El apartado artístico en los videojuegos suele ser un factor muy importante porque, al fin y al cabo, es lo primero que entra por los ojos. Nos guste o no, un aspecto visual descuidado puede generar una primera impresión -cuanto menos- rara. No digo una mala, porque tampoco hay que prejuzgar. Pero no es casualidad que un desarrollador cuide con mimo el aspecto visual de sus creaciones.
La primera vez que vi Mandragora, fue a través de Twitter y fue como amor a primera vista. Su perspectiva 2.5D, las animaciones y, especialmente, su paleta de colores, que baila entre tonos pastel y otros más vibrantes, me dejaron fascinado. Y ahora, que tuve la oportunidad de probar el trabajo de Primal Game Studio en Gamescom, tardé menos de 30 minutos en caer preso de sus encantos.
Mandragora es un RPG de acción con elementos metroidvania, con una ambientación fantástica que recuerda de algún modo a Dark Souls, aunque un poco más colorido. Sin embargo, su jugabilidad, lejos de parecerse al título de FromSoftware, resulta más propia de Blasphemous o Salt & Sanctuary. Es un juego desafiante y duro que demanda mucha paciencia, pero también habilidad en el control. Pero además, saber cuando atacar, conocer el peso y velocidad de las armas, esquivar y administrar la resistencia de nuestro personaje, también se vuelve fundamental en pos de alcanzar la victoria en cualquier enfrentamiento.
La versión preliminar, a la que tuve acceso, no hizo un buen trabajo en contarme la historia del juego. No estoy seguro del punto en que comienza la demostración, como así tampoco me quedaron en claro las motivaciones del personaje. Solo puedo decir que es un inquisidor y poco más. También había momentos en que en determinados puntos, donde supuestamente debería aparecer una animación, se mostraba una pantalla en negro con la leyenda ‘cutscene placeholder’. Por lo tanto, dejaré de lado todo este apartado, puesto que es más que obvio que está demasiado ‘verde’.
No obstante, de lo que sí tengo una impresión mucho más clara es del apartado jugable. La sensación con la que me quedé es que Mandragora no te lleva de la mano. Es decir, descubrir a dónde ir, cómo cumplir con los objetivos de una misión, o cuál es la forma más efectiva de lidiar con los diferentes tipos de enemigos, es algo que nos toca descubrir. De hecho, el tutorial es bastante escueto y apenas enseña lo básico para desenvolverse por el mundo, sin contar algunos detalles, como por ejemplo que hay daño por caída. Puede parecer una obviedad que esto funcione así, pero dejar que uno lo descubra por su cuenta tiene su ‘encanto’ y obliga a prestar más atención a fin de evitar una muerte innecesaria.
En términos de exploración, Mandragora tiene toques Metroidvania, aunque la demostración no explora dicho apartado. Aun así, se ve que hay muchas áreas a las que se podrá llegar haciendo uso de ‘algo’ pero no tengo idea del ‘que’, ni tampoco del ‘cómo’ o el ‘cuando’. Supongo que en este sentido el título seguirá por la senda de lo tradicional y habrá que derrotar a algún jefe para poder conseguir las primeras herramientas que permitan abrir los distintos caminos. Sea como sea, la sensación con la que me he quedado, es que los niveles son bastante horizontales, con un cierto grado de verticalidad, pero llega al nivel de clásicos como Hollow Knight o Metroid.
Respecto al combate, es exigente puesto que demanda una mezcla entre habilidad y sincronización. Me refiero a que no es fácil porque los enemigos suelen golpear bastante duro, por lo que resulta indispensable evitar sus ataques y arremeter con todo en las pequeñas ventanas que los dejan vulnerables. Al menos de momento, el juego no cuenta con una mecánica de parries, por lo que la típica estrategia de bloquear o desviar un golpe, atacar y repetir, no sirve. En mi experiencia descubrí que hay que hacer uso constante de la evasión y el contraataque, pero cuidando muy bien de no quedarse sin resistencia para evitar quedar ‘vendido’. Aún y con todo lo mencionado, si bien todos estos condimentos vuelven a cada contienda bastante desafiante, lo cierto es que no hay nada especialmente original en este sistema.
Es un juego que destaca por su desafío, sí, pero del mismo modo que lo hacen otros tantos. Y en lo personal, es algo que encuentro ligeramente repetitivo. Por fortuna, Mandragora añade otros condimentos que le confieren variedad, como las armas, las diferentes clases y su completo árbol de habilidades. En la versión anticipada, solo fue posible probar la clase Vanguard, que es como una especie de paladín acorazado, especializado en el combate cuerpo a cuerpo. Sin embargo, en su lanzamiento habrá más opciones disponibles, como mago o arquero, entre otras tantas.
Luego están las diferentes armas, cada una con sus propias características y peculiaridades. No es lo mismo blandir un espadón a dos manos, que una maza o una espada corta. Tanto la velocidad, el daño y la cadencia de ataque se perciben muy diferentes. A todo esto, también se podrá forjar equipo a partir de diferentes materiales y aprender poderes ‘heréticos’ que son -básicamente- hechizos como, por ejemplo, bolas de fuego. Por lo que deja ver el último tráiler también habrá poderes relacionados con otros elementos como el rayo o hielo.
En cuanto la progresión de personaje, el sistema funciona como en Dark Souls, con ‘almas’ que se cosechan a partir de matar enemigos. La diferencia es que aquí solo se usan para potenciar al personaje, ya que para comprar ítems en las tiendas tendremos que gastar oro. Al margen de ello, al subir de nivel en lugar de mejorar una estadística, obtenemos un punto que se puede gastar en un árbol de habilidades. O mejor dicho, en uno de los seis que habrá disponibles. Cada uno de ellos tiene sus ‘ramas’ de especialización que servirán para potenciar distintos aspectos del protagonista, como su fuerza, resistencia o vida máxima y desbloquear poderosas características especiales que otorgan poderes pasivos.
Como mencioné al inicio, Mandragora tiene todos aquellos elementos que tanto me gustan en un videojuego. Esos que ya vi en incontables producciones, pero que sigo disfrutando hoy día. Claro que me quedan incógnitas, como por ejemplo qué tan buena será la historia o cómo se integrarán los elementos Metroidvania a la propuesta. Pero, lo que he podido probar me resultó no solo convincente, sino atractivo. La variedad de entornos, los colores, el diseño de los enemigos y del mundo en sí mismo, se me hicieron sumamente prometedores. De momento, solo resta esperar por la versión completa para experimentar todo lo que el trabajo de Primal Game Studio tiene para ofrecer.
Mandragora está siendo desarrollado por Primal Game Studio. Estará disponible para PC, PlayStation 5, Xbox Series X y S, y Nintendo Switch en una fecha aún por confirmar.
ESCRITO POR
Viejo Frank
Amante de los juegos, las series, películas y cómics... ¡Y del maldito rock n roll! Si no está jugando, está tocando su bateria.
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