El remake de System Shock es uno de esos que se ha dado por muerto tantas veces, que ya ni puedo contarlas. Desde hace años que venimos escuchando y leyendo rumores, especulaciones y no sé cuántas milongas acerca de si podría, o no, ver la luz. A ver, que el temor a una cancelación lo entiendo, puesto que precedentes existen. Recordemos que la tercera parte de esta saga pende de un hilo. No obstante, ahora la cosa va en serio y la gente de Nightdive Studios ya no se anda con chiquitas. El estudio estuvo presente en Gamescom 2022, con una versión de prueba para el evento.
Técnicamente, la demo presente en Gamescom es similar a la que se encuentra disponible en Steam, solo que tiene algunos añadidos más. Creo que la diferencia más notoria es que ahora se puede ver un poco más del trabajo del estudio, que han añadido varias cutscenes y un pequeño prólogo que reemplaza a lo que se nos contaba mediante textos. Esta versión de prueba comienza con el protagonista en una habitación. Como ya se sabe, asumimos el papel de un hacker y tenemos como objetivo descargar información de un ordenador. No hay mucho con lo que se pueda interactuar, así que no queda más remedio que hacer lo que se nos pide.
Esta secuencia de introducción está bastante bien trabajada. Aporta a la inmersión y contribuye a desarrollar la narrativa. También denota el gran trabajo que está haciendo el estudio, puesto que hay un gran nivel de detalle en estas escenas. La lluvia cayendo sobre una sórdida ciudad, mientras desde la óptica de un dron, vemos como las gotas golpean contra su visor. Es una atmósfera que me recordó inmediatamente a Blade Runner. Luego, el resto de la historia, ya es harto conocida. De todos modos, recordemos que en este remake (considerado por Nightdive como un reboot) se harán algunos cambios en la trama para no dejar baches en el guion. O al menos eso es lo que se dijo antes de que Avellone dejara el proyecto.
Antes de seguir, debo confesar que no había probado la demo de Steam, por lo que no tenía idea de cómo se veía el juego. Posteriormente, cuando volví del evento, fue que la descargué para poder hacer una comparativa. Dicho esto, prosigo. Lo que noté de inmediato, al poco de comenzar a jugar, es lo interesante de su apartado gráfico. Al principio, lo veía un poco raro, como si algunas cosas estuvieran borrosas. Sin embargo, me di cuenta de que esto es intencional. Artísticamente, está diseñado de tal manera que se siente como una mezcla entre los hoy populares shooters retro, pero con más definición y efectos de luces. Esto da una sensación de estar jugando a un videojuego nuevo, pero con un punto retro que nos recuerda lo glorioso que fue el System Shock original.
En 1994, el juego fue revolucionario. Cuando todos los shooters iban de matar a diestra y siniestra a punta de escopeta a cuanto bicho se cruzase en nuestro camino, System Shock planteó algo muy diferente. Era pausado, con una historia muy elaborada, con personajes trabajados y una jugabilidad que mezclaba lo visto en cualquier FPS con puzzles y elementos RPG. Eso sí, no era una propuesta para todo el mundo, puesto que difería mucho con el ritmo y simpleza que imprimían otros títulos contemporáneos. En mi caso, recuerdo que cuando lo jugué -además de asustarme un toque- me volví un poco loco con los menús y el inventario. Quizá hoy todo eso suene muy familiar, pero en los años 90, para un pibe de 13 años que recién estaba dando sus primeros pasos firmes en el mundo del PC, era algo abrumador.
Ahora, en esta reimaginación, definitivamente noté varias mejoras en este aspecto. Quizá sea también producto de la experiencia y mis años como jugador, pero sentí que todo es mucho más simple y accesible. Las peleas también se perciben más fluidas de lo que eran entonces, lo cual es normal teniendo en cuenta de cuánto ha avanzado la tecnología desde aquellos días. En 2022, System Shock se juega casi como un FPS clásico. Es decir, no es rápido como Quake, ni salvaje como Doom, pero indudablemente hay un enfoque más intenso en el combate. También hay una gran diferencia en la exploración del ciberespacio, que resulta más divertida, dinámica y por algún motivo me hizo acordar Forsaken.
Sinceramente, quedé encantado con lo que vi. Me gusta mucho el camino que finalmente ha tomado el desarrollo luego de tantas idas y vueltas. El diseño en general permanece intacto, pero añadiendo ciertos detalles, como registros de audio que hacen que uno se quiera adentrar más en este mundo. Agradezco que no intenten arreglar lo que no está roto, sino que se opte por mantener la experiencia lo más fiel posible a la original, pero apelando por mejoras en la calidad de vida que le sientan muy bien a este trabajo. Las interacciones, tanto con el entorno como cuando el personaje hace uso de un objeto, están muy bien animadas desde la perspectiva de la primera persona. Algo similar sucede con los sonidos, cuyo apoyo auditivo se siente genial, por ejemplo, al golpear a un mutante o disparar un arma.
En general -y posiblemente para sorpresa de nadie- esta versión de System Shock se ve muy redonda y pulida. El original fue un videojuego con un atractivo único, y me parece una sabia decisión que se quiera mantener todo lo que lo hizo especial en aquel entonces. Si bien es cierto que la demo no deja ver mucho contenido, creo que es suficiente para tener una clara idea de donde estamos parados. A todo esto, se siente único en su aspecto gráfico, pero a la vez extrañamente familiar. Además, todo sin mencionar que tenemos a Shodan como antagonista, enemigo icónico que creo que la gran mayoría conoce, incluso sin haber jugado al juego tan solo un minuto. Solo decir que en la redacción estamos todos realmente emocionados y esperamos poder jugar la versión completa de este remake, reboot, o como le quieran llamar, muy pronto.
System Shock (2022) está siendo desarrollado por Nightdive Studios y será publicado por Prime Matter en una fecha aún por confirmar. El título estará disponible en PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One y Xbox Series X|S.
ESCRITO POR
Viejo Frank
Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.
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