Sand Land es uno de los mangas tapados de Akira Toriyama y, si me preguntan, jamás pensé verlo adaptado a un videojuego, que encima llega a occidente. Pero la realidad es otra: Bandai Namco lo presentó en Summer Game Fest a comienzos de este mes y tuvimos la oportunidad de jugar una demo en el marco del evento. Se trata de un RPG de mundo abierto con combate vehicular a lo Mad Max y también con un abanico de habilidades para luchar con nuestros puños.
En la demo que jugamos se nota el estilo cinematográfico que Bandai e ILCA quieren darle a Sand Land. De hecho, comenzó con una persecución, huyendo en vehículo de una sierpe del desierto para que después nos suelten la mano y veamos que hay todo un yermo para explorar. El mundo de Sand Land es desértico y el problema principal es que escasea el agua. Quizás no sea el tipo de paisaje que ofrezca más variedad a nivel biomas, pero desde el comienzo se me dio la oportunidad de explorarlo conduciendo un tanque y la cuestión se puso más que interesante.
Los personajes también me parecieron muy carismáticos, tanto en diseños (Toriyama no falla) como en personalidad y en la media hora que pasé jugando Sand Land ya quedé conquistada por el protagonista, el simpático demonio Belcebú.
El desierto tiene caminos marcados para avanzar más rápido hacia los puntos de interés, como marcadores de misión o pueblos donde avanza la historia, pero si nos alejamos de ellos, encontraremos todo tipo de enemigos. El mapa no parece gigantesco, pero sí tiene su encanto al ofrecer combate vehicular y enemigos que atacan con distintas estrategias. A algunos es más fácil derrotarlos a pie, bajando y aplicándoles combos con nuestros puños; a otros tiene más sentido bombardearlos desde un vehículo.
El tanque es solo uno de ellos. También pude conducir un arenero y los desarrolladores me dijeron que uno de los fuertes de la propuesta serán los vehículos. Combinando piezas, recursos e imaginación podremos desarrollar tanques y otros vehículos para la aventura. También habrá una mecánica de desarrollo de ciudad, que nos lleva a convertir nuestra base en una próspera ciudad con la ayuda de la gente que encontramos por el camino en el vasto desierto. Como les decía, si tengo que comparar lo que me trasmite Sand Land, lo más parecido es Mad Max, pero con personajes muy simpáticos y queribles.
La demo finalizó con un combate contra un jefe y sus esbirros. No tardé mucho en agarrarle la mano al combate melee, a sus especiales y a sus combos. Se me hizo intuitivo y cómodo. Todo lo contrario al combate vehicular, que dependiendo del vehículo, por momentos, se tornaba confuso y poco preciso. Pero la sensación de poder al estar sobre ruedas siempre fue una constante.
Parece que el punto en Sand Land es saber balancear cuándo aplastar a los enemigos con el tanque o jeep de turno, y cuando conviene combatir a pie. En el mismo combate, podemos entrar y salir del vehículo a nuestro antojo y eso amplía las posibilidades estratégicas. Y habrá que cuidarlo también, porque si lo destruyen, recorrer el mapa corriendo puede volverse tedioso.
Queda pendiente saber qué tan profundo será su sistema RPG, de mejora de vehículos y personajes, pero el planteo de por sí se siente fresco por la temática, los personajes y su mundo. Atravesar un desierto hostil con vehículos creativos diseñados por nosotros mismos ya de por sí suena prometedor. Esperamos que Bandai Namco e ILCA le pongan fecha de lanzamiento pronto. Sand Land llegará a PC, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series X/S.
ESCRITO POR
Florencia Orsetti
Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.
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