Análisis: Yomawari Midnight Shadows — terror japonés a través de los ojos de una niña

Una nueva aventura perturbadora protagonizada por dos niñas que prometieron estar juntas para siempre. Secuela de Yomawari: Night Alone.

Calificación:



Desarrollador: Nippon Ichi Software (NIS)
Distribuidora: NIS America (occidente)
Lanzamiento: 24 de octubre de 2017
Plataforma: PS4, PS Vita, PC

Análisis basado en una copia digital del juego para Steam facilitada por NIS America

Hace nada hablamos de Yomawari: Night Alone, el escalofriante videojuego del estudio Nippon Ichi Software, y en esta ocasión toca hablar de su título más reciente: Yomawari: Midnight Shadows, una secuela que no hace muchos cambios en su apariencia, pero trae consigo una nueva aventura perturbadora protagonizada por dos jóvenes que prometieron estar juntas para siempre.

Yomawari: Midnight Shadows nos presenta a dos niñas: Yui y Haru, que se reunieron durante el anochecer para disfrutar de los fuegos artificiales de su pueblo desde un punto lejano al mismo. Una vez finalizado el espectáculo deciden volver a sus hogares por el sendero que las dirigió a ese punto, pero para su desgracia, una serie de extraños sucesos en el camino que atraviesa el bosque levanta sospechas de que no están solas y algo raro se oculta entre las sombras. La preocupación no estaba de más ni mucho menos equivocada; debido a un escalofriante encuentro sobrenatural quedan separadas a su suerte con la noche como único testigo del horror que las acosaría.

Lectura extra: Análisis de Yomawari Night Alone

Y con esta siniestra premisa damos inicio a una aventura de terror que no puede dejar pasar ningún amante del genero. Especialmente por ser un título que posee una intrigante historia que no decae en ningún momento gracias a lo fluido de sus acontecimientos y hechos que vigorizan el argumento.



Midnight Shadows es absolutamente semejante a su entrega anterior: Night Alone, por lo que muchos aspectos serán casi iguales. Comenzando con su jugabilidad, sencilla y cómoda en dosis iguales. En esta ocasión controlaremos a dos personajes de manera intercalada, cada uno con sus fortalezas y debilidades. Por lo tanto, en un principio encarnaremos a Yui, quien no cuenta con inventario o mapa, y luego tomaremos el papel de Haru, con quien pasaremos la mayor parte del juego. Con ella tendremos que hallar la manera de encontrar a Yui recorriendo escenarios inquietantemente desprovisto de cualquier otro ser más que las criaturas que rondan en la obscuridad.

Nuevamente tendremos la posibilidad de recoger objetos, como piedras u hojas de cuaderno, que podremos usar a nuestro favor para distraer a las entidades que encontremos y ocultarnos entre los arbustos hasta que la amenaza este lo suficientemente lejos. También encontraremos monedas para realizar ofrendas en los altares del pueblo y de esta manera salvar la partida. La dificultad frente a las situaciones que se puedan llegar a presentar resulta justa sin caer en lo innecesariamente injusto. Si bien muchos espíritus malignos de Night Alone regresan en esta nueva aventura, se han agregado nuevas criaturas con sus respectivos patrones, motivo por el que la prueba y error será necesario para conocer sus comportamientos.

La ciudad resulta ser laberíntica con numerosas zonas que ocultan items y objetos coleccionables que solo podrán alcanzar los que deseen explorar hasta el último rincón del mapa. Lamentablemente, esta secuela posee una menor cantidad de puzzles y más de uno resulta bastante fácil; una lástima ya que podría haberse sacado mayor provecho de un recurso como este para sumar al entretenimiento y ejercicio resolutivo de problemas para avanzar en la trama. Cabe mencionar que Midnight Shadows introduce una serie de perks para aumentar los atributos de nuestra protagonista, como items para aumentar la energía, mayor espacio en el inventario, entre otros.


Visualmente contiene una ya marcada dirección artística que destaca resaltando mucha personalidad, desde los escenarios (un tanto reciclados, eso sí) representados con calles solitarias alumbradas por algunos pocos postes de luz y las protagonistas con su aspecto chibi, hasta los siniestros enemigos y bosses que aparecerán sorpresivamente, a veces, cuando menos lo esperemos. El apartado sonoro cumple muy bien con sonidos ambientales aleatorios y bastante variados dependiendo de donde este parado nuestro personaje. Una vez más la musicalización brilla por su ausencia y se encuentra completamente en un inglés muy básico.

Palabras Finales:
Para ser breve y conciso, Yomawari: Midnight Shadows es más de lo mismo en cuanto a apartado técnico refiere, pero es una aventura que no pueden dejar pasar los que hayan disfrutado de Night Alone. Otra vez recorreremos una laberíntica ciudad colmada de espíritus que nos harán la vida imposible, pero a su vez se suman una serie de escenarios en interiores. Nuevas criaturas se hacen presente y hay muchos objetos por encontrar. La ambientación consigue transmitir inquietud durante todo el juego sin caer en lo aburrido o agotador. Sin dudas una aventura oriental que posee un desarrollo perturbador y agradable en dosis iguales. La calidad ha aumentado un poco pero la vara sigue posicionada en el mismo lugar donde se la había dejado, no le juega en contra pero tampoco busca arriesgarse demasiado.

Lo Bueno:
- Muy buen diseño de escenarios y enemigos
- Ambientación inquietante
- Escenarios amplios
- Introducción de perks
- La historia

Lo Malo:
- Presenta pocos cambios con Night Alone
- Pocos y simplones puzzles

Nota Final:

8
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