Lanzamiento: 20 de agosto de 2021
Plataforma: PS4, PS5
Análisis basado en una copia digital para PS4 facilitada por
PlayStation Latinoamérica
En el Japón feudal, el honor para un Samurai lo era todo, despreciaban tanto la
cobardía que era un delito punible hablar sobre ninjas o insinuar que existían.
Seres que habitan en las sombras y matan por dinero o necesidades propias,
concedían una muerte sin honor que manchaba a la víctima y a su familia. Era tan
fuerte el peso del deshonor que un Daimyo podía conceder a un Samurai que había
faltado al código, el favor de que muera por honor a través del ritual conocido
como Harakiri: el Samurai se arrodillaba frente a su Daimyo y a su
concilio, y sacaba su tanto, el cual exhibía a los presentes para mostrar su
filo.
El proceso era simple, debía apuñalar su propio vientre y tratar de acercar la
hoja de su Tanto lo más que podía a su corazón, recuperando todo su honor si su
valía y determinación lo hacían sobrevivir hasta el último momento. Detrás de él
un guerrero designado por la familia del Samurai deshonrado se ubicaba con su
Katana desenfundada, listo para cortar la cabeza del guerrero caído una vez que
haya cumplido con el Harakiri. Si el guerrero se rendía del dolor, el Samurai
detrás de él terminaba con su sufrimiento cortándole la cabeza, pero su honor no
era restablecido. Un Samurai debía mostrar su valía y arrepentimiento soportando
todo el doloroso proceso y muriendo desangrado al llegar a su corazón, de otro
modo el honor se habría perdido y la familia de ese guerrero caído en la
desdicha estaría marcada por siempre.
En Ghost of Tsushima la sombra de lo que es honorable y lo que no, la diferencia
entre lo correcto y lo necesario, está todo el tiempo presente. Sucker Punch
pone toda la carne en el asador para llevarnos al pasado y hacernos vivir una
época muy diferente, pero con valores inquebrantables que determinaban el futuro
de cada uno. Y hablando específicamente de Ghost of Tsushima: Director's Cut, que ya está a la venta tanto en PS5 como en PS4, esta edición llega con el contenido añadido de la isla de Iki, una expansión con retos interesantes, y mejoras técnicas de PlayStation 5. Pero primero hablemos del juego en sí.
Es evidente que la historia es el centro de este título, el esfuerzo porque sea
inmersiva y nada esté fuera de lugar, incluso lo mitológico, termina dando los
mejores resultados. La invasión mongola que asedió Japón a mediados del 1200 fue
muy real, y esto es lo que siempre se quiere dejar en claro. Sobre todo porque
Ghost of Tsushima necesita que entendamos el peso del honor en los hombros de un
Samurai, para que sintamos el dolor de Jin, nuestro personaje principal, al no
tener más remedio que quebrar el código del Bushido por un bien mayor.
El año es 1274, los mongoles avanzan sobre terreno japonés, conquistando,
saqueando y mancillando a esta fértil tierra de promesas. Jin avanza junto al
ejército de su tío sobre un campo incendiado y atravesado por flechas, gritos y
sangre. En un impresionante y devastador comienzo del juego veremos a nuestro
guerrero caer junto a decenas de sus hermanos. Su tío es capturado y Jin, con
sus últimas fuerzas, decide ir a la fortaleza donde lo tiene capturado para
liberarlo, acompañado sólo por su katana y su espíritu Samurai. Khotun Khan,
nieto de Genghis Khan es quién lo recibe, aplaudiéndolo por su espíritu y honor,
pero diciéndole que es una estupidez lo que está haciendo. Khotun muestra ser un
guerrero despiadado, pero igual de hábil con sus manos que con su cabeza. Planta
en Jin una sombra de desesperanza destrozándolo tanto en combate como con
palabras, y lo arroja al mar con la esperanza y el cuerpo rotos. El honorable
Samurai que luchó por una causa perdida es dado por muerto, y la noticia de que
los Samurai ya no son una amenaza se esparce por la tierra Nipona como el humo
de sus aldeas abrasadas.
Una superviviente con habilidades para desplazarse por las sombras lo rescata,
cura sus heridas y lo devuelve a la vida, pero a sabiendas de que un Samurai de
palabra estaría en deuda con ella, y es con lo que contaba. Yuna necesita
rescatar a su hermano, su única familia, pero Jin no tiene tiempo para eso. En
su cabeza sólo tiene presente rescatar a su tío, alguien lo suficientemente
influyente como para devolverle la fe y la fuerza al pueblo japonés, algo más
que necesario para empujar a las fuerzas mongolas lejos de estas tierras.
Ella le ofrece sus habilidades y las de su hermano, un herrero de leyenda capaz
de forjar una herramienta que le permita a Jin invadir la fortaleza del Khan sin
ser detectado. Pero para ello deberá recorrer un nuevo camino, uno lejos del
honor Samurai, pero uno necesario para equilibrar la balanza.
