Análisis: The Persistence — terror en el espacio con toques de roguelite

The Persistence propone al usuario sobrevivir a una oscura estación espacial atestada de mutantes con sed de sangre. El videojuego de realidad virtual combina el terror en primera persona con sigilo y elementos roguelite.

Calificación:


Desarrollador: Firesprite Ltd
Distribuidora: Firesprite Ltd
Lanzamiento: 21 de mayo de 2020
Plataforma: PS4, PC (Compatible con VR)

Análisis basado en una copia digital para Steam facilitada por Firesprite.

No soy el tipo de personas que disfrute de los juegos de terror. Me asusto mucho, bastante diría yo, y la mayor parte del tiempo lo paso mal. Sin temor a equivocarme, puedo asegurar que el último survival horror que jugué fue Silent Hill (el primero) y fue suficiente como para decir “esto no es para mí”.

¿Qué le voy a hacer? Soy miedoso y eso me llevó a disfrutar de este tipo de producciones, pero como espectador. Sin embargo, desde la salida de Resident Evil 2 Remake decidí apartarme de mi cómoda posición y darle otra oportunidad al género, abrirme nuevamente a vivir este tipo de experiencias de primera mano, porque sentía que me estaba perdiendo de disfrutar de una gran cantidad de videojuegos. Así fue como llegué a The Persistence, un survival horror bastante interesante que incorpora mecánicas roguelike a su apartado jugable.


Originalmente lanzado como exclusivo de PlayStation VR, recientemente The Persistence ha llegado a todas las plataformas pero con ciertos ajustes que permiten que el juego se pueda disfrutar sin hacer uso de ningún dispositivo VR. Como podrán imaginar, estos cambios no suelen estar exentos de problemas. Sin embargo, el equipo de Firesprite ha logrado realizar una muy buena conversión, no solo en lo que a jugabilidad respecta, sino también en su apartado visual y sonoro.

 
The Persistence no es solo el nombre del juego, sino también el de una nave espacial donde se desarrolla la aventura, la cual se ha visto afectada por los efectos causados por un enorme agujero negro durante una expedición. Para su fortuna o desgracia, la ingeniera Serena Karim ha logrado sobrevivir a la catástrofe cargando su conciencia en la computadora de la nave, pero para escapar de esta pesadilla necesitará la ayuda de alguien más, alguien con una forma física. Es así que conocemos a Zimri Eder, el personaje al que controlaremos, una oficial de seguridad que es clonada por Serena gracias a una especie de impresora 3D, quien deberá realizar una serie de sencillas tareas para restablecer los sistemas vitales de la nave y poder regresar a salvo al planeta Tierra.

Por simple que esto parezca, la tarea de Zimri no será sencilla, ya que –como mencionÉ anteriormente- el agujero negro causó un mal funcionamiento en toda la nave, volviendo locas a todas las impresoras clónicas que ahora se dedican de forma incesante a crear humanos incompletos, salvajes y extremadamente hostiles. Como generalmente suele suceder en cualquier roguelike que se precie, en The Persistence moriremos mucho, pero afortunadamente cada vez que caigamos, sencillamente seremos re-impresos y podremos continuar con el desarrollo de la aventura sin mayores inconvenientes.

Es probable que, por lo mencionado hasta este punto, la historia no llegue a ser lo suficientemente interesante o sorprendente. Sin embargo, debo decir a favor del título, que está muy bien ejecutada y llevada a cabo. Los dos personajes principales, Serena y Zimri, están bastante desarrollados y durante el transcurso de la aventura se nos revelará una buena cantidad de información al respecto de cada una de ellas gracias a las conversaciones que irán manteniendo. Los diálogos entre las dos protagonistas están bien escritos, y la actuación de voz es bastante buena, agregando al juego mucha personalidad. Todo esto se suma a una excelente atmósfera de juego que logra sumergirnos en la experiencia y transmitirnos la misma tensión que siente Zimri mientras explora la nave, gracias a la implementación de audio direccional. Y todo esto sin estar usando dispositivos VR. Ahora, si lo que estás buscando es juego que ponga un fuerte énfasis en su narrativa, te sugeriría que busques por otro lado, ya que a fin de cuentas, The Persistence ofrece una historia de horror espacial bastante simple.


