Peli-review: No Respires (Don´t Breathe, 2016)

Don’t Breathe (No Respires) es la segunda película de Fede Álvarez y compañía tras una muy aceptable remake de Evil Dead (Posesión Infernal, 2013) como ópera primera. En este caso, el charrúa nos lleva a una tétrica casa en una desolada calle, en donde un trío de jóvenes entrará sin pedir permiso con el fin de robar una prometedora cantidad de dinero. Un detalle en particular que se enterarán es que, el propietario de la casa, es ciego.

            Claro que dicho así la trama inspira poca simpatía por los protagonistas pero, sin revelar en demasía, el primer acto es dedicado para al menos de forma sucinta construir a estas tres distintas personalidades y sus respectivas motivaciones para entrar a la casa del mencionado ciego. De modo que relatado lo justo y necesario, los personajes se adentran en la casa sin mayores complicaciones.

            Llama especialmente la atención que, si bien la película tiene, mayormente, una arquitectura narrativa bastante lineal, no obstante eligieron abrir con una escena adelantando sucesos del tercer acto. Y me llamó la atención porque se me antojó como un recurso un tanto superfluo, ya que en ningún momento lo sentí justificado.

Dirección: Fede Álvarez. Guión: Fede Álvarez. Elenco:  Stephen Lang, Jane Levy, Dylan Minnette. Producción: Sam Raimi, Fede Álvarez. Distribuidora: Sony Pictures. Duración: 88 minutos.

En Don’t Breathe no van a encontrar un magnum opus ni mucho menos. Se trata de un film en el que priman las bocas calladas y los silencios compasados por el soundtrack de Roque Baños. No esperen toparse con grandes frases ni simbologías enrevesadas; es una película que íntegramente pasa de una acción dramática a otra acción dramática, con los protagonistas eludiendo la muerte continuamente. Una fuerza oponente en este caso encarnada por un ominoso Stephen Lang, en el rol de un ciego capaz de prácticamente hacerle frente a Daredevil.

Siendo una película de esta categoría, la cámara adquiere la vitalidad debida, con momentos de soberbios travellings que traspasan paredes y suben escaleras con notoria suavidad. Imagínense algo símil a Panic Room (La Habitación del Pánico, 2002), en donde la cámara también adquiría estas propiedades; donde en muchas ocasiones se nos otorga más información a nosotros que los mismos protagonistas, en un recurso muy inspirado del cine de Hitchcock. Hay también espacio para un juego a veces hasta llamativo con la profundidad de campo, además del uso puntual de algunos lentes que ayudan a recrear esa atmósfera de misterio y peligro constante; la paleta de colores imbuye a la imagen de esa leve sensación no sólo de miedo, sino que hasta de morbo, si se quiere, dado el predominante verde que caracteriza la luminiscencia dentro de la casa; aunque también se notan muchos naranjas, estos provenientes del exterior de la casa.

Párrafo aparte me tomo para mencionar que la película no tiene mucho gore. Creo que es un detalle menor pero no obstante lo menciono, dado que Álvarez  demostró hace tres años que puede darnos un muy bien festín de sangre. Acá hay violencia pero un tanto más puntual y no tan desmedida, así como también algún que otro pasaje de latente morbosidad. Dista de ser una película sumamente tétrica como algunos medios la inflan.

El film no dura mucho más de hora y media y entretiene por lo que es. Quizá el final me dejó con sabor a poco y esperaba un poco más de impacto, pero no está mal; es, en cierta forma, una aceptable resolución para su conflicto dramático.

Don’t Breathe no es una obra maestra ni mucho menos, pero no por eso no deja de ser una película recomendable para ver en un año prolífico para el género del suspense/terror. 

¿Recomendada?

Si

Muy entretenida, pero sin novedades.

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ESCRITO POR gonzzCABJ

Escritor en ratos libres. Gamer por la noche. Cineasta en el futuro.