Análisis: Forgive Me Father — Lovecraft a puro disparo en un FPS de terror imperdible


Forgive Me Father es un oscuro FPS de terror retro ambientado en un mundo de estilo cómic inspirado en las novelas de H.P. Lovecraft. Como el único que queda con todos los sentidos, comienzas un viaje en busca de respuestas y alivio. ¿Cuánto tiempo podrás aguantar?
Calificación:
Desarrollador: Byte Barrel
Distribuidora: 1C Entertainment
Lanzamiento: 7 de Abril de 2022
Plataforma: PC


Primeras impresiones basadas en una copia digital para PC facilitada por 1C Entertainment


Cuando escribí las primeras impresiones respecto de Forgive Me Father, expresaba mi alegría por poder jugar a un shooter en primera persona, fuertemente inspirado en los mitos de Lovecraft. Pero, ¿qué pasa ahora que la versión final ya está entre nosotros? ¿Han cambiado esas impresiones? La respuesta es sí, y han cambiado para bien.

Por si son de aquellos que no han leído el artículo que previamente escribí al respecto de Forgive Me Father, he aquí un breve y conciso resumen: Se trata de un divertido shooter, desarrollado por Byte Barrel, poseedor de un apartado visual tipo cómic, cargado de acción y numerosas referencias a películas de terror de los años ‘80/’90. El juego no solo es un hermoso tributo a la literatura lovecraftiana, sino también a juegos como Doom, pero que incorpora a su fórmula algunos elementos más propios de los RPG, como mejoras en las habilidades de los personajes, las cuales serán indispensables para abrirnos paso entre hordas de enemigos. Palabras más, palabras menos, esto es -en gran medida- lo que el juego tiene para ofrecer.


En cuanto a la historia, a diferencia de la versión anticipada, ahora todo tiene más sentido debido a que se añadieron algunas cutscenes que dan más contexto acerca de lo que se nos quiere contar. Todo comienza cuando nuestro protagonista recibe una carta de su primo Louis, hablando de muertes y sucesos extraños. Para descubrir qué es lo que sucede, deberemos viajar a la ciudad de Pestisville para buscar a Louis. Los rastros nos llevan hasta una antigua posada, donde mediante notas y fotografías, descubrimos que la gente está desapareciendo misteriosamente. Sin embargo, la investigación se ve interrumpida por la llegada de zombis y es así como comienza una frenética búsqueda de la verdad, mientras extrañas criaturas emergen de las sombras y el nombre "Cthulhu" comienza a pronunciarse en tenebrosos susurros.

Antes de comenzar la aventura, ahora se nos permite elegir entre uno de los dos personajes disponibles: Un Sacerdote o una Periodista. Al haber probado el primero en la versión anticipada, me decanté por la protagonista femenina para ver que tenía para ofrecer. Respecto a esto, puedo decir que ambos personajes son básicamente similares, aunque tienen diferencias sutiles. Las habilidades del Sacerdote son condescendientes con su profesión y se sienten más defensivas. Este puede, por ejemplo, hacer uso de una cruz que actúa como un objeto curativo más en la línea de lo tradicional, es decir, pulsar una tecla para recuperar salud, como si de un botiquín se tratase. Sin embargo, las habilidades de la Periodista son más propias de un estilo de juego más agresivo, siendo su versión de la cruz un cigarro de “hierbas” que restaura salud pero cuando dañamos a los enemigos.


Volviendo a la historia, algo que me había gustado mucho la primera vez que jugué Forgive Me Father es el esfuerzo que se ha puesto en contarnos qué es lo que sucede. Si bien el juego va a lo suyo, es decir a reventar bichos a punta de pistola, los objetos de “historia” están ahí para que podamos desentrañar una trama Lovecraftiana compacta y atractiva sin obstaculizar el ritmo vertiginoso de la propuesta. Eso sí, es una pena que pese a que hay un bonito trabajo de escritura, sea tan difícil recordar todas las pistas. El juego carece de un diario o un sistema de notas que nos dé la posibilidad de repasar la información encontrada, pudiendo hacer que si no se presta la suficiente atención, se pasen por alto interesantes detalles del argumento. No es que sea algo indispensable para el disfrute de la propuesta, pero se echa en falta.

