Análisis: Fatal Frame Maiden of Black Water — El regreso del verdadero terror japonés

La serie Fatal Frame (Project Zero en Europa) regresa con Project Zero: Maiden of Black Water en versión remasterizada para Steam y consolas actuales. Un videojuego de terror y aventura que invita a vivir el título original de la franquicia con gráficos remasterizados, nuevos atuendos y nuevos modos de foto.
Calificación:
Desarrollador: Koei Tecmo
Distribuidora:  Koei Tecmo
Lanzamiento: 28 de octubre de 2021
Plataforma: Wii U (original) PlayStation 4,/5 Xbox One, Xbox Series X/s, Nintendo Switch y Steam (Remastered)

Análisis basado en una copia digital para PlayStation 5 facilitada por Koei Tecmo

Fatal Frame despierta de su letargo, lamentablemente no con un juego nuevo, pero la noticia es buena porque Koei Tecmo relanza un título que había quedado atrapado en la Wii U. Fatal Frame: Maiden of Black Water llega remasterizado a Steam y todas las consolas actuales, y es la primera vez que la mayoría del público va a poder zambullirse (casi que literal, ja) en esta espeluznante y melancólica entrega. 

Fatal Frame (conocida como Zero en Japoón y Project Zero en Europa) es una saga que supo ubicarse entre los gigantes del survival horror por ofrecer el más puro terror japonés. Mientras que Resident Evil, Silent Hill y otros juegos nipones nos traen terror occidentalizado, Fatal Frame siempre llevó el folclore y las leyendas urbanas japonesas a flor de piel, con locaciones embrujadas que son parte de la realidad supersticiosa del país. 


La remasterización de Fatal Frame: Maiden of Black Water es lo primero que tenemos de la saga en seis años y siendo que la propia gente de Koei Tecmo adelantó que es posible que la saga vuelva, el amor por los fantasmas y la Camara Obscura volvió a resucitar. Originalmente, la versión de Maiden of Black Water de Wii U llegó en 2015 a occidente, un año después de su llegada a Japón. La remasterización actual traslada el original a nuevas plataformas, con retoques en los gráficos, pero especialmente en el control, ya que el original hacía uso del innovador GamePad con pantalla de Wii U. 

Antes de entrar en detalle sobre los cambios, vamos a hablar del juego en sí, que, como dije más arriba, poca gente lo ha jugado. La historia de Fatal Frame: Maiden of Black Water gira en torno a una montaña misteriosa que se puede considerar como un lugar maldito, famosa porque la gente llega allí para suicidarse. Como es de esperarse, es un lugar lleno de espíritus, ideal para esta saga.
En esta entrega nos presentan a tres personajes jugables. Tenemos a Miu Hinasaki, hija de Miku, protagonista de la primera entrega y recurrente en la saga; a Yuri Kozukata, una chica capaz de ver espíritus, que también es a quien más controlaremos en el juego, y finalmente a Ren Hojo, un escritor amigo de Yuri y obsesionado con la muerte. Los tres tienen algo que los ata a la espeluznante montaña Hikami, el centro del terror en este juego. 


Probablemente no haga falta explicarlo, pero el gameplay de Fatal Frame se centra en tomar fotografías con una cámara especial, la Camara Obscura, con la que podemos ver aquello que el ojo desnudo no puede y, de paso, exorcizar fantasmas. Durante la exploración podemos toparnos con espíritus hostiles y, para enfrentarlos, tendremos que usar la cámara. La perspectiva en tercera persona pasa a primera persona y tenemos toda una mecánica compleja de cómo enfocar y estrategias para hacerles más daño a los enemigos de acuerdo a cómo tomemos la foto. Las fotos nos dan puntos que podremos canjear por mejores para la cámara y trajes en una tienda entre capítulos.

Si jugaste los anteriores Fatal Frame, es bueno que sepas que Maiden of Black Water introdujo algunas novedades para hacer que tomar fotos sea menos monótono. Ahora los fantasmas tienen diversos puntos débiles repartidos en el cuerpo y podemos tomar fotos verticales, lo que implica que hay más tipos de encuadre. En este sentido, parte de la dificultad está en meter en el mismo encuadre a todos los puntos débiles. Como es de esperarse, tenemos la posibilidad de hacer el disparo perfecto –el famoso fatal frame– que nos da la posibilidad de lanzar varias fotos al hilo, sin esperar la recarga del rollo, y sacar más daño de una sola vez. 



Maiden of Black Water aprovecha el hecho de tener varios personajes y, por ejemplo, a Yuri le otorga la posibilidad de tener varios lentes para la cámara, con habilidades especiales, mientras que a Ren puede hacer un disparo tipo ráfaga de fotos. Cada personaje tiene sus motivaciones, pero también su estilo de juego, lo que da variedad a la aventura. Esto se agradece mucho, especialmente porque Fatal Frame: Maiden of Black Water a veces es repetitivo en locaciones y enfrentamientos, uno de los puntos flojos del título.

