lo Zelda en un mundo siniestro

Hunt the Night es un juego de acción aventura que combina un sistema de combate rápido y complejo con un lore de fantasía oscura. Juega como Vesper, virtuosa miembro de la orden de “Los Acechadores”, mientras que exploras el devastado mundo de Medhram, repleto de ruinas y horrores.
Calificación:


Desarrollador: Moonlight Games
Distribuidora: DANGEN Entertainment
Lanzamiento: 13 de abril de 2023
Plataforma: PC (Steam), Nintendo Switch


Análisis basado en la versión de Steam con una copia facilitada por DANGEN Entertainment


La primera vez que escuché hablar acerca de Hunt the Night fue hace tres años, cuando estaba viviendo en Jaén. Lo más loco es que no tenía ni la más remota idea de que estaba siendo desarrollado a tan solo unas calles del piso en que estaba viviendo. Recuerdo que fue tan solo ver el primer trailer para caer enamorado, casi de forma instantánea, ante su estilo artístico. Esa estética de 16 bits, inspirada en el horror gótico de juegos como Bloodborne o Castlevania, sumada a una épica banda sonora, me volvió loco. Y todo esto se intensificó mucho más, cuando probé la demo. No veía la hora de poder disfrutar de esta aventura al completo. Pero lo mejor, es que lo que había visto, era tan solo la punta del iceberg de uno de los videojuegos que más he disfrutado en este 2023.


Uno de los aspectos que más me llamó la atención acerca del desarrollo de Moonlight Games es como traslada la escala y la sofisticación de un título triple A -como puede ser el mencionado Bloodborne- y adapta dicho concepto a sus propias limitaciones. Porque Hunt the Night se siente como una especie de Zelda, infundido con un ambiente de terror, un sistema de combate agresivo, secretos, ingeniosos puzzles y memorables batallas contra grandes jefes. Es un videojuego desafiante y despiadado. Uno de esos que no perdona si no se le tiene respeto. Pero es justamente eso lo que lo convierte en una experiencia gratificante, puesto que hay un equilibrio y nunca se siente injusto. Todo está medido y diseñado al detalle, al punto de que muy pocas cosas tengo que reclamarle.

La historia de Hunt the Night gira en torno al ciclo del Día y la Noche. En el mundo de Medhram, la luz del sol es sinónimo de prosperidad para los humanos, mientras que la oscuridad equivale a muerte, ya que horribles criaturas lovecraftianas acechan en las sombras. Como jugadores, asumimos el papel de Vesper, una miembro de un grupo conocido como los Acechadores que buscan erradicar el mal que se oculta en las tinieblas. Este grupo de ‘cazadores’ pudo repeler a los monstruos gracias a un artefacto conocido como el Sello de Luz. Sin embargo, ahora ha desaparecido, haciendo que la noche regrese, junto con las bestias que tienen la intención de destruir a todos a su paso.

El juego comienza durante este período de la Noche. Las fuerzas de los Acechadores están mermando y la mayor parte de la humanidad ha caído. Entonces, nuestro objetivo -o mejor dicho, el de Vesper- será el de reunir las cinco piezas del sello. La protagonista y su origen son fundamentales para la trama, y desentrañar su pasado y cómo se conecta con el mundo son el motor que impulsa la aventura. Sin entrar demasiado en detalles, especialmente a fin de evitar spoilers, solo diré que la heroína está unida a un ser de la Noche llamada Umbra, que le confiere capacidades especiales.


A pesar de las inspiraciones en otros títulos, Moonlight Games hizo un gran esfuerzo para establecer un trasfondo consistente. La narrativa sigue una línea bastante tradicional, aunque hay objetos -unas plumas de cuervo- que amplían el lore, con detalles muy interesantes. Cada lugar, personaje o monstruo del que escuchamos hablar, tiene su historia. Y esto es algo que encontré realmente fascinante porque me metió de lleno en el mundo. El único problema, es que para conocer todo esto, hay que encontrar cada una de las plumitas, cosa que no es para nada fácil. Aún así, es un excelente incentivo para la minuciosa exploración de cada escenario. Aquí nada es fácil, pero todo tiene su recompensa.

Algo similar sucede con el sistema de combate. Como mencioné más arriba, el mismo es agresivo y, al igual que sucede en los juegos de FromSoftware, ser muy codicioso con los ataques puede resultar en una muerte prematura. Vesper puede hacer uso de diferentes armas, cada una con sus propias cualidades. Por ejemplo, las más pequeñas -como las dagas duales, los guanteletes o las espadas- son más rápidas pero causan menos daño, mientras que las grandes, como los espadones o las lanzas, son realmente poderosas aunque también muy lentas. La protagonista también puede realizar una especie de dash que es fundamental para evitar ataques enemigos. Este desplazamiento se rige por la energía oscura (stamina) y definitivamente es la herramienta más importante en combate.


A todo esto se suma un pequeño repertorio de armas a distancia. Concretamente una pistola, una escopeta, una ballesta y granadas venenosas, cada una con un propósito diferente. Eso sí: la munición es limitada y se debe apuntar para ejecutar un disparo. Afortunadamente las balas -o munición- pueden reponerse de varias maneras. Por ejemplo, al realizar tres ataques cuerpo a cuerpo consecutivos o en las ‘Fallas de Noctilum’ que se encuentran dispersas por todo el mundo. Además se recuperan cuando se guarda la partida en unas estatuas de cuervos que actúan como las famosas hogueras, lugar donde también se reponen las rosas; los ‘viales de sangre’ del juego. 