Así de épico es el comienzo de Ghost of Tsushima, embebiéndonos de folklore
japonés desde el primer momento, haciéndonos sentir en carne propia el peso del
camino que Jin debe recorrer, acompañado de una increíble banda sonora creada
por dos grandes de la música del séptimo arte: Ilan Eshkeri (47 Ronin, Stardust)
y Shigeru Umebayashi (La casa de las dagas voladoras, The Grandmaster).
Para ello nos encontraremos en un mundo abierto repleto de hermosas locaciones,
increíbles atardeceres, opresivas tormentas y toneladas de mitos y leyendas que
hacen que la tierra de Tsushima parezca viva, respirando junto a nosotros
mientras la descubrimos llenos de curiosidad.
Al poco tiempo de comenzar nuestra aventura podremos elegir entre 3 caballos
para que uno de ellos nos acompañe en nuestra aventura, por lo que ya desde bien
temprano podemos recorrer Tsushima sin sentir la necesidad imperiosa de seguir
la historia para habilitar más exploración. De hecho las primeras 20 horas de
juego las podemos pasar sin tocar más que las primeras dos misiones
principales.
El mundo se abre en seguida y, con excepción de muy pocos lugares para los que
necesitaremos el gancho con cuerda para acceder, podemos descubrir miles de
secretos y explorar gran parte del mapa sin que el juego nos exija completar
nada antes.
Lo que sí, tanta libertad puede llevar a desastres. Porque muchas veces podemos
empezar misiones secundarias y dejarlas por la mitad porque en el camino
descubrimos algo para hacer, el tema es que alguna de estas misiones puede
glitchearse y no se vuelven a habilitar más, a menos que empecemos de cero una
nueva aventura. Por eso es recomendable hacer un manual sabe después de
completar cada misión, ya que es la única forma de recuperar el progreso sin
haber perdido demasiado mientras esperamos que este terrible error sea
parcheado.
De igual modo, y a pesar de algunos detalles, el mundo abierto de Tsushima está
plagado de actividades y coleccionables. Cada punto del mapa puede estar
ocultando una actividad nueva, por lo que todo el tiempo sentimos que explorar
va a ser recompensado y nos sentimos impulsados a curiosear cada cosa rara que
vemos mientras cabalgamos junto a nuestro fiel semental.
A la hora de recorrer Tsushima, contaremos con el amplio arsenal que tiene Jin
no sólo para defenderse como un Samurai, sino también para hacerlo como un
ninja. Al completar misiones y actividades, haremos que nuestra leyenda crezca y
destrabaremos puntos de habilidad para fortalecer a Jin, tanto desde el lado
Samurai como desde el lado Ninja. Nosotros podremos elegir cómo jugar, si
queremos seguir con honor podemos hacernos un build que nos permita reaccionar
mejor a los ataques, poder hacer bloqueos y esquives precisos que dejan a
nuestros enemigos vulnerables y habilitar la opción de standoff. Este sistema se
centra en el honor Samurai. Cuando Jin ve a un grupo de mongoles, tenemos la
opción de desafiarlos y adoptar una postura de Iaido, la cual consiste en
guardar la katana en la vaina y esperar hasta el último segundo la apertura del
enemigo para atacar con un sablazo impredecible y letal. A medida que vamos
avanzando en el juego habilitaremos una cadena de ataques que nos permitirá
matar hasta 5 enemigos a la vez, haciéndonos sentir como una verdadera
leyenda.
La opción de Standoff es lo que termina dándole ese sabor Samurai-Kurasawa a
Ghost of Tsushima. Podemos sentir la tensión mientras nuestros enemigos caminan
con precaución, espada desenvainada, esperando el momento justo para atacar.
Algunos enemigos incluso amagarán a atacar esperando que moramos el anzuelo y
nos vendamos, pero por suerte (y por desgracia, ya que rompe un poco la
inmersión), los amagues son bastante predecibles y es raro que pifiemos un
Standoff, más que al principio cuando aún nos estamos acostumbrando.
Además, Jin contará con su Resolve, la cual lo ayudará a salir de situaciones
peliagudas. El Resolve (o resolución) es la manera inmersiva que tiene Sucker
Punch de adaptar las pociones. Básicamente con su espíritu Samurai, Jin puede
resistir daño extremo y recuperar el uso de su cuerpo, curándose casi por magia.
Es una buena forma de adaptar un elemento mágico sin que rompa la inmersión en
la historia ni en el gameplay.
