Primeras impresiones: Ghost of Tsushima – la aventura samurái al estilo de Kurosawa

Ghost of Tsushima es una aventura de mundo abierto que nos pone en la piel de un samurái llamado Jin Sakai que trata de hacer frente al ejército mongol en el año 1274.


Impresiones basadas en una copia digital facilitada por PlayStation Latinoamérica. Jugamos en PlayStation 4 Pro. 

Ya llevamos varios días galopando por los bellísimos bosques, praderas, termas y otros ambientes con notas japonesas que podemos encontrar en el mundo de Ghost of Tsushima. Sucker Punch orquesta una aventura samurái que tiene el peso de ser la última gran exclusividad de PlayStation para esta generación. ¿Qué podemos esperar del juego? En este artículo hablaremos de las primeras 10 horas del juego y les contaremos qué impresiones nos dejaron. En unos días tendremos lista nuestra reseña completa, de la mano de nuestro querido Rodrigo Scarlata.

Ghost of Tsushima nos pone en la piel de un samurái llamado Jin Sakai que trata de hacer frente al ejército mongol en el año 1274. La gente de Sucker Punch ha creado un mundo abierto basado en la isla de Tsushima (que existe en la vida real y está ubicada en el estrecho de Corea y Japón). Tanto el ambiente como la historia se inspiran directamente en la cinematografía samurai japonesa. 


Encontramos referencias a cineastas clásicos como Kenji Misumi (Zatoichi) y el influyente Akira Kurosawa (Siete Samurais, Rashomon), así como a realizadores modernos, siendo Takashi Miike el más destacado, que además de hacer cine gore, hizo dramas épicos como 13 Asesinos. 

La marca del cine japonés histórico es más que evidente en el tono de la historia. A Jin Sakai nos lo presentan como un héroe dividido entre dos ideologías: seguir, por un lado, la filosofía samurái del honor que le enseñó su tío, que también fue su maestro o, por el otro, dejarse llevar por las sombras y empezar a moverse como un ninja, atacando por la espalda. La trama tiene un enfoque realista y trágico, sin elementos sobrenaturales y se nota muchísimo que sus creadores están empapadísimos de las películas que los inspiran. 


Jin está en una misión de rescate y tiene que recuperar la isla de Tsushima, que cayó en manos de los mongoles, de modo que Ghost of Tsushima nos ofrecerá un sistema de combate en el que podremos hacer uso de las dos vertientes. Es decir, podemos ser sigilosos y matar desde las sombras y también dispondremos de un abanico de posibilidades para relucir nuestras habilidades samurai, combatiendo con katana. Se suman posibilidades de atacar a distancia, además, gracias a que tenemos un arco, kunais y algunas bombas. 

El sistema de combate de Ghost of Tsushima es de lo más atractivo del título. Con tantos títulos souls-like dando vueltas por el mercado, es casi un alivio tener un juego que apuesta por algo distinto. Blandir la katana con Jin implica meternos en combates que se sienten dinámicos y divertidos, sin perder la táctica. Tendremos que ser pacientes, romper la guardia de los enemigos y atacar cuando haya oportunidad. Podemos cubrir y desviar los ataques enemigos con una mecánica de parry que es bastante permisiva. 


En última instancia, lo mejor del sistema de combate es lo flexible que es. Incluso desde el comienzo del juego, cuando Jin tiene pocas habilidades, tenemos varias posibilidades. No tenemos que quedarnos con alternar golpes rápidos y cada tanto un golpe fuerte. En los ambientes hay estructuras como barriles explosivos o lámparas que podemos usar a nuestro favor para dañar en área; también podemos conectar varios ataques si esquivamos o bloqueamos correctamente. 

En otras palabras, el juego de Sucker Punch tiene un sistema de combate que es sencillo de entender, pero que tiene una profundidad que no se ve a simple vista y que nos obliga a usar todas las herramientas, incluso a improvisar. Si a esto le sumamos que el fulgor de las batallas es sumamente cinematográfico, como si se tratase de una película de Kurosawa, al final tenemos un juego que no deja de ser divertido, al menos hasta el punto donde llegamos a jugar. 


Vamos a hablar en profundidad del diseño de misiones y del mundo abierto en nuestra reseña completa. Por el momento les cuento que la isla de Tsushima está a medio camino entre lo que ofrece The Witcher III y los Assassin’s Creed más viejos. Fuera de la historia principal, que tiene mucho trabajo, hay objetivos secundarios sosos, típicos de la fórmula de mundo abierto actual, como misiones que son todas iguales, donde tenemos que liberar campamentos o dojos del control mongol. Pero también hay objetivos más llenadores, como los de encontrar santuarios, aguas termales y otros pequeños puntos escondidos por toda la isla que sirven para mejorar las habilidades de Jin y, de paso, nos cuentan un poco del trasfondo del lugar y nos ayudan a conocer mejor al protagonista. 

No todo en Ghost of Tsushima es combate y, de hecho, agradezco mucho que su mundo, hermoso como pocos, por cierto, nos ofrezca momentos de investigación e incluso de meditación. El diseño de las quests quizás no es nada nuevo, pero el tono de la historia y el trabajo artístico que tiene el mundo está tan bien trabajo y entiende tan bien a la fuente de inspiración (el cine épico japonés) que la experiencia nunca deja de sentirse única. 



Son los pequeños detalles los que le dan a Ghost of Tsushima un encanto único y, en consecuencia, con los que consiguen que nos sintamos profundamente inmersos en su mundo. Detalles como seguir al viento para saber dónde ir o el clima errático y violento, que conquista la escena con lluvias potentes o rayos que incendian los campos de batalla para que el fuego acompañe al dinamismo de la acción como en el cine de Kurosawa.

Ghost of Tsushima no busca romper moldes. Llega para hacer bien lo que otros tantos juegos ya hicieron y se diferencia por su puesta en escena y por lo bien que nos sentimos en la piel del samurái a la hora del combate. El honor, la tradición y el respeto conquistan cada apartado del título y nos brindan una aventura que se disfruta mucho si se la juega lento, para apreciar cada detalle de ese hermosísimo mundo nipón.

El juego está disponible desde hoy 17 de julio, en exclusiva para PlayStation 4, tanto en digital como en físico. Quédense pendientes que muy pronto tendremos nuestras impresiones finales, con un análisis que llegará pronto.  
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ESCRITO POR Florencia Orsetti

Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.

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