Análisis: Dead Island 2, la supervivencia zombi más original y divertida


Dead Island 2 es una experiencia de acción y supervivencia realizada por Dambuster Studios, el estudio británico conocido por Homefront: The Revolution. Después de varios cambios y algunos años de espera, la exitosa licencia regresa con una aventura en primera persona que mezcla terror, humor, gore y zombies.
Calificación:
Desarrollador: Dambuster
Distribuidora: Deep Silver
Lanzamiento: 21 de abril de 2023
Plataforma: PC (Steam), PlayStation 4 y 5, Xbox Series X-S


Análisis basado en la versión de PlayStation 5 con una copia facilitada por Deep Silver


A casi una década de su anuncio, cambios de desarrollador en el medio y posible cancelación, finalmente pudimos jugar Dead Island 2. Deep Silver y Dambuster orquestaron una nueva odisea de supervivencia zombi, con elementos de acción brutal y de RPG. ¿El resultado? La misma fórmula de siempre, lo cual no es necesariamente malo, pero con mayores dosis de comedia, al mejor estilo clase B, personajes más queribles y gore elevado a la enésima potencia. 

A Dead Island y su sucesor, Dead Island: Riptide, se los criticó por ser chatos a nivel narrativo, al fin y al cabo, habían generado expectativa con un trailer de anuncio que prometía drama y una historia de supervivencia similar a los puntos más altos de The Walking Dead. Pero esto no evitó que sean un éxito rotundo. De hecho, su desarrollador original, la gente de Techland, siguió con el legado zombi con Dying Light, el sucesor espiritual de este universo, con una cuota de parkour adicional. 


Dead Island siempre giró en torno a sobrevivir a un apocalipsis zombi en una isla tropical y matar zombis en la piel de uno de varios personajes que se podían elegir. El fuerte de la propuesta era su mundo abierto, el foco que ponía en la supervivencia y las muchas (muchísimas) formas de matar a los zombis, gracias a la gran cantidad de armas (cuerpo a cuerpo por sobre todo) que había y a la posibilidad de personalizarlas.

Dead Island 2 se apoya en esta fórmula y le inyecta unos buenos esteroides, para darle a los fanáticos una dosis moderna de lo que funcionó hace ya dos generaciones. Lo malo del asunto es que se perdió el mundo abierto. El título de Dambuster funciona con zonas amplias interconectadas y la posibilidad de un viaje rápido, que se desbloquea luego de avanzar más de la mitad de las misiones de la historia.

El mundo semiabierto se puede sentir acotado en algunas secciones, pero eso no quita que haya un montón de secretos, zonas opcionales y muchas misiones y desafíos secundarios para cumplir. Es un mapa que se siente lleno de acción y cosas para hacer, a pesar de ser chico para los estándares de hoy en día. Considerando las peripecias de desarrollo que tuvo Dead Island 2, en cierto aspecto es mejor que hayan apuntado a escenarios de este tipo, bien pulidos a nivel técnico y artístico, y con contenido atractivo.


La historia, por su parte, está bastante trillada en argumento: hay un apocalipsis por culpa de un virus zombi y, casualmente, somos de las pocas personas inmunes. ¿Nuestra misión? Poner nuestra sangre a disposición de la ciencia para que encuentren una cura. Pero no será fácil, en el camino nos vamos a topar con todo tipo de personajes ridículos (en el buen sentido) y con situaciones muy propias del cine de clase B. De hecho, al estar ambientado en Los Ángeles, la cuna del cine de Hollywood, Dead Island 2 tiene un espíritu muy cinematográfico y sentimos, por momentos, que estamos ante una buena comedia zombi.

Son los personajes, los diálogos y las situaciones disparatadas los que nos van a atrapar, a los fans del género especialmente, claro. Se siente bien zambullirnos en una historia que abraza lo cómico y lo ridículo, y no se pone en plan serio y pretencioso como Dying Light 2. Salvo casos como los de The Last of Us o The Walking Dead, que manejan bien el drama en un contexto de infecciones y apocalipsis, a las historias de este tipo mejor dejarlas en el plano cómico. Especialmente si el guion es consciente de ello y hace cómplice al jugador.

