Lanzamiento: 22 noviembre de 2022
Plataforma: PC (Steam), PlayStation 4/5, Xbox Series X-S, Xbox One
Análisis basado en la versión de Steam con una copia facilitada por Focus Home
Había una
época donde no existía el concepto de platinar un juego. No existían los pases
de batalla, ni esas cosas complejas que hoy necesitan los juegos para
garantizar rejugabilidad. No había misiones secundarias ni mucha cosa compleja.
Uno se sentaba a jugar, disfrutaba el momento y a otra cosa. Es verdad, había
juego que requerían mucho más, pero me animo a decir que esa simplicidad que
otorgaban algunos títulos, se perdió. Evolución, le llaman. Adaptación. Y no
reniego de ella, solo que tengo muy buenos recuerdos de aquellos tiempos.
Juegos como
Nightmare Creatures o Soul Reaver; más tarde, Devil May Cry 3 u Onimusha 3,
tenían esa impronta. Eran palo y a la bolsa. Acción dura y pura sin mucho
miramiento. Evil West me llevó a esos tiempos. Me resultó un juego que
tranquilamente podría haber salido en aquellos tiempos, pero que lo hace en
2022, apoyándose de varios aspectos técnicos modernos que lo hacen fuerte. La
jugabilidad y sus mecánicas son simples, por así decirlo, así como su propuesta
e historia. Pero es entretenido, muy entretenido, a la hora de actuar. Es
lineal, sí, pero su variedad de ataques y combos lo hacen divertido.
¿Recuerdan Wild Wild West, la película de fines de los 90s con Will Smith como protagonista? Bueno, Evil West va por ese lado. Es el viejo oeste con steampunk, pero mucho más oscuro, lleno de vampiros y magia, por así decirlo. Y, a diferencia del fiasco que terminó siendo dicha película, este juego se las vale por sí solo. Encarnamos al macho alfa de Jesse Reitner, que es parte del Instituto Reitner, un lugar creado para combatir demonios, monstruos, y toda clase de seres de la noche. El problema empieza cuando una nueva raza de vampiros comienza a azotar la ciudad, y Jesse con su inseparable amigo Edgar Gravenor.
La saga The
Expendables juntó a grandes íconos del cine de acción como Sylvester Stallone, Jason
Statham, Dolph Lundgren, Jean-Claude Van Damme, Chuck Norris, Bruce Willis o Arnold
Schwarzenegger, entre otros. Si hiciéramos una versión sobre The Expendables
pero de videojuegos, podríamos ver a B.J. Blazkowicz, Sam Stone, Marcus Fénix, Duke
Nukem y, seguramente, Jesse Reitner estaría entre ellos. Porque la finalidad
del personaje es esa: golpear a todo lo que se le interponga. Disparar a
mansalva. Ser el más bad ass posible, sin pensar demasiado.
La
propuesta del juego es lineal y eso se nota en cómo encara la aventura.
Primero, vamos a tener una cinemática que nos va a poner en contexto de cada
misión planteada. Es decir, nos va a develar el motivo del próximo nivel, por
así decirlo. Luego de eso, comienza el gameplay. Vamos a tener que ir de un
punto A hacia un punto B por pasillos definidos por el diseño de los niveles,
hasta llegar a una suerte de domo donde vamos a tener que abatir las hordas de
enemigos que se presenten. Este concepto de “pasillo+domo con enemigos” lo
vamos a repetir un par de veces dentro de cada nivel hasta llegar al jefe
final. Una vez que eliminemos al jefe, se va a repetir todo el concepto,
iniciando desde una cinemática.
Pero no
dejes que esto te tire hacia atrás: Evil West maneja muy bien la acción, hay
una mezcla de shooter con hack and slash muy divertida, combinando justamente
ataques cuerpo a cuerpo con distintos tipos de disparos a distancia. Lo
interesante es que en cada nivel que empezamos hay algo diferente por aprender,
ya sean nuevas armas o movimientos. El árbol de habilidades desbloqueable
también tiene esta impronta, y nos permite agrandar de forma inmensa el abanico
de habilidades. Cada cosa tiene su propio botón, y después comienza la pericia
de cada uno para poder llevar a cabo combos explosivos. Sé que sueno
repetitivo, pero la diversión y la sensación de poder que te genera todo eso es
realmente destacable.
A diferencia de otros juegos ambientados en el viejo oeste, nuestra arma principal no es ni el revolver ni la escopeta, sino el guantelete mágico que llega nuestro protagonista. Y lo mejor, es que no solo lo vamos a utilizar para asestar unos poderosos golpes, sino que sirve para electrocutar enemigos, tirarlos por los aires, o incluso hacer cosas como dar un golpe a lo Thor contra el suelo y que los enemigos alrededor se vean afectados por la onda expansiva.