Se suma también un medidor que indica cuán mojados estamos. Si nos mojamos por completo, vamos a atraer más fantasmas, que a su vez serán más agresivos. También podemos recibir ataques sorpresa cuando levantamos un objeto del suelo. La realidad es que nunca estaremos a salvo en Fatal Frame: Maiden of Black Water y esto, junto con la ambientación tan lúgubre y lograda, hace que sea un título realmente escalofriante.


De todas formas, sobre esto último tengo para decir que, en su dificultad estándar, todo puede resultar muy fácil. El juego es muy generoso con los recursos que nos aporta y si bien puede darnos miedo recorrer un bosque lleno de lápidas, templos y espíritus suicidas, se pierde un poco la gracia si nos llena de ítems curativos. La mecánica del agua se desaprovecha porque todo el tiempo nos dan la opción de secarnos. Por suerte tiene una dificultad difícil, que es la que recomiendo para los veteranos de Fatal Frame, pero como el terror es subjetivo y hay gente que realmente no puede administrar recursos si la está pasando mal con un fantasma, concluyo que Koei Tecmo hizo bien en incluir una dificultad para todo el mundo.

Con cerca de 15 horas de duración en su modo historia, secretos por descubrir y buenas razones para explorar cada rincón, a nivel contenido el título está sobrado. A veces incluso se siente largo, pero siempre se las ingenia para mantenernos pegados a la experiencia. 

En cuanto a la historia, Fatal Frame es una saga conocida por sus historias humanas y por inyectar tristeza y melancolía. Maiden of Black Water va por ese camino y es muy inteligente en cómo introduce problemáticas sociales del Japón actual, como la depresión y el suicidio, que son el centro del título. La realidad es que el tono adulto está bien llevado y le da al juego una impronta bien propia, verdaderamente japonesa, aunque los personajes principales desentonan y resultan chatos en comparación con todo el trasfondo del juego. Koei Tecmo trabajó más la historia de fondo que en el carisma de sus personajes. 


Maiden of Black Water no es el mejor exponente de la saga en el apartado narrativo, incluso en ritmo, y ni hablar de los momentos en que pierde total seriedad por sexualizar a las chicas. Pero tampoco es el peor. Es una entrega que está en el medio y que, si bien no llega al estilo casi poético y memorable que toca la segunda entrega, es un juego que atrapa. Tiene varios finales, muy diferentes entre sí, lo que aporta rejugabilidad porque vamos a querer saber el destino de cada uno de los involucrados. 

Ahondando ya en la remasterización en sí, Koei Tecmo no trabajó tanto en las texturas como uno esperaría, pero sí consiguió que el juego se vea lo suficientemente bien en cuanto a escenarios, iluminación y atmósfera, que es lo más importante, al fin y al cabo. El sonido ambiental cumple con creces y es mandatorio jugarlo con voces en japonés ya que el voice acting en inglés es paupérrimo. Se podría haber hecho un trabajo más profundo en los modelos de personajes y en las cinemáticas, que son las que más muestran la edad. Pero en lo demás, es un juego que anda fluido y que resulta cómodo al control.

La mecánica de la cámara se adaptó a medias en Switch y consolas PlayStation ya que podemos maniobrar el encuadre con el control inalámbrico, como pasaba en la versión de Wii U, capturando así la mitad del espíritu del original. En PC y Xbox está opción no está, así que se pierde un poco el encanto. 



Los otros agregados de esta versión son un Modo Foto (cuack!) y trajes extra para los personajes, que nos permiten jugar con la apariencia de protagonistas anteriores (como el traje de Miku para Miu) u otros que directamente nos dejan jugar en ropa interior, como el Swimsuit para Yuri. Claramente estos agregados son decorados, no suman a la experiencia y son fanservice puro que va a contentar a algún que otro fan. Los escenarios extra con Ayane también están incluidos en esta remasterización y se desbloquean una vez terminado el juego.

La realidad es que tenemos razones para festejar el relanzamiento de Fatal Frame: Maiden of Black Water: Koei Tecmo nos está trayendo un título aterrador y atrapante que hasta el momento estaba atrapado en una consola que fue un fracaso comercial. Maiden of Black Water no es la mejor entrega de la saga ni por asomo, pero hay un disfrute que no se explica con palabras en esto de volver a calzarnos la Camara Obscura para disfrutar de un terror que es pura tensión sostenida, que planea bien los sustos y que tiene un trasfondo profundo y llamativo.  

Lo bueno:
- La esencia de la saga sigue vigente y la mecánica de la Camara Obscura está más pulida que nunca
- El trasfondo y el folclore aterrador, bien japonés
- Cómo maneja el terror
- Los múltiples finales, el ritmo de la experiencia y cómo nos atrapa

Lo malo:
- Es condescendiente y muy generoso con los recursos, lo que lo vuelve facilongo y termina desaprovechando mecánicas
- Los personajes no están tan trabajados
- El tono irregular: a veces es serio, a veces no
- La remasterización no está tan pulida como esperaríamos

Nota Final:

7.5
Bueno
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ESCRITO POR Florencia Orsetti

Editor in Chief y fundadora de SHD. Aficionada por el horror tanto en videojuegos como en cine y literatura, tiene varios años de experiencia en redacción periodística. Seguidora y promotora de videojuegos independientes.

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