Ahora si lo que nos gusta más es el sigilo y arrasar con todo un ejército sin
que nadie sepa qué pasó, entonces el camino del ninja es el más adecuado. A
medida que avanzamos destrabaremos armas fantasmales como bombas de humo (que
nos permiten no sólo escapar si nos vieron, sino que además asesinar a uno o dos
en la confusión), bombas que se adhieren a nuestro enemigos, kunais (pequeñas
dagas arrojadizas) o campanas de viento (para arrojar y distraer a nuestros
enemigos), todo un arsenal para caer de pie ante cualquier situación riesgosa.
También podremos invertir puntos de habilidad para habilitar el asesinato en
cadena, lo que nos permitirá a matar hasta 3 enemigos cercanos sin que nos
descubran.
Además de habilidades, Jin cuenta con un arco corto y flechas normales e
incendiaras, un arco largo con flechas grandes que derriban enemigos y flechas
explosivas y una gran variedad de armaduras para elegir dependiendo qué tipo de
guerrero decidamos ser. También contaremos con charms, una suerte de
encantamiento que podremos agregarle a nuestra katana que nos dará diferentes
beneficios; como recuperación de salud después de cada muerte enemiga, aumento
del porcentaje de chance de pasar desapercibidos, más resistencia al daño y
muchos más.
También podremos aumentar nuestra capacidad de charms descubriendo las estatuas
de Inari que se encuentran ocultas por todo Tsushima. Para encontrarlas antes
deberemos encontrar a un zorro, al cual tendremos que seguir para llegar a
nuestro destino. También podremos descubrir actividades ocultas siguiendo a un
ave amarilla, así que siempre debemos estar prestando atención a nuestros
alrededores.
Y esto es sólo un vistazo de lo que es el gameplay, ya que Ghost of Tsushima hay
que experimentarlo en carne propia para poder ver todo lo que tiene para
ofrecer. Y hablando de cantidad de contenido, tendremos decenas y decenas de
actividades secundarias para sacarle jugo:
Podemos recolectar banners de familias caídas y entregárselas a un historiador
que desea preservar ese legado a cambio de diferentes recompensas, descubrir
templos de difícil acceso para rezar y recibir charms raros y muy beneficiosos,
seguir a los zorros para habilitar más slots para nuestros charms, cortar cañas
de bamboo para aumentar nuestra resolución, descubrir aguas termales para
aumentar nuestra salud y, uno de los aspectos más interesantes, encontrar
músicos que cuentan leyendas.
Los músicos serán difíciles de encontrar, ya que pueden estar en centro de una
urbe entre todos los mercaderes o sentados en el miedo de la nada frente a una
fogata junto a dos o tres personas más dispuestos a escuchar su historia. Pero
una vez que los encontramos, la recompensa estará al nivel del esfuerzo.
Escuchar sus historias nos habilitará misiones míticas, las cuales están
envueltas en mitología y folklore japonés. No queremos decir mucho porque cada
una de ellas es muy divertida y única, pero sí queremos felicitar al equipo de
desarrollo por esta inclusión tan fresca y distinta que le permite a uno
alejarse de la historia principal pero acercarse más a la historia de Jin.
Además, cada recompensa es mejor que la anterior, algunas inclusos siendo tan
poderosas que cambian la balanza a nuestro favor de una manera casi injusta para
los mongoles.
Entre las actividades secundarias, además de las misiones que no son de
historia, podremos invadir campos conquistados por los mongoles y recuperarlos,
barriendo de a poco la invasión y recuperando la fe del pueblo japonés. Estas
actividades también dan muy buenas recompensas, por lo que Ghost of Tsushima
está constantemente instándonos a que descubramos cada detalle que tiene para
ofrecer.
De igual modo, Ghost of tsushima no es una obra maestra, peca de cumplir con
todo lo que se espera de un mundo abierto e incursiona muy poco más allá de los
límites, ofreciendo una aventura divertidísima pero no tan innovadora. De más
está decir que no perjudica para nada al juego como paquete, simplemente que
deja la sensación de que podrían haber ido un poquito más allá.
Si bien es un pro que tenga tantas misiones alternativas por hacer, pero llega a
ser un contra cuando muchas de ellas son repetitivas y varias horas de juego las
pasaremos cabalgando del punto a al b con un compañero que nos habla todo el
camino. Sabemos que es una buena forma de profundizar la historia sin hacer
animaciones y sin detener el flujo del juego, pero siendo que sucede tantas
veces y algunas pueden durar varios minutos, terminan agotándonos y hasta a
veces impulsándonos a que dejemos de jugar por hoy y retomemos mañana, con la
paciencia rejuvenecida.
Acá viene al caso hablar de la Isla de Iki, la región que se suma en la edición Ghost of Tsushima Director's Cut. Si bien no llega para romper moldes y revolucionar la fórmula, aporta una cantidad de contenido notable, casi tan larga como el primer acto del juego, que si ya jugaron la experiencia sabrán que es extenso. Con nuevos enemigos, como el molesto Chamán que potencia al resto de los enemigos, y nuevos asentamientos para controlar, la Isla de Iki pasa a ser una de las zonas más peligrosas del juego y aporta variedad a la experiencia, especialmente porque se desbloquea al comienzo del segundo acto y no hace falta terminar el juego para acceder.