Lo que
mejor hace Evil West, al menos a mí parecer, es no ser ostentoso ni querer ir
más allá de lo que sabe que puede dar. No hay misiones secundarias para generar
relleno ni un mundo abierto inmenso para recorrer donde el 90% del kilometraje
está, en realidad, vacío. Evil West va hacia sus puntos fuertes, y se queda en
ellos porque sabe que, desde ahí, sale ganando. Son 16 misiones (o niveles,
como prefieran decirle) lineales, con una estructura sencilla, donde todo se
centra en las armas, el árbol de habilidades y cómo los enemigos se presentan
cada vez más fuertes y en mayor cantidad, para ofrecer cada vez mayor
dificultad y que nosotros, como jugadores, saquemos a relucir todo lo que
venimos aprendiendo. Para algunos será poco, pero que un juego así, que está
bien arriba todo el tiempo, me ofrezca entre 12 o 13 horas de diversión, se
siente correcto en todo sentido.
Visualmente,
algo que podría parecer innecesario en todo lo que dije, el juego es genial. No
solo por los diseños de los enemigos, de los escenarios que recorremos, o de
los propios personajes en sí, sino también por el tono que maneja, los
ambientes que logra crear. Todo está lleno de detalles y no se siente
repetitivo desde lo visual. Las texturas están muy bien, y sinceramente, es un
juego muy bien optimizado. No me generó demasiados problemas para jugarlo en mi
humilde pero guerrera PC, y vivir una experiencia completa.
A mi
entender, hay que ser coherentes con este tipo de juegos. No lo podemos medir
con la misma vara que medimos, por ejemplo, a God of War. ¿Por qué? Porque hay
millones de dólares de diferencia entre sus presupuestos, hay cientos de
personas de diferencia entre sus desarrollos. Y, sin embargo, Evil West es una
bocana de aire fresco. Tiene sus problemas, claro. Recorta assets mostrando fuego,
humo o espesa negrura para tapar la lejanía de los niveles, y por algo también nos
lleva entre pasillos y no nos permite andar libremente. Muchas texturas, si
somos minuciosos y observamos al detalle, no tienen una gran calidad si no es
necesario. Pero, de nuevo, son detalles. El juego visualmente es muy bueno,
tiene actuaciones de voz que son muy convincentes, y te regala acción y
diversión para que pases un rato distendido, sin pensar demasiado, sin andar
creando estrategias en tu mente, más que saber cuál botón vas a presionar a
continuación.
Evil West,
a su modo, me llevó a tiempos pasados. A esas horas nocturnas que, encerrado en
mi pieza, me hacían batallar contra diferentes monstruos sin poder largar el joystick.
Y no es que tenga nada en contra de ese costado más social que imprimen hoy los
grandes juegos, no me molesta jugar Fortnite o Killing Floor 2 con mis amigos,
ni me molesta completar misiones secundarias en Metal Gear Solid V o en Death
Stranding. Pero Evil West es otra cosa. Es disfrutar una historia simple con el
solo objetivo de matar enemigos, de pegar cada vez más fuerte, de ser cada vez
más imbatible. Evil West es sobre monstruos, seres nocturnos que quieren
hacernos daño. Evil West es como Sharknado: conoces todas sus limitaciones, y
sabes que es una pavada, pero te encanta.
Lo bueno:
- La acción, completamente adrenalínica.
- La ambientación, la estética steampunk en el viejo oeste.
- La variedad de ataques que proporcionan las diferentes armas y el árbol de habilidades.
- El concepto bad ass del protagonista: no tiene que convertirse en nada, YA ES el mejor cazador de vampiros.
- Podrá ser “corto”, pero esas 11 o 12 horas fueron divertidísimas.
-
Lo malo:
- Por momentos, la calidad del sonido varía, y algunos audios se escuchan mal.
- No me importa que haya poca variedad de enemigos, pero sí que cada uno de ellos tenga un patrón de ataque determinado, que no cambie, y que, una vez lo aprendes, ya no suponen un desafío.
- Tiene algunos puzzles, muy simples, que se vuelven casi invisibles. Si hubiesen puesto un poco más de desarrollo en ellos, hubiese sido un gran condimento.
Lo feo:
- Pensar que este juego no pueda tener una segunda parte con mayor presupuesto.
Nota Final:
7.0
Game Designer y Producer. Redactor mercenario. Cinefilo conflictivo. Casi músico y muy poco de ilustrador. Gamer de la vieja escuela. Aficionado al terror, a los comics y a la literatura.
0 Gritos :
Publicar un comentario