La razón principal por la que deberías darle una oportunidad a The Persistence es por la experiencia roguelite que ofrece. Se trata de un juego en primera persona, que nos pone en la piel de Zimri, con quien tendremos que explorar las cuatro cubiertas de la nave, las cuales se generan proceduralmente. Lo llamativo, es que a diferencia de casi todos los roguelikes, aquí siempre hay un mapa completo disponible en todo momento, por lo que es posible planificar una ruta de forma muy sencilla, ya sea que busquemos un camino directo a un objetivo o una ruta alternativa que nos conduzca a un alijo repleto de recursos. Cabe mencionar que los cuatro niveles del juego, si bien se desarrollan dentro de la nave, ofrecen algunas variantes, como para que la producción en general no se vuelva demasiado repetitiva.

Para sobrevivir y cumplir nuestra misión con éxito, tendremos que equipar a Zimri con armamento adecuado que le brinde una una oportunidad de luchar contra los clones salvajes. Inicialmente, la única arma de la que disponemos es la pistola Harvester, que se utiliza para –literalmente- cosechar células madre de aquellos enemigos desprevenidos, y un escudo de energía. Obtener estas células es muy importante, puesto que serán de suma utilidad para mejorar alguna de las 4 estadísticas principales: Salud, ataque cuerpo a cuerpo, sigilo y materia oscura, esta última cumple el papel de una barra de poder mágico.

Sin embargo, este no es el único tipo de recurso que encontraremos en The Persistence, puesto que, además de las células madre, existen otros dos tipos de monedas, que se pueden gastar en unas pequeñas impresoras que se encuentran a lo largo y ancho de la nave. Por un lado tenemos los Fabchips, los cuales se pueden intercambiar por mejoras para el traje de Zimri, armas cuerpo a cuerpo, armas de fuego y otros tipos de artilugios como drones o granadas. Cada arma y dispositivo obedece a distintos propósitos, lo que hace que sean más o menos efectivos, dependiendo de cómo queramos enfrentar los desafíos propuestos por el juego. Por otra parte, tenemos los Símbolos de Erebus, que son una especie de moneda que también pueden usarse en las impresoras, pero con la finalidad de desbloquear y mejorar cualquier arma u objeto, incrementando su cantidad de usos o añadiendo propiedades especiales.


La gran variedad de artilugios que podemos usar otorga mucha libertad a la hora de decidir cómo abordar el juego. Me refiero a que, si así lo deseamos, podemos adoptar un enfoque ofensivo combinando armas cuerpo a cuerpo con otras a distancia, centrando las mejoras concretamente en la salud y la regeneración del escudo, que pueden usarse para protegernos del daño. Pero por otra parte, también se puede apelar al sigilo, enfocando las mejoras en el Súper Sentido, un poder especial que resalta a todos los enemigos cercanos, y en aquellos ítems que nos permitan distraer a los enemigos para poder eliminarlos silenciosamente con el Harvester. Dichos enfoques se encuentran en extremos opuestos, pero no son los únicos que podemos adoptar, puesto que la mayoría de las herramientas que tenemos a disposición pueden funcionar aún mejor si las combinamos con otras. Además, todo esto se ve reforzado en el hecho de que podemos desbloquear diferentes tipos de clones, cada uno con sus características particulares.

En mi caso particular, disfruté mucho durante los dos primeros niveles de la nave, puesto que ahí todo fue experimentar y definir mi estilo de juego, probando que armas u objetos eran más efectivos contra los diferentes tipos de enemigos. Sin embargo, en los dos niveles finales, aunque todavía eran divertidos, morí una mayor cantidad de veces, en ocasiones por descuidos y en otras porque prácticamente todo te mata de un golpe. Pasar por la tercera y cuarta cubierta, creo que me llevó casi el doble de tiempo respecto a las primeras, puesto que se siente como si la dificultad subiera un escalón, haciendo que lo que había funcionado hasta ese momento se sintiera obsoleto. Por poner un ejemplo, tenemos un revolver que, en los primeros niveles, puede eliminar a toda criatura que se nos ponga por delante. Sin embargo, al llegar a la tercera planta, todo cambia debido a que los enemigos son mucho más resistentes, llegando a necesitar en determinados casos hasta tres o cuatro disparos.