El combate es rápido, fluido, impactante y muy refinado. Es prácticamente un baile, una cuestión donde los reflejos toman mucho protagonismo. Hay que leer patrones, aprender a cómo hay que moverse y a buscar la ventana para atacar. Si bien los ataques no consumen resistencia, la esquiva -y algunas habilidades que se consiguen posteriormente- si lo hace, lo cual evita que se spamee dicho movimiento sin ton ni son. Los enemigos golpean duro, incluso los más comunes y con solo tres o cuatro golpes te pueden mandar al último punto de guardado. Y pese a que hay algunas inconsistencias, como por ejemplo con los hitboxes de algunos jefes o incluso una suerte de input lag (Que solo sucede si se juega en Steam Deck limitando a 30 los fps) lo disfruté muchísimo.


Sin embargo, donde todo este sistema realmente se luce es durante las batallas contra los jefes. Cada una de las monstruosas criaturas a las que se debe hacer frente están diseñadas con muchísimo detalle. Hay algunas que son realmente grotescas, atemorizantes y que poco o nada tienen que envidiarle a las vistas en títulos como Blasphemous. Además, todas tienen sus peculiaridades lo cual hace que cada una de estas batallas sean muy diferentes. Quedé honestamente sorprendido en este aspecto, no solo por la originalidad, sino también por el planteo. Moonlight Games hizo un trabajo excelente, aunque puede que con el segundo jefe se les haya ido un poquito la mano. Creo que es una pelea algo complicada para ese momento del juego y que puede llegar a ser el punto de quiebre para muchos jugadores. Tal es así, que menos de un 40% de los usuarios lograron superar esta prueba de fuego.

He de mencionar que el desafío se mantiene a lo largo de toda la aventura porque en Hunt the Night no hay un sistema de subida de nivel o de mejora de habilidades en el sentido tradicional. Acá las cosas se mantienen en el lado más simple. Vesper solo puede llevar equipados cuatro objetos: Arma, armadura, una runa y una habilidad activa. Sin embargo, siento que esto resulta muy beneficioso para el juego, ya que mantiene el combate libre de un metajuego innecesario. No hay builds o números a tomar en cuenta. Todo pasa por aprender, dominar y buscarse la vida con las mecánicas que se ofrecen. Claro está que esta curva de aprendizaje viene de la mano de muchísimas muertes. No obstante, el juego es indulgente, y cuando se muere no se pierde nada. Ni siquiera el dinero que llevemos encima.


Otro aspecto en que el juego brilla es en la exploración. Cuando mencioné que se siente como una ‘especie de Zelda de corte gótico’ es tal cual. Honestamente, creo que aquí es donde Hunt the Night hace su mejor trabajo. El mundo no es muy amplio, pero está tremendamente bien aprovechado. Hay decenas de pequeños rincones, puertas secretas y cuevas que esconden cofres con nuevas armas, armaduras, habilidades o simplemente Noctilium, la moneda de intercambio en el juego. Muchas de estas zonas serán accesibles conforme avance la aventura, gracias a las habilidades que Vesper adquiere a través de Umbra.

El único inconveniente en la exploración está en el ‘plataformeo’. Vesper puede usar el dash para cruzar por determinadas zonas, aunque esta mecánica de plataformas puede ser un poco ardua de vez en cuando. Creo que el mayor inconveniente es que no hay una forma precisa de medir la distancia del desplazamiento. En más de una ocasión pasaba de largo, mientras que en otras ni siquiera llegaba a donde debía, cayendo al vacío sin poder hacer nada al respecto. Si bien sólo se pierde un punto de vida cuando esto sucede, no es muy agradable morir de modo involuntario.

Ahora, si hay un punto brillante por el que tengo que aplaudir, es la dirección artística. La estética sombría y oscura que impregna al título es maravillosa. El mundo es inquietante, misterioso y variado. Hunt the Night invita a viajar por una amplia variedad de lugares influenciados por el horror. Aunque siempre hay una nueva fuente de esplendor visual para apreciar, una de mis áreas favoritas es la de las nevadas montañas de Bloodisfell, una zona llena de árboles otoñales, coronada por un imponente castillo vampírico. Por otra parte, la banda sonora contribuye a generar una atmósfera lúgubre y gótica. Aunque sin lugar a dudas, donde más destaca este apartado es durante los combates contra los jefes. Quizá suene exagerado, pero las melodías que acompañan estas batallas están a la altura de cualquier producción AAA. Sin lugar a dudas, un trabajo encomiable el realizado por Moonlight Games.


Hunt the Night es un videojuego hermoso con una atmósfera inquietante y un mundo fascinante que descubrir. A pesar de algunas asperezas en su jugabilidad y algún que otro pico de dificultad al inicio, desentrañar los misterios de Medhram es maravilloso. Las peleas contra los jefes son ingeniosas y están meticulosamente diseñadas. Es una aventura que condensa en 15 horas algunos de los mejores elementos que pueden ofrecer como producciones Zelda o Bloodborne, pero con personalidad propia que hacen sentir que el desarrollo de Moonlight Games es mucho más que una simple iteración. Y todo, aderezado con un maravilloso apartado artístico y una banda sonora muy contundente, que se siente como la cereza del postre. Pero como una de verdad, no como esas que parecen de plástico.

Lo bueno:
-El apartado gráfico y sonoro en su conjunto.
-Los combates contra los jefes son una delicia.
-El mundo de Medhram, su atmósfera y los muchos secretos que esconde.
-El sistemas de combate.

Lo malo:
-Algunas inconsistencias en el hitbox.
-Los segmentos de plataformas pueden resultar ligeramente frustrantes.
-El combate contra el segundo jefe puede ser una barrera para muchos jugadores.

Nota Final:


8.5

Muy bueno
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ESCRITO POR Viejo Frank

Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.

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