Se cumplen 25 años de la ley que prohibió la venta de Carmageddon en Argentina

El pasado 21 de abril se cumplieron 25 años de cuando la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó una ley para prohibir la venta de Carmageddon en dicha ciudad. Es una noticia curiosa ya que nuestro país no tiene un largo historial en prohibir o censurar videojuegos. Lo más irrisorio del asunto es que la ley sigue vigente, como vemos acá, y no se cumple, claro. Carmageddon se vende en Steam a precio localizado.

Los propios medios del momento reportaban que la prohibición no se cumplía: el juego se seguía jugando porque se lo podía conseguir muy fácil en Internet y no teníamos leyes al respecto para bloquear el acceso a descargas online.

En una nota de Clarín publicada ese mismo día de 1998, se lee que quien violase dicha ley "será sancionado con una multa y el juez interviniente podrá obligarla a realizar un curso de educación vial". Es claro que el motivo de la prohibición de Carmageddon en Buenos Aires no estaba relacionado con la violencia del juego, sino que, como también pasó en Chile y Brasil, se lo prohibió por lo mal que conscientiza sobre las leyes de tránsito y la conducción.

Como es de esperarse con este tipo de cuestiones en Argentina, esta ley nunca se cumplió. Carmageddon se dejó de vender a 79 pesos por ese entonces en los negocios de videojuegos de CABA, pero el resto del país no lo prohibió. También se podía seguir consiguiendo de manera pirata: los finales de los años 90 en el país fueron el apogeo de la piratería de videojuegos en CD y nadie controlaba nada. Tampoco la ley pudo evitar que se siguiera descargando de forma gratuita por Internet, tal como explica la nota en La Nación de ese año, todavía disponible.

El otro videojuego prohibido en Argentina, esta vez sí en todo el territorio, es Rapelay, un nefasto juego de abusos sexuales prohibido en casi todo el mundo, aunque en nuestro país se hizo recién en 2010, 4 años después de su lanzamiento. ¿Para qué y por qué tan tarde? Como dijeron en Kotaku por ese entonces, siendo que es un juego que ni en Japón consiguió la controversia que quería, quizás lo mejor era no prohibirlo y dejar que muera en el olvido, como efectivamente pasó.

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ESCRITO POR Florencia Orsetti

Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.

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