Algo que Forgive Me Father mantiene fresco, es su estilo de juego rápido y vertiginoso. En términos jugables, es un título muy sólido que, lo que hace, lo hace muy bien. Cada una de las armas disponibles funciona como se esperaría y resulta muy satisfactoria de usar. Además, hay un árbol de habilidades que -a diferencia de la versión Early Access- no solo es más amplio, si no que es completamente accesible y proporciona beneficios esenciales para cada uno de los personajes. Estas habilidades las he sentido bien equilibradas, y brindan a cada personaje las ventajas necesarias, potenciando su estilo de juego, lo que permite superar de forma más o menos holgada cada desafío que se nos tira a la cara. Esto se nota mucho más en las etapas posteriores, cuando el juego se vuelve bastante difícil y exigente.


En Forgive Me Father hay una gran variedad de monstruos que atacan de diferentes formas y cada uno de ellos está diseñado con mucho amor. Esto, además de dar variedad, evita que el juego se vuelva repetitivo y te obliga a estar alerta, porque -como dije- cada criatura se comporta diferente. Además, la combinación de enemigos que atacan a distancia y cuerpo a cuerpo, hace que todo el tiempo estemos en movimiento y haciendo uso de los recursos disponibles. Por fortuna, el árbol de habilidades puede hacer que las armas disponibles puedan actualizarse mejorando sus atributos o cambiando completamente su tipo. Por ejemplo, la Tommy Gun (una ametralladora) puede convertirse en un arma láser, mientras que la escopeta puede cambiar su aspecto por uno un poco más “monstruoso” que hace que las balas reboten y alcancen a más objetivos.

Otra mecánica presente es el sistema de locura. Cómo estableciera en mis primeras impresiones, es algo que no me convence demasiado por cómo está implementado. Al ir matando enemigos, el contador de locura comenzará a subir haciendo que el personaje pierda el contacto con la realidad y haga o reciba más daño. Pero lo cierto es que, no pierde contacto con nada, siendo la gran diferencia que el juego se vea en una escala de colores casi monocromática. El volverse “loco” no hace que aparezcan criaturas o cosas que no deberían estar ahí, sino que solo sirve para usar habilidades (como la cruz o el cigarro de hierbas medicinales) y reventar bichos con menos balas. Entiendo que esta mecánica debe estar porque es parte de todos los juegos de corte lovecraftiano, pero que se limite a ser una especie de “modo berserker”, no es que sea de lo más original.


De igual modo, siguen estando presente aquellos detalles que no me cerraron en su momento, en especial la falta de peso en el salto o la evidente falta de contundencia al momento de usar el cuchillo. Esto último es algo bastante frecuente, puesto que la munición tiende a ser escasa, en más de una ocasión me vi agitando el cuchillo como un poseso. Quiero aclarar que esto no es algo malo, pero el no tener un feedback claro de cuando se hiere a un enemigo, de algún modo, lo es. Luego de lo mencionado, me veo obligado a darles un consejo: Cuiden la munición porque -además de ser escasa- se comparte entre algunas armas, y las balas “especiales” son difíciles de encontrar. Un detalle no menor que hizo que algunas áreas se volvieran cuesta arriba y me viera obligado a reiniciar algún que otro nivel.

Para ir concluyendo, solo resta mencionar que la campaña de Forgive Me Father puede tomar alrededor de ocho horas en completarse (dependiendo de cuanto se dedique uno a explorar) y nunca hay un momento aburrido. El juego es desafiante y para poder superarlo hace falta usar todos los recursos disponibles. Además, hay una amplia variedad de escenarios, enemigos y situaciones que dan mucha variedad a una propuesta la cual demuestra que hay espacio para nuevos juegos en un género que cada vez se está más poblado por títulos de estilo retro.


En definitiva, Forgive Me Father es un videojuego muy divertido, que pese a cimentarse en los conceptos más arcaicos y básicos del género, ostenta una marcada identidad propia. Desde su historia, pasando por su aspecto visual y el diseño de niveles, hasta su frenetismo y simpleza, puedo sentir que Byte Barrel (a pesar de las cosas que no terminan de convencerme) tiene mucho amor por su creación, ofreciendo uno de los mejores shooters en primera persona retro del momento. Sinceramente, siento que todas las características del juego se unen para crear un título con el cual, me animo a decir, hasta el propio Lovecraft podría sonreír y pasarlo bien.


Lo bueno:
-Un shooter en primera persona de corte retro inspirado en los mitos de Lovecraft.
-Su apartado gráfico es genial.
-Amplia variedad de armas, objetos y enemigos.
-El árbol de habilidades y las variantes que ofrece.

Lo malo:
-Falta de un diario para poder repasar las pistas.
-Por momentos la munición se vuelve demasiado escasa.
-El feedback del cuchillo.

Nota Final:


8.0

Muy bueno
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ESCRITO POR Viejo Frank

Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.

1 Gritos :

  1. Buen juego, barato y de una duración bastante aceptable, lo recomiendo.

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