En 2009 Francia se situaba en el tercer lugar del mercado europeo de videojuegos, sin embargo en estos últimos cinco años ha aumentado el paro en estas empresas un 50% debido principalmente a la crisis actual. Esto provocó que los estudios se marcharan hacia Canadá y EEUU. Al gobierno francés le llamó bastante la atención este hecho, ya que la facturación anual de las compañías de este sector es de 3.000 millones de euros aproximadamente, por ello votaron una reforma fiscal para beneficiar a estas empresas.
Previamente los costes de distribución no eran tributables hasta que pasaran 36 meses, ahora tendrá que llegar como mínimo a los 72 meses. Antes las obras con pegi superior a 18 estaban excluidas de deducciones, pero ahora se beneficiarán de ellas como cualquier otro título de pegi inferior. También se beneficiarán de esto los juegos que alcancen unas ventas superiores a los 100.000 euros, cuando previamente era necesario llegar a 150.000 euros.
Esto se debe a que se ha concienciado al gobierno francés de que estas compañías generan empleo, capital y originalidad. No obstante en España aún no ha surgido una ley sólida para impulsar el desarrollo de videojuegos, han sacado una propuesta de Ley para esto, sin resolución a día de hoy. La verdad es que actualmente no han sacado ninguna ley sostenible para solucionar el principal problema de las pymes (empresas pequeñas) y de las empresas medianas: los impuestos que deben pagar y la obtención del dinero necesario para llevar a buen puerto los proyectos.
Es cierto que en España existen ayudas de financiación e internalización, derivadas del Plan Avanza del Ministerio de Industria o de las ayudas a las industrias culturales, pero estos se han reducido desde el 2009, recibiendo solamente el 44% de empresas alguna ayuda o subvención, siendo ésta local, autonómica o estatal.
ESCRITO POR
Carlos Reguera
Jugador, programador, doblador, diseñador, deejay, cinéfilo y escritor compulsivo. Maestro diplomado en Audición y Lenguaje. Añora los videojuegos de antaño, en los que destacaba la originalidad por encima de todo. Se deleita discutiendo las posibilidades de los videojuegos.
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