Por otro lado, otro detalle negativo de Ghost of Tsushima es que no podemos escapar del destino de Jin, sí o sí
deberemos asesinar por la espalda en un momento determinado y sentimos que es
una oportunidad perdida. No hay penalización por jugar asesinando, ni recompensa
por hacerlo sin asesinar. El camino de Jin en ese momento se siente menos
personal ya que nuestras acciones no cambian su destino. No importa cuántos
enemigos matemos de forma honorable, la historia de Jin está escrita en
piedra.
Es algo negativo porque es notoriamente más difícil completar el juego siguiendo
el camino del Samurai, respetando el código y enfrentando a nuestros enemigos
siempre de frente. A fin de cuentas, si destrabamos todas las habilidades de
ninja, arrasar con un ejército de mongoles es pan comido. Esto hace que el
camino del Samurai sea un esfuerzo que no vale la pena, más que para sentir que
estamos haciendo lo correcto.
Ghost of Tsushima intenta que vivamos en la época Samurai de la misma forma que
las épicas películas de Kurosawa nos transportaban a esas tierras de arroz,
honor y kimonos. Por eso de entrada nos ofrece experimentar el juego con el
filtro Kurosawa, algo que es mucho más que un filtro en blanco y negro, pero que
hay que experimentar para entender.
También nos ofrece audio en varios idiomas, incluso en japonés. Lo único malo es
que los labios están sincronizados con el idioma inglés, por eso cuando hablan
en japonés las animaciones terminan quedando raras y antinaturales, algo que
parece un detalle menor pero que realmente nos puede sacar de la inmersión en
segundos.
De igual modo el doblaje en inglés es más que decente y se deja escuchar. Pero
en japonés se siente más fiel y fluido, por lo que cada uno elegirá qué decide
sacrificar a la hora de jugar Ghost of Tsushima.
En cuanto a la versión de PlayStation 5, Ghost of Tsushima Director's Cut cuenta con soporte nativo para resolución 4K y 60 frames constantes, haciendo de la experiencia algo más fluido. Aunque ojo, lamentablemente el juego se sigue viendo como un port de PlayStation 4, especialmente en cinemáticas. No hay un lavado de cara profundo en lo que respecta a texturas y nivel gráfico en general.
De todas formas, la estrella de la noche es, sin dudas, el soporte para DualSense. El feedback háptico del control destaca especialmente durante los combates, con cada impacto sintiéndose a flor de piel. Sentir el viento ahora es distinto y ni hablar de cómo vamos a vivir cada espadazo y bloqueo. Sin dudas, Sony se esmera muchísimo en hacer del DualSense algo único al contacto con las manos y hasta el momento lo está logrando.
Lo bueno:
- El mundo, lo detallado que está y lo inmersivo que es.
- La historia.
-Los personajes son diversos y todos tienen su oportunidad de brillar y demostrar sus fallos y
aciertos.
-La excelente banda sonora.
-La cantidad de actividades y secretos por descubrir.
-Las misiones míticas.
-La cantidad de habilidades Samurai y Ninja que le dan versatilidad a Jin.
-La cantidad de tiempo de juego y diversión que ofrece.
-La calidad gráfica y el acabado artístico.
- La historia.
-Los personajes son diversos y todos tienen su oportunidad de brillar y demostrar sus fallos y
aciertos.
-La excelente banda sonora.
-La cantidad de actividades y secretos por descubrir.
-Las misiones míticas.
-La cantidad de habilidades Samurai y Ninja que le dan versatilidad a Jin.
-La cantidad de tiempo de juego y diversión que ofrece.
-La calidad gráfica y el acabado artístico.
- El soporte para DualSense.
Lo malo:
-Que respetar el código Samurai sea más difícil y no dé ningún tipo de recompensa.
-El Lip-sync en inglés que hace que elegir cualquier otro idioma hablado quede raro.
-Lo repetitivas que se vuelven algunas misiones secundarias.
-Que algunas misiones se glitcheen para siempre.
-Algunos glitches menores esperables de un mundo abierto.
Lo malo:
-Que respetar el código Samurai sea más difícil y no dé ningún tipo de recompensa.
-El Lip-sync en inglés que hace que elegir cualquier otro idioma hablado quede raro.
-Lo repetitivas que se vuelven algunas misiones secundarias.
-Que algunas misiones se glitcheen para siempre.
-Algunos glitches menores esperables de un mundo abierto.
Nota Final:
8.5
Muy bueno
Muy bueno

Amante del terror en todos sus medios y aspirante a artista marcial. Ama a Hokuto no Ken casi tanto como a sus gatos.
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