A veces, la muerte es mejor, reza el lema de la película… A veces, NO TOCAR NADA es mejor. Y
básicamente con eso podría cerrar esta reseña, pero bueno, vamos a explayarnos un poco.
Pet Sematary (2019) es el remake del clásico del ’89 que lleva el mismo nombre. La trama nos cuenta
la historia de un médico y su familia, quienes se mudan a una gran casa en pequeño pueblo
donde el doc deberá cuidar de sus habitantes. Todo era paz y alegría hasta que un día, uno de
los hijos del doctor pierde la vida en un accidente de tráfico. Sin embargo, no hay nada que
temer, puesto que hay un maravilloso cementerio indio donde enterrar a la criatura para que
vuelva a la vida... Aunque no de la misma forma que se fue.
La dirección de esta nueva cinta está en manos de Kevin Kölsch y Dennis Widmyer. Dos
directores sin mucha carrera por detrás, lo que nos hace pensar… ¿Qué podría salir mal,
verdad? Bueno… muchas cosas.
Para empezar, seguramente al igual que muchos de los lectores, nos hemos dado grandísimos
sustos con la película original, por lo que me resulta prácticamente imposible no comparar algo
tan icónico, tan querido y recordado al momento de escribir sobre esta nueva adaptación. Sin
embargo, desde un punto de vista imparcial, puedo decir que a Pet Sematary le pesa el nombre
que lleva, le pesa la carátula "Basada en un libro de Stephen King" y, sobre todo, le pesa que
ya exista una versión anterior.
Por tal motivo, este largometraje no trasciende más allá de ser
una película más del montón, con demasiados jumpscares y poca creatividad al momento de
desarrollar los momentos de tensión. Solo puedo rescatar de forma positiva la predominación
de los efectos prácticos sobre el CGI, cosa que a mí, personalmente, me seguirá gustando a
pesar de los años. Ahora bien, conociendo la versión del ’89, analicemos por qué este remake tuvo fallos donde
podrían existir aciertos.
Comencemos por las actuaciones. Lisa y llanamente, ninguna se destaca. Jason Clarke como
Louis (el padre), realiza una performance regular, nada de otro mundo. Además de que lo
considero un actor más, no puedo evitar pensar “ese señor tiene cara de Chandler Bing”. Amy
Seimetz caracteriza a Rachel, esposa de Louis. En esta versión la madre también es odiosa, solo
que me resulta menos creíble el personaje y, por lo tanto, menos entrañable. La narración de la
historia de Zelda sigue siendo más efectiva y terrorífica en la versión original, casi tan terrorífica
como Zelda en sí misma.
Ahora, dicha historia termina con, por supuesto, un jumpscare
(carente de sentido, pero jumpscare al fin). Hablando de Zelda, ambas versiones se ven tétricas, pero por algún motivo, la antigua sigue teniendo un impacto visual aun mayor. La niña e hija
mayor (Ellie), a diferencia de la otra película, esta vez es quien tiene el protagonismo y la
interpretación de Jeté Laurence es de las mejores que vamos a ver en el transcurso del
largometraje, lo cual nos ayuda a compenetrarnos más con el personaje, casi hasta sentir algo
de empatia. De Cage, el hijo menor, mucho no podemos hablar, puesto que no tiene tanta
relevancia como antaño. A quien si debemos mencionar es a John Lithgow como Jude, quien,
junto a Ellie tienen las mejores interpretaciones en los 100 minutos que dura la producción.
Claro, estamos olvidando otro personaje vital… El buen Victor Pascow, quien es interpretado
por Obssa Ahmed. De todas formas, si la película se olvida de él, ¿por qué yo no? Mientras en la
cinta del ’89 Victor se esforzaba en ayudar a la familia Creed y los acompañaba durante el
transcurso de la historia, ahora solo lo vemos un par de escenas para luego caer en el completo
olvido… algo así como “No Louis, no lo hagas… No por fav… Bueno, lo intente… Byeeee”
Las decisiones que se han tomado a los largo del filme para distanciarlo de la original no son del
todo acertados. De hecho, el único que me sorprendió fue ver que en aquella mítica escena del
camión, esta vez es la hija quien se ve impactada (no, no es spoiler, se puede ver en el poster).
Salvo eso y dos giros en el final, el resto se podría considerar casi un calco de su predecesora.
Sin embargo, aquellas cosas que debían mejorarse, por algún extraño motivo resultaron peores.
Momentos antes de sentarme a escribir esto, decidí re-visionar Pet Sematary (del ’89) a fin de
ver si mis creencias eran correctas. Y lo eran. Es a día de hoy que aquella terrible escena del
talón (la menciono así para que no se considere “spoiler”) me provoca la misma impresión que
la primera vez que a vi. Cosa que en este remake no sucede, simplemente no tiene el mismo
impacto. El giro del final lleva a un punto muerto que no trasciende, dejando un “final abierto”
que, si lo analizamos dos minutos, muere inmediatamente ahí, así que… ¿Para qué?
La música que acompaña la trama no se destaca en lo más mínimo, de hecho, si no fuera por
los jumpscares, olvidaba que la cinta tenia música. En este punto, releyendo lo previamente
escrito, pareciera que busco defectos para hablar mal de esta película por el cariño que le tengo
a la original. La realidad es que no hay que buscar mucho para encontrar todas sus falencias y,
cuando se tiene un antecedente exitoso y querido, estas resaltan mucho más rápido.
Si no han visto la Pet Sematary original, pueden disfrutar esta cinta. El problema es
que muchos ya han visto la original, y, la verdad, un remake no era necesario. Ya la teníamos: es
buena, es querida y envejeció de buena manera. ¿Para qué intentar arreglar algo que no está
roto? Tal vez, si en vez de cementerio fuera… No sé, una cueva, y la película se titulase “Juanito
y la cueva maldita”, alejándose lo más posible de la historia original, tal vez hubiera
funcionado. Pero, tristemente, este film intenta, por momentos, alejarse de la susodicha
historia y, por otros, se asemeja tanto como puede.
Lo bueno:
- Algunas escenografías están bien logradas, ofreciendo bellos planos
- Una escena me sobresaltó (Si, solo una, pero bueno… es lo que hay)
- John Lithgow es un actor que, haga lo que haga, siempre cae simpático
- La niña Ellie es más entrañable que en la versión original
Lo malo:
- En sus intentos por alejarse del metraje original, solo logra forzar constantes comparaciones
- Las decisiones que hacen a esta película distinta no llevan a buen camino, y terminan estropeando buenas ideas
- Victor es un personaje realmente importante, que ahora es dejado de lado.
- Incluso el make up de la original se ve mejor que esta nueva versión.
- La subtrama Zelda no está desarrollada como debería
- Reversionaron el clásico “Pet Sematary”, compuesto por Ramones, sin éxito, por supuesto
- Prácticamente el 98% de los sustos están basados en jumpscares, cosa que ya cansa.
- Con una duración casi igual a su contraparte, esta cinta cuenta menos historia y desarrolla menos a los personajes.
0 Gritos :
Publicar un comentario