Análisis: Marvel´s Spider-Man 2, más adulto, más oscuro y más sorprendente

Los Spider-Men Peter Parker y Miles Morales regresan para una nueva y emocionante aventura de la aclamada franquicia Marvel's Spider-Man para PS5. Balancéate, salta y utiliza las nuevas alas de telaraña para recorrer toda la ciudad de Nueva York de Marvel.
Calificación:
Desarrollador: Insomniac Games
Distribuidora: PlayStation
Lanzamiento: 20 de octubre de 2023
Plataforma: PS5


Análisis basado en la versión de PS5 facilitada por PlayStation Latam


Spider-Man está de vuelta en PlayStation y esta vez en dosis doble. Spider-Man 2 es una secuela directa de Spider-Man: Miles Morales, y sigue la historia de Peter Parker y Miles mientras buscan balancear su vida personal, sin dejar de lado su vida de héroes, que cada vez les pesa más. Como no podía ser de otra forma, en esta nueva entrega, todo se duplica: la escala del mapa, la cantidad de lo que tenemos para hacer y las trama y subtramas que teje la historia. Veamos en detalle qué nos trae esta aventura, que es también la más oscura y adulta que vimos de Spider-Man en videojuegos.

Spider-Man 2 inicia meses después de los sucesos de la entrega anterior. Miles tiene conflictos para engancharse con la universidad y seguir adelante tras la muerte del padre, a quien sigue duelando. Peter, por su parte, se ajusta a la vida tras el fallecimiento de tía May y tiene un problema con la hipoteca de su hogar, pero no todo es triste porque acaba de reencontrarse con su íntimo amigo, Harry Osborn.

Con los personajes en momentos tan complicados, el tono de la historia en Spider-Man 2 es, de por sí, más melancólico que en los títulos anteriores. Para colmo, Nueva York está siendo amenazada por Kraven, un villano que busca aniquilar a otros villanos, algo que no les gusta a las arañas porque creen en que los malos pueden reformarse. Suena naif y, de hecho, un poco lo es, pero el título de Insomniac es muy adulto para tratar estas cosas. Sabe surfear el cambio entre los momentos humorísticos propios de este personaje y el hecho de estar recontando historias clásicas de Marvel desde un ángulo más moderno y hasta sombrío. Hay muchísima oscuridad en esta historia, que pone como eje cuestionar la figura de los antihéroes y de los héroes en sí mismos, especialmente cuando aparece el simbionte. 

No vamos a dar detalles de todo esto, pero sí vamos a decir que la historia en la segunda mitad cobra vuelo y atrapa como ninguna cuando el Spider-Man negro y Venom entran en escena. Quienes estén familiarizados con la franquicia, sabrán qué le depara a Peter todo esto del simbionte, pero, incluso así, Spider-Man 2 le agrega un twist a la historia de Venom y suma tantos villanos y personajes conocidos que es casi un greatest hits para el arácnido. Miles, por su parte, tiene una historia más personal, más ligada al barrio, a su familia, con el regreso de Hailey Cooper.



Toda esta historia llega muy bien contada, como suele suceder en los juegos de PlayStation. La intro del título es, quizás, la batalla con un jefe más cinematográfica que vimos en mucho tiempo. Más adelante en la historia, el título alterna entre momentos de acción pura o de libertad sin límites, al surcar los rascacielos de Nueva York, con otros que son más contemplativos. Vamos a encarnar a Peter mirando recuerdos de la tía May junto a MJ su casa o nos vamos a reencontrar con Harry en el laboratorio y lo vamos a poder explorar todo. Incluso hablar en profundidad con los científicos que trabajan. Hay mucho foco en este tipo de momentos, que no son secundarios para nada. Por el contrario, es cuando la acción pone un freno y nos permite empatizar a fondo con los personajes, literalmente conocer lo más íntimo de su vida como humanos. Esto sucedía en entregas anteriores, pero en Spider-Man 2 hay un foco deliberado en querer mostrarnos a los hombres detrás de la máscara.

Quizás lo único que nos saca un poco de clima son algunos de los puzzles, que se sienten más como minijuegos obligados, que un desafío de inteligencia o algo que tenga sentido al momento en que se plantean.

A nivel jugable, estamos ante la misma fórmula que ya vimos, pero con esteroides. Todo es más grande, todo se duplica. Y viajar por Nueva York es más increíble que antes porque, aunque el mundo abierto ahora está ampliado, también nuestras habilidades de movernos. Miles y Peter prácticamente pueden volar ahora gracias al traje de telaraña. El árbol de habilidades conjunto nos agrega un montón de piruetas y formas de impulsarnos. Al final, la araña avanzará cómo la seda entre los edificios. 



La ciudad que nunca duerme es inseparable de nuestro héroe y esta vez Nueva York es más inmensa. Se suman Brooklyn y Queens, con locaciones realmente icónicas como puentes o Coney Island. Esto duplica la superficie explorable y nos mete de lleno en una ciudad vida como pocas. La recreación que lograron es sumamente idéntica a la ciudad estadounidense, con sus puntos turísticos y todo. Es curioso, además, cómo el impacto de nuestras acciones se ve reflejado en ella. Tras vencer a Sandman, vamos a ver arena en algunas zonas, la destrucción queda, también. Y todo confluye en que tengamos una ciudad viva y muy auténtica, cómo pocas vimos en un mundo abierto, que tiene el plus de ser una réplica de una ciudad real.

Y mientras pasamos nuestro tiempo en la ciudad, vamos a encontrar de todo. Hay que mencionar que podemos alternar entre Peter y Miles cuando queramos. La historia avanza con misiones particulares para cada uno, pero las misiones secundarias se dividen. Algunas son únicas de Miles, otras de Peter y después tenemos los easter eggs, secretos, coleccionables o crímenes infinitos para neutralizar en Nueva York que cualquiera de los dos puede encarar.

Es muy fácil perderse y pasar horas en Nueva York ayudando a los vecinos. La mayoría de los objetivos secundarios, que otorgan experiencia y materiales para trajes y mejoras, se resuelven rápido y es muy fácil pasar de una actividad a otra sin tiempos muertos. La acción es frenética, no frena y todo es veloz en Spider-Man 2.

Excepto las misiones de la historia, claro. La estructura es similar a lo que vimos en los juegos anteriores. No hay mucha novedad de mecánicas en sí. Tenemos misiones de infiltración, con sigilo; momentos muy vertiginosos, puzzles y la oportunidad de sacar a relucir el combate en casi todo momento. Nos esperan unas 15-18 horas en la línea principal y hasta unas 40 si sumamos todo el contenido secundario que, en cantidad, es mucho más de lo que esperábamos.



Volvemos a encarnar a MJ y, esta vez, su participación tiene más peso y las misiones de sigilo son más complejas. Sin embargo, casi todo lo que implica avanzar con disimulo en Spider-Man 2 podría estar más pulido. Nuestro héroe tiene la posibilidad de tender líneas de telaraña para avanzar por encima de los enemigos, en los techos, sin que lo vean. Miles particularmente puede hacerse invisible por unos segundos. Y MJ tiene una pistola táser. Pero, en última instancia, casi todo lo que es sigilo en Spider-Man 2 se siente poco pulido. Por momentos muy simple, con enemigos que rozan la estupidez, y, por otros, traicionero y de pura prueba y error. El sigilo se siente metido con calzador, algo que ya pasaba en los predecesores y que Insomniac no arregló para esta entrega.

El sistema de combate es la estrella, sin dudas. No hay razones para hacer sigilo con nuestros héroes si combatir es tan satisfactorio. Deriva igualmente de la primera parte, la cual se inspiró en el estilo de combate de la serie Batman Arkham. Pero Insomniac logró encontrarle una identidad propia al arácnido y en Spider-Man 2 se suman nuevas mecánicas. Las esquivas coreográficos, los combos de piñas en el aire, el uso de telarañas para atraer enemigos y todos esos movimientos conocidos regresan. 

La novedad está en los poderes de telaraña y los gadgets de Spidey que podemos activar con L1 y R1, y una de las teclas de símbolo a la vez (cruz, cuadrado, círculo y triángulo). Estos poderes se desbloquean en árbol de habilidades y tanto Peter como Miles tienen los suyos propios. Cuando entra en acción, el Spider-Man simbionte también tiene sus técnicas propias. Esto dota al sistema de combate de un abanico amplísimo de técnicas, combos y formas de acabar con los enemigos. Hay mucho lugar a la improvisación. Habrá que pensar rápido, pero tener dedos aún más veloces si queremos salir airosos de un combate. Y todo está tan bien diseñado que, aunque estemos a un golpe de que nos derroten, siempre hay tácticas para zafar a último momento.



Desgraciadamente, Spider-Man 2 no consigue separar mucho el estilo de combate de ambos arácnidos. En la teoría hay diferencias entre el puño de veneno de Miles y los gadgets poderosos de Peter, pero en la práctica muchas técnicas hacen lo mismo y la variación es puramente estética. El simbionte tampoco resulta tan destructivo como esperaríamos, aunque sí hay que reconocer que el DualSense se encarga de hacernos sentir el poderío absoluto de cada técnica. La inmersión de combate no sería la misma sin la tecnología, especialmente cuando usamos el traje negro, con todo su poder.

Finalmente, a nivel técnico hay muy poco que reprochar. Los escenarios, la construcción de Nueva York como mundo de juego, el nivel de detalle de este mundo, las transiciones climáticas, la luz, las sombras, y muchos detalles más, son simplemente sublimes. Spider-Man 2 brilla a nivel visual en cualquier entorno exterior y tiene un rendimiento a la altura, lo que hace que transitar Nueva York con la telaraña sea tan encantador a la vista, tan fluido y tan cómodo en las manos, sosteniendo el DualSense, que no hay razones para un viaje rápido. Contrasta un poco este esplendor con los momentos más guiados en escenarios interiores, pero no es que haya fallas técnicas o exhiban menos trabajo técnico. Solo sucede que no son un espectáculo visual. 


Spider-Man 2 cumple con ser una dosis doble de la fórmula que ya conocíamos. Dos arácnidos implica el doble de diversión y todo lo que ofrece para que hagamos en la piel de Miles y/o Peter es sumamente atrapante. Es un juego que se siente, que se vive, porque no hay nada que pueda describir la sensación sin igual que es transitar Nueva York desde los cielos, a pura telaraña. Tiene algunos puntos flojos y no llega a romper el molde, pero no lo necesita tampoco: consigue que nos pongamos en la piel de un superhéroe y no existe otro juego que le haga sombra en este aspecto.

Lo bueno:
- El mundo abierto, en todo sentido
- La historia y los momentos puramente narrativos que nos meten en la piel de los personajes
- El sistema de combate brilla como nunca

Lo malo:
- El sigilo
- Podrían haberse esmerado más en diferenciar a Peter de Miles en lo que respecta a mecánicas


Nota Final:


9.0

Excelente

Comparte en Google+
ESCRITO POR Florencia Orsetti

Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.

0 Gritos :

Publicar un comentario