Análisis: Kunitsu Gami - Path of the Goddess, un tower defense demoniaco que nos transporta a la era dorada de Capcom

Análisis Kunitsu-Gami: Path of the Goddess, un título único de inspiración japonesa de estrategia y acción al estilo Kagura para un jugador, lleno de mitología nipona. .
Calificación:

Desarrollador: Capcom
Distribuidora: Capcom
Lanzamiento: 19 de julio de 2024
Plataforma: PC, PS5, Xbox Series


Análisis basado en la versión de PlayStation 5 facilitada por Capcom Latam


Caminar 5 cuadras desde la parada de colectivo hasta tu casa después de haber estado todo el día afuera, tomar algo caliente cuando estamos congelados de frío, el sonido de los Joy-Cons de Nintendo Switch al ensamblarse... Son esos pequeños placeres los que realmente nos cambian el humor, nos despejan y nos recargan. Kunitsu Gami es una suma de todos esos pequeños placeres; mezclando Tower Defense con Hack 'n' Slash. Este título no viene a revolucionar la industria ni a cambiar la vida de nadie, pero sí ofrece un oasis, una pequeña pausa del día a día que nos deja con una sonrisa y ganas de jugar otra vez.

Capcom ha decidido una vez más demostrar por qué sigue siendo un gigante en la industria, apostando otra vez a los proyectos de pasión y diferentes, como lo hacía en la época de God Hand, Okami y muchos otoros, Desarrollado por un equipo interno, Kunitsu Gami ofrece horas de diversión, una estética memorable, música a la altura y una alta rejugabilidad para quienes quieran sacarle el máximo provecho.



Kunitsu Gami nos pone en la piel de Soh, un guardián que debe proteger a la diosa Yoshiro del ataque de los Yokai, entidades nacidas de las más oscuras fábulas y mitología japonesa. Tras un brutal ataque en la cima del monte Kafuku, Yoshiro y Soh quedan debilitados. Para recuperar su poder y librar la tierra de estas fuerzas invasoras, Yoshiro debe descender la montaña, guiada por Soh. En el trayecto, nuestros protagonistas descubrirán aldeas diezmadas por las fuerzas del mal. Liberándolas, podremos restaurar el monte a su antigua gloria y recibir la devoción de los aldeanos rescatados.

En términos de mecánica, el gameplay de Kunitsu Gami se divide en tres fases. La primera es recorrer el mapa durante el día, limpiando la corrupción, liberando aldeanos y trazando un camino para que la diosa lo siga hasta el portal Torii. Yoshiro no avanzará si no allanamos el camino, por lo que debemos usar esto estratégicamente. Al llegar la noche, entramos en la segunda fase: asignar clases a los aldeanos liberados (arquero, curandero, ladrón, etc.) usando la moneda básica del juego obtenida al liberar aldeas y derrotar enemigos.

Los enemigos saldrán de puertas en diferentes puntos del mapa, y nuestra labor será proteger a Yoshiro ubicando estratégicamente a nuestras tropas y manejando a Soh en combate. Los controles son sencillos, con combos y técnicas fáciles de conectar, lo que hace que manejar a Soh sea muy divertido. Los ataques fluyen con facilidad, incluso con decenas de enemigos en pantalla.



Las diferentes tareas asignadas a los aldeanos determinarán el éxito o fracaso de la misión. Al principio, las elecciones son sencillas, pero a medida que avanzamos, los enemigos cambian, y debemos adaptar nuestra estrategia. Kunitsu Gami nos comunica esto de forma sutil y precisa con su gameplay.

Al llegar el día, los Yokai desaparecerán y Yoshiro podrá retomar su andar. Cuando finalmente llegue al final del mapa, un pequeño minijuego interrumpirá el flujo del gameplay brevemente. Al liberar las dos partes del mapa, recobraremos la tierra y podremos reconstruirla, asignando tareas a los aldeanos que nos darán recompensas como monedas para subir de nivel, placas de Yokai y dulces para Yoshiro.

Este micromanejo es casi imperceptible durante las primeras horas de juego, pero se vuelve obligatorio al llegar a las últimas. Aquí es donde Kunitsu Gami exige que aprendamos sus reglas si queremos progresar. Sus mecánicas son simples y adictivas, por lo que comprometerse con el gameplay no es realmente difícil.



Una vez completado el escenario, se habilitará un nuevo mapa y/o la tercera fase de gameplay: los jefes. En estos escenarios, ya no guiarás a Yoshiro, sino que la protegerás en un entorno cerrado. Las batallas contra jefes nos exigirán pensar rápido y bajo presión, explotando las ventajas y tropas disponibles. Cada jefe vencido desbloquea una nueva clase, cambiando significativamente la jugabilidad.

Al vencer a cada jefe destrabaremos una nueva clase, por lo que tendremos un incentivo nuevo cada vez que habilitemos uno, ya que cada clase nueva es capaz de cambiar significativamente el gameplay.
El problema radica en que para que nuestras tropas crezcan deberemos generar una moneda especial que la ganaremos reconstruyendo aldeas y completando los objetivos secundarios de cada mapa.


Si decidimos no completar el contenido extra, la dificultad de cada mapa aumentará exponencialmente debido a la debilidad de nuestras tropas y de la falta de habilidades secundarias y poderes especiales, haciendo casi imposible superar los niveles sin cumplir con las misiones u objetivos secundarios.

Este lado negativo no es necesariamente una sentencia de muerte, porque Kunitsu Gami es un juego que nos permite divertirnos las primeras horas, acostumbrándonos a las mecánicas y dándonos una sensación de poder que rápidamente será puesta a prueba bajo más extremas condiciones. En las horas intermedias la exigencia aumentará mucho, y es acá donde el juego pondrá a prueba nuestras habilidades, y nosotros pondremos a prueba cuán divertido es para nosotros acoplarnos a las mismas. Si superamos esas horas intermedias, la recompensa será enorme, ya que al llegar a las horas finales habiéndole invertido tiempo y dedicación, podremos ver en todo su esplendor a las mecánicas confluyendo con las visuales, el sonido y todo el gameplay, en un espectáculo digno de ser atesorado y recordado.


Kunitsu Gami es como ese momento que te regala tu mascota cuando te apoya la cabeza en la pierna, es encontrar algo en el primer lugar que lo buscaste, es un comfort conocido, pero siempre bienvenido. Es una aventura corta para los que no le quieren dedicar demasiado y una aventura desafiante para quienes quieren explorar todo lo que tiene para ofrecer. Y lo poco que dura el gameplay en inversamente proporcional a lo mucho que lo rejugamos en nuestra mente y corazones, con una sonrisa como nexo conector.

Lo bueno: 
- El gameplay, simple y adictivo, fácil de aprender y dominar, y muy divertido de implementar.
- El apartado visual y de sonido en su enteridad. Es una obra de arte.
- Las diferentes fases de gameplay nos mantiene enganchados y comprometidos sin llegar a la monotonía.
- La cantidad de contenido extra que tiene para ofrecer.

 Lo malo:
- Que los objetivos secundarios sean casi obligatorios para vencer en los niveles más avanzados.
- Que algunos objetivos secundarios sean extremadamente difíciles, frustrantes, o alcanzables con una o dos estrategias específicas, quitando libertad de decisión.

Nota Final:


9.0

Excelente
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ESCRITO POR Rodrigo Scarlata

Amante del terror en todos sus medios y aspirante a artista marcial. Ama a Hokuto no Ken casi tanto como a sus gatos.

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