De todas formas, si hay algo que nos hace quedarnos con Dead Island 2 hasta ver los créditos, eso es el sistema de combate y lo bien que se siente enfrentar hordas cada vez más complejas y hostiles con un abanico de armas irrisorio y amplísimo. El sistema FLESH es la estrella del gore. Básicamente, es la destrucción procedural de zombis y nos permite ver cada capa de piel, músculo y hueso que cortamos mientras luchamos. Es grotesco y realista, y suma mucho al estilo humor negro que tiene el título, sobre todo cuando empezamos a poder personalizar armas con órganos de zombis. Y ni hablar de cuando activamos el modo furia y podemos destrozarlos con nuestras propias manos.


Las armas se personalizan y mejoran con dinero y materiales que encontramos por el mapa en mesas de trabajo. Necesitaremos además planos para desbloquear más mejoras. Hay varios tipos de armas, cortantes, aplastantes y de daño crítico, por solo mencionar algunas, y podemos dotarlas de daño eléctrico, hemorrágico o ácido, por solo mencionar un par. Y a la hora de encarar un combate, sobre todo si estamos frente a una horda, el sistema no hace más que incentivar la improvisación y la creatividad. En los propios escenarios hay mil cosas para aprovechar, como tanques de combustible, cables pelados o charcos de ácido, lo que, combinado con habilidades especiales como patadas voladoras y armas muy versátiles, hace que los enfrentamientos sean cada vez más sanguinarios y explosivos. Literalmente.

Sentimos que el sistema de combate nunca se agota porque siempre encontramos una mejora o arma novedosa para la ocasión. También se suman las armas de fuego, aunque lamentablemente el tiroteo no se desarrolló con el mismo cuidado, realismo y peso que se le da al combate melee. Al final, estas armas quedan relegadas por esto.

Sí podemos destacar la forma de desarrollar a nuestro personaje, que tiene un impacto directo sobre cómo jugamos. Al comienzo elegimos a uno de seis supervivientes, que son muy distintos entre sí, y podemos adaptar muchísimo el estilo de combate. Esto se hace a través de un sistema de cartas y mazos que permite que cambiemos las habilidades del personaje a nuestro antojo durante la aventura. A diferencia de un árbol de habilidades donde ponemos puntos y no podemos arrepentirnos más tarde, con este nuevo sistema de cartas podemos cambiar las habilidades antes de una pelea con un jefe, por ejemplo. De hecho, el juego incentiva a hacerlo. Lo único permanente es la selección de personaje: no podemos cambiar de héroe o heroína una vez que iniciamos la campaña. Las cartas se desbloquean con la historia, pero también completando misiones secundarias o podemos hallarlas escondidas en el mapa.

Para cerrar, a nivel visual es una maravilla y esto no deja de sorprender. Siendo honestos, ¿cuántos juegos están una década en desarrollo y llegan con este nivel de pulido técnico? La dirección de arte, la iluminación y el acabado de los escenarios es magnífico. Acá no hay ciclos de día y noche como en un juego de mundo abierto, pero la historia se encarga de mostrarnos las distintas zonas en una variedad de momentos del día. Los escenarios interiores no son tan llamativos, pero cumplen.


Dead Island 2 se resume como una secuela que repite la fórmula, pero la actualiza lo suficiente como para que valga la pena volver a zambullirnos en la supervivencia zombi más creativa y despiadada. Vuelve a estar disponible el modo cooperativo, de modo que hacerlo en compañía siempre será más divertido. Y aunque ya no tenemos mundo abierto, sí contamos con una historia más acorde a lo que siempre debió ofrecer esta saga, muy similar al cine clase B de pura comedia negra. El motor de la experiencia, de todas formas, es la matanza y la supervivencia. Atravesar hordas pocas veces fue tan divertido y los fans del género Z muchas veces no queremos más que eso: apagar el cerebro como los susodichos y pasarla bien.

Lo bueno:
- Un sistema de combate brutal, amplísimo en cuanto a variedad de armas y mejoras, que no se agota nunca
- Guion bien logrado en cuanto humor y personajes
- Sistema de misiones atractivo; un mundo digno de explorarse, con mucho para ofrecer...

Lo malo:
- ... aunque, al no ser mundo abierto, se siente anticuado, a veces
- El combate con armas de fuego deja mucho que desear

Nota Final:


8.0

Muy bueno
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