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Pasada la mitad del juego, The Persistence hace honor a su nombre, debido a que necesitaremos dedicar varias horas a recolectar Fabchips y células madre para llevar nuestra barra de vida a un nivel respetable. Pero nunca será sencillo, ya que las cosas se complican por lo arbitrario que resultan ser algunos sistemas del juego. Por poner un ejemplo, independientemente del cuerpo en el que se encuentre, Zimri no puede correr y la verdad es que no tiene mucho sentido que un ser humano no pueda correr cuando es perseguido por monstruos. Para movernos con mayor rapidez tendremos que teletransportarnos a expensas de materia oscura, pero si dicho recurso se agota y tenemos un monstruo cerca, es más que probable es que muramos. Además, tampoco disponemos de algún elemento que nos permita recuperar energía, al margen de los botiquines que encontremos desperdigados por el mapa, lo cual hace que en determinados momentos el juego se vuelva más complicado de lo que en realidad es.

Todo esto se ve reforzado en el hecho de que algunos enemigos simplemente no se pueden evitar y se nos obliga a enfrentarlos cuerpo a cuerpo, lo cual puede conducirnos a una muerte segura. Por ejemplo, una de las criaturas puede detectarnos mágicamente y aparecer a nuestras espaldas, independientemente de si puede vernos o escucharnos, mientras que a otras ni siquiera podremos acercarnos sigilosamente. Si contamos con algún arma, como por ejemplo el cuchillo que mata de un golpe hasta el monstruo más feroz, no habrá problemas. Por el contrario, si solo disponemos del ataque básico, las cosas cambian mucho debido a que hay que golpear con el timing justo. Si bien podemos levantar el escudo para bloquear los ataques enemigos, este tan solo dura un segundo, también sufre daños y necesita recargarse. Por lo tanto, si muchos enemigos nos atacan en forma simultánea, seguramente nos quedaremos sin carga, impidiéndonos bloquear, por lo que es mejor que para ese momento dispongamos de mucha salud. Por fortuna, la muerte no tiene penalizaciones severas, puesto que no perderemos ningún tipo de recurso, sino tan solo las armas y objetos que llevemos en el inventario.


Siendo un roguelike, o mejor dicho, un roguelite, The Persistence no es un juego especialmente difícil. Desde mi punto de vista el nivel de dificultad normal es bastante justo, e incluso muy accesible para todo el mundo. De todos modos, para quien busque un desafío mayor, al completar el juego se desbloquearán niveles de dificultad más elevados, incluyendo uno con permadeath, además de varios modos extra que proponen todo tipo de desafíos, como por ejemplo, pasar X nivel sin usar armas o con tan solo 1 punto de vida. También hay un modo asistido, que reduce considerablemente la dificultad, lo que garantiza que incluso los novatos en el género puedan disfrutar de una experiencia que, generalmente, no es para todos.

Para terminar, solo resta decir que The Persistence no solo es un juego muy agradable y divertido, sino que también se ve bastante bien gráficamente. El título hace un muy buen trabajo con su ambientación a pesar de que las ubicaciones no son particularmente variadas. No obstante, se presentan muy bien, en especial gracias al gran uso de la iluminación que mejora considerablemente la atmósfera. Los modelos de personajes no son demasiado detallados y algunas animaciones se sienten demasiado rígidas y acartonadas, pero cumplen con su cometido y, siendo sincero, tampoco es que dispongamos de tiempo suficiente como para observarlos detenidamente. El apartado sonoro también contribuye a sumergirnos en esta aventura, con una música tensa, condimentada por ruidos procedentes de los enemigos, lo que hace que nunca nos sintamos cómodos y seguros.


Palabras Finales:
Como dije al comienzo, pese a no ser un veterano del género de los survival horror, encontré en The Persistence un roguelite de calidad que combina lo mejor de ambos géneros, dando lugar a una experiencia accesible para todo público. A pesar de que presenta un par de problemas por aquí y por allá, el desarrollo de Firesprite logra demostrar que con algunos ajustes a la experiencia habitual, sumado a una gran atmósfera, un entorno intrigante y una mecánica que permite una interesante variedad de estilos de juego, se puede dar a luz a una propuesta a la que vale la pena darle una oportunidad.

Lo bueno:
- Interesante mezcla entre roguelite y survival horror.
- Su ambientación y la atmósfera que logra gracias a su apartado técnico.
- La posibilidad de abordar el juego de formas diferentes.
- Sus modos extra alargan la vida útil del juego.

Lo malo:
- Los saltos escalonados en el nivel de dificultad.
- El sistema de detección de algunos enemigos.
- Algunas animaciones no están muy bien logradas.
Nota Final:

8
Muy Bueno
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ESCRITO POR Viejo Frank